Cap 52

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Habia una gran mesa repleta de comida y bebidas. En la silla principal un hombre desesperado miraba a sus invitados con ganas de matarlos, bebia de su copa sin probar bocado, en los demas asientos los mortifagos trataban de no enfurecer más a su Lord.

El sonido de la puerta abrirse calmo el ambient pesado, sorprendio a varios que soltaron sus tenedores o cucharas por el repentino sonido, una muy apurada Eris trato de avanzar lo más rapido que pudo hasta su asiento, molesta en su mente gritaba mamas palabras por no tener tiempo a ocultar su enfermizo rostro. Habia tomado mucho y solo descansado un para de horas.

Un poco fuera de si se sento cerca de Tom, golpeando la mesa. El sonido de la porcelona golpear la irrito. No menciono nada cuando sus padres la miraban molestos por tal estado, tampico le dio importancia. Ocultando su malestar comenzo a probar su comida.

Tom nunca aparto la mirada de la peliblanca, jamas llegaba tarde a su entrenamiento. Y ahora la veia ocultar la temblason de sus manos, lo distrajo el olor de su cabello.

Mientras pasaba el tiempo Eris estaba anormalmente muy silenciosa, su mente nublada le habia hecho el pero castigo. Mordio su labio inferior para cortar la carne, levanto brevemente la vista, su cuello se tenso de ver a Liana posar su mano en la pierna de un Snape concentrado en la conversacion de Lucius.

-¿Rellish?-

Apreto más el agarre de ver como Liana sonreia por lograr llamar la atencion del pelinegro, el pequeño sobresalto de Snape lo alerto de la cercania de la pelirrroja.

-Rellish-
Se fijo con atencion en los rasgos del pelinegro, sus labios delgados eran tan suaves, sus manos eran perfectas para mantener a alguien en un calido tacto y aunque era delgado las mariposas que sintio le recordaron que era fuerte. Sus ojos se abrieron al ver como aquel cabello se parecia al pequeño de su sueños.

-¡Rellish!- el golpe fuerte en la mesa la asusto, quebro el plato por la fuerza ejercida, en ese mismo instante la puerta fue abierta. Un compañero llegaba, para desgracia de este la peliblanca estaba tan enterrada en su trance que tomo el cuchido y a una velocidad lo arrojo quedando muy cerca de la bota del hombre. -¡Basta, te estoy hablando!- el responsable la miraba furiosamente.

-Me retiro- empujo la mesa con bastante fuerza derramando lo que habia sobre ella, caminaba deprisa que choco con el material de la puerta cuando una gran fuerza la empujo. Su pecho quedo sin aire por el abrupto golpe, lastimandose la nariz.

-¡Muy valiente no!- hablo muy fuerte en hombro de la peliblanca, la sostuvo más fuerte y sonrio al escucharla gemir levemente del dolor. -¿Donde estabas?-

-¡Mi señor la lastima!- la voz de Bellatrix lo saco de su satisfactorio momento, la peliblanca reacciono a tiempo para que no lanzara un criciatus a la pelinegra. Se dio la vuelta enfrentando a Tom, sus mejilla estaban rojas del enojo, su cicatriz sobresalia.

-No lo hagas Tom- susurro para que solo el hombre la escuchara, sintio a Nagini subir por su pierna quedando muy cerca de su rostro. -Das una escena, no deberias- la solto y camino hasta su asiento dejandola ahi.

-Felicita a Lucius y Narcissa, pronto se uniran en matrimonio al igual que la valiente Bellatrix con el hijo de los Lestrange-

"¡Que!"

Sus ojos permanecían fuertemente cerrados, no movió ningún musculo. Petrificada, trato de gritar pero la vergüenza la invadía, sus piernas temblaban cayendo en las aguas de miedo. Aquel agarre solo se intensificó, sus manos subían despacio hasta ser intrusas por la atrevida acción, mordió sus labios para ahogar la sensación al sentir el frío toque entre su piel.

Una lágrima resbaló hasta perderse en el comienzo de su pecho el cual se movía violentamente. En su mente gritaba que era una maldita pesadilla, cruelmente entendió que no al sentir el cosquilleo del cabello de su captor. Unas manos tomaron su barbilla levantandola hasta chocar su mirada gris con la castaña.

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