Cap 53

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-¡Verena tranquila!- se dejó caer al verla alarmada, sostuvo sus manos temblorosas y muy espantada vio con horror como la tela del colchón se llenaba de aquel líquido carmesí.

Nissa apareció justamente cuando su amita comenzaba a buscar entre aquel bolso extrayendo una botella.

-La muggle estaba bien, de repente comenzo a quejarse y sacudirse de dolor- la peliblanca destapó el líquido y lo llevó a sus labios. Mientras hacía efecto alistó lo demás para salir -Amita es peligroso salir, Nissa puede tratar de ayudar... -

-¡No, solo callate!- cerro su boca al ver a su amita verla con molestia, aquel fino rostro comenzo a cambiar. Se volvió más alta, su cuerpo cambio drásticamente. -La llavaremos a un hospital muggle- su voz sonó más ronca, paso su varita por su cabello pintandolo de cafe oscuro, Verena se dejó tomar en brazos por el ahora Ris masculino. Nissa los llevo hasta la cuidad muggle, Eris asegurada que Nissa estaba oculta atravesó las calles hasta abrir la puerta del hospital, una enfermera corrió ante ellos.

-¡Venga conmigo!- los llevo hasta una habitación donde dejó a Verena, no se alejo de su lado. La enfermera alertó al doctor que entró, mientras el revisaba a la mujer la enfermera llenaba el formulario de ingresó -¿Usted es su marido?-

Eris se atraganto, le costó volver a recomponerse, se reflejó en el cristal de la ventana. Un hombre le devolvía la mirada, suspiro y sin más hablo.

-Si lo soy- al decir esas palabras mordió fuertemente sus mejillas por dentro.

El doctor salió llamando su atención.

-Sus síntomas indican una amenaza de aborto-

-¿El bebé esta muerto?- seco la gota se sudor que bajo por su frente. El doctor paso su mano en el hombro de Eris

-Logramos intervenir a tiempo, no debe hacer movimientos bruscos y dejala descansar- Eris se dejó caer aliviada -¿Señor?-

-Kaius Lewis- le extendió su mano, se estrecharon con cortesía

-Felicidades señor Lewis porque será padre- eso la estremeció, su disfraz podía engañar a todos pero seguia siendo ella. Fingió sonreír, la enfermera lo guio hasta donde Verena descansaba con sus medicamentos.

-Descanse señora Lewis su marido estará con ustedes sin ningún problema-

-No preguntes quieres- se sentó a la orilla de la cama, examinó su rostro demacrado y le tomó la mano -Estarás bien-

Verena sonrió, tocó su vientre agradecida porque su hijo aún estuviera con vida.

-Te ves guapo- Eris no pudo retener la risa, se tocó el cabello relajandose del susto -Ambas partes de ti son hermosas-

-Gran disfraz, la magia no deja de asombrarme- le paso un vaso con agua -Esta es la última opción que había, sino te hubiera ahorrado la visita al hopsital-

-Tranquila o bueno quiero decir tranquilo- volvieron a sonreír. Eris que ahora era Kaius dejó dormir a Verena y se recosto en un sofá súper incómodo, sintió náuseas y escalofríos al revivir aquellos besos y caricias. -¿Y si duermes a mi lado?- la vio pensando se irá seguro. No pudo negarse, con cuidado se acomodo cerca de Verena, esta la abrazo permitiendo que pasará su cabeza entre sus brazos. Y así paso toda la noche hasta el amanecer. El personal sonrían por la escena íntima que creían que se trataba de una pareja joven.

En otro lado más alejado se encontraba reunidos algunos miembros del personal, por así decirlo los menos apreciados por el Lord.

-Llevamos por mucho tiempo en esto y viene esta mocosa a darnos ordenes-

-Yo seguí al mejor mago de la historia, no a una niña malcriada-

Tomaban whisky en el lugar apartado de oídos peligrosos. La mayoría eran adultos que frustrados miraban las llamas extenderse por la chimenea, siendo esa su única luz.

-Los Rellish nos hacen ver cómo estúpidos ante el Lord- soltó una mujer que tomaba copa tras copa. -He visto como se diferencian de nosotros, después de todo es su protegida-

-De hecho no sólo es eso- todos levantaron sus varitas hacia la pelirroja que entraba a la habitación, les sonrió a todos y sin permiso se sentó -No les parece raro esta situación, es ella la líder de las misiones, no la castiga como a nosotros-
-¿Y usted que hace aquí señorita?- la menor volteo los ojos frustrada por la ineptitud de ese grupo, razones que los ocupaba para su plan.

-Mi señor lo que quiero es que haya igualdad en nuestro grupo, somos todos sangre puras- se levantó extendiendo sus brazos a todos. -Seguimos las órdenes de nuestro salvador-

-¿A que te refieres con que hay algo más?-

-Estudie en el extranjero, para mis 23 años he visto mucho y créanme cuando digo que entre Rellish y el Lord no hay una relacion de profesor y un pupilo- despacio dejaron sus copas, se vieron entre ellos y a la pelirroja que sonreía. -Es nuestro deber ayudar a nuestro señor- coloco su mano en su pecho y camino hasta parse cerca de la chimenea.

Una mujer con arrugas y canas se levantó, se acercó a la pelirroja.

-Si el señor la quiere para otra cosa- trago nerviosamente mientras seguía -Nos matará si le hacemos algo-
Los demás movieron las cabezas en aprobacion. La joven satisfecha de llegar hasta esa parte, le enseño una llave a los cobardes.

-No, si nunca se entera- se arreglo su cabello -La hereda de los Rellish muere en un terrible accidente- con burla fingió limpiarse una lágrima -En una misión, su escuadrón no pudo hacer nada- los miro borrando cualquier emoción de su rostro -No podré hacerlo sola-

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