⌗ 𓏲୧ ʟᴇ ᴍᴀʀᴄʜᴀɴᴅ ᴅᴇ ɢʟᴀᴄᴇs │ sᴜᴋᴜɪᴛᴀ

¡✦! 𝑷𝒐𝒏𝒕 𝒅𝒆𝒔 𝑨𝒓𝒕𝒔 ⊹܀

Llevando su caballete contra sus ropas decidio ir al famoso "Puente de las Artes", lugar donde todas las parejas se prometian su amor eterno poniendo sus nombres en candados para posteriormente lanzar las llaves al Río.

Y aunque sonara cursi el si queria tener esa clase de experiencia, ansiaba poder prometer un amor de una manera artistica. Tal y como siempre soño.

Sonrio de manera inconsciente, ya tenia una persona la cual amar y ese era Itadori Yuuji, el lindo heladero del tan lindo puente. Sin duda la mayoría de su clientes venian por su gran belleza y calidez.

Su sonrisa, oh dios, era más que cualquier sol saliente y radiante, el sol ni ningún brillo le hacían justicia a su gran y reconfortante sonrisa, como trataba a todos, su amabilidad y la calidez que solo el conocido heladero la daba.

Su mayor pasion era pintar, libremente y dejar que sus manos y el arte conecten. Como ahora que recientemente sus manos habian pintado a su obra de arte más preciada, Itadori Yuuji.

El siempre venia en una esquina del puente para pintarlo. Retratar esa hermosa sonrisa era sin duda la tarea más difícil, el queria hacerlo perfecto tal y como lo era en la vida real.

Y por ende de sus acciones el pelirosa quedaba encantado con la idea de ser pintado, así que sin problemas aceptaba las propuestas del pintor.

- Hola, Yuuji. - Saludó, aunque guardara sentimientos por el no tenía más trato especial que decirle por su nombre.

- ¡Hola, Sukuna! - Saludo con una enorme sonrisa.

Sonrio su Yuuji siempre era un sol con todos.

- Quieres helado, hay de vainilla, ¡Como te gusta! - Hablo entusiasmado, amaba su simple trabajo, amaba ver a las parejas felices con sus helados.

- No, gracias, voy a pintarte. - Dijo sin musitar, siendo totalmente directo a lo que venia.

- O-oh, ya veo. - Tartamudeo con un leve sonrojo en el rostro, las actitudes del pelirosa más alto siempre lo ponian nervioso. - Okis, Voy a poner las mejores poses. -

- Tu te ves bien siempre. - Susurro para sí mismo.

- ¿Eh?, ¿Que dijiste, Sukuna? - Hablo Yuuji, casi gritando, lo que menos sabia hacer el pelirosa menor era disimular, igualmente le parecia tierno ese lado.

- Nada, ya me voy. - Dijo para luego encaminar hasta su destino, era una banca que estaba casi al frente de Yuuji, haciendo que tuviera una vista perfecta.

Acomodando todas sus pertenencias, dejó que el arte fluya, ver a Yuuji le daba todo tipo de ideas y animos, era una fuente de motivación para el.

Era increíble la delicadeza de sus actos, no podría ser una pintura, si no retractas bien a tu personaje principal, menos si el personaje era su persona favorita. Por naturaleza tenia que esforzarse.

Su paleta de colores era un total desastre, los colores anteriormente derramados para hacer a Yuuji se habían mezclado todos causando un arte casi abstracto.

Llevando su brocha de un lado a otro se encontraba pintando el llamativo pelo rosa palo de Yuuji, ya casi terminando su pintura se dio cuenta de la total oscuridad que lo rodeaba, siendo Yuuji y el, los unicos.

Asi que por esto, decidio guardar sus pertenencias, en casa lo terminaria, pensó.

Concentrado en sus pensamientos no se dio cuenta de que un conocido suyo se acercaba.

- ¡Hola, Sukuna! - Hablo una voz que al escucharla no se asusto en lo absoluto sabia perfectamente que esa voz era totalmente inocente para el ser capaz de activar sus alarmas. - ¡Wow!, ¿Ese soy yo? - Hablo Yuuji con su labios formado una "O".

- Hola, Yuuji, si eres tu. - Hablo el, percatándose de que el pelirosa tenia algo escondido en sus espaldas. - ¿Que tienes ahí? - Señale.

- Oh, esto son helados para ti y para mi, y no te preocupes, ¡Es gratis! - Respondio a su duda.

Viendo su enorme sonrisa, agarra su helado de vainilla en el proceso, el sin duda sabia de sus gustos.

Y hablando de temas triviales estuvieron comiendo helados hasta congelarse, los dos eran del lado del frío.