¡Algo mas sencillo que la vida!

Cap 55

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Entró a un callejón, se dejó caer en el suelo. Sus lágrimas comenzaron a caer, el cabello corto era un desastre por sus manos que nerviosamente pasaban por el. Golpeo su puño en el duro concreto, la piel de sus nudillos se hacían rojas, hasta que sido del ardor, continuó con la mente en blanco y el sonido de su piel abrirse.

Una bolsa que estaba cerca comenzo a sacudirse, con la distracción soltó la bolsa con los bocadillos. Una bola salto hasta su pecho, aquella cosa fijo sus ojos verdes en los de ella, Eris trato de quitarlo de encima. Con disgusto fingido sintió la lengua del gato pasar por su mejilla salada por el llanto.

-Bien te ganaste un premio por ser tierno- saco de la bolsa su panecillo, se sintió mal ponerle aquel delicioso bocadillo en el suelo sucio, tomó al gato cargandolo dándolo de comer como si se tratará de un bebé. Se dejó recostada en la pared con la piernas extendidas, el suave ronroneo del animal la distrajo de su tortura mental. Distraída mete acariciaba la pancita del gato cuando este le lamio las heridas. -Nunca tuve una mascota- le susurro tras acariciarle las orejitas.

Asmodeus celoso mostro sus colmillos espantando al pobre gato.

-Ahora si apareces- dijo Eris tras tocar a su fiel amigo, su serpiente más tranquilo estaba atenta a ella -No podías hacer nada contra él, después de todo es el amo de tu especie- lo dejó arrastrarse hasta el suelo, con asco veía como atrapa algunas ratas y las tragaba -No recordaba tenerlo en mi cuello- vio al gato concentrado en el reptil, ya más calmada se levantó, con mucha delicadeza dejó al gato, Asmodeus ya subía por su tobillo.

Dio unos pasos que no siguió cuando el gato comenzaba a chillar por el abandonó, frustrada trato de ignorarlo. Este corría tras ella desesperado, llamaba la atencion de varios muggles, tras unos segundos después Eris llevaba a su nuevo compañero entre su camisa y su pecho. Se sonrojo al volver a ser la fuente de coqueteo de jovencitas y mujeres dispuestas a todo. Llegó una cuadra antes del hospital.

-Nissa aparece- sin voltear extendió al gato a la elfa.

-Nissa esta confundida amita, la amita quiere que Nissa bote a la plaga- extendió los brazos para tomar al animal, Eris lo alejo al escucharla se volteo con molestia.

-Llevalo a mi casa, dale un baño y de comer- paro las palabras de Nissa con un gesto. Con su varita se arreglo la ropa, se limpio y ordenó el cabello. -Vete, dejame aquí-

La elfa con sus ojos llorosos intento negarse, trato de tomarle la mano pero la bruja volvió a negarle el contacto. Desolada desapareció acatando la orden sin renegar.

Al entrar a aquel lugar que alía a medicamentos fue recibida con amabilidad. Camino hasta la habitación de la mujer que ya comenzaba a mejorar, le dio la Bolsa con el delicioso aroma.

-Eris crei que no volverías hasta más tarde- se golpeo la frente por la equiparación -Quiero decir Kaius-

-Hoy fue interesante- ignoro el desliz de la mujer, tomó un vaso con agua para sentarse después cerca de Verena -Tengo un gato-

Su compañera de cuarto le sonrió, hablaron un poco de todo hasta que la mujer comenzo a bostezar. Sin saber porque la arropó y espero a que se durmiera. Pasaron las horas hasta que la luces comenzaron a apagarse, miraba la luna y las estrellas, tomó su varita. No pudo evitar temblar de miedo si regresaba, no quería regresar, estaba atrapada. Se tomó la frente por el dolor.

Se levantó para ir al baño, se mojó la cara. Se quitó la camisa y pantalones para transfiguarlo en ropa limpia y más cómoda, se sentó en el inodoro con la tapa abajo viendo sus zapatos. Hasta quedarse dormida sin querer, soño con caricias y susurros obscenos, asustado miraba a su alrededor sujeta por cuerdas a una cama. No podía girar el rostro, horrorizada miro en su dedo un anillo de serpiente y por un espejo vio a Tom encima de ella.