Cap LXXXIX: Patty desobedece

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18 de agosto de 2022


Sube las escaleras hasta llegar a la habitación de su hermano mayor.

-Gabo, anda a poner la mesa pa' la cena – dice Patty, su hermano Gabriel está mirando el celular.

-Anda tú – dice Gabriel sin mirar a su hermana.

-Anda vo' perkin culiao. Yo lo hice anoche, hoy te toca a vo'. ¿Qué te hay creído? Flojo de mierda, levanta ese culo fetido que tení' y anda a poner la mesa.

-Oh, la hueona pesada, con el "anda vo' perkin culiao" ya era suficiente, cuma culiá – dice Gabriel arrojándole un cojín con el escudo de Universidad Católica que Patty esquiva agachándose.

-No me andí' tirando tus cojines culiaos pasados a monja.

-Patty, ¿qué te tiene tan nerviosa? – pregunta Gabriel. Conoce a su hermana menor, sabe que algo le preocupa.

-Mañana va a venir el Fausto a comer pizza a mi casa, quiero preguntarle qué pretende conmigo y me da miedo que el culiao me deje en la friendzone, esa hueá me pasa, ¿feliz?

-No, obvio que no estoy feliz porque mi hermanita esta sufriendo por amor. Pero, por otro lado, si estoy feliz de que tu respuesta no haya sido: "¿Y qué chucha te importa a vo'? Feo culiao" – dice Gabriel con gracia – Patty, no sufrai' por hueones que no valen la pena, al Fausto no le veo faceta de pololear con alguien. ¿Sabí' quién me parece buen partido pa' ti? El Pablo, de hecho, escuché a los papás comentar que lo encontraron más decente a él que al Fausto.

-¿La pulenta? Gabo culiao, no andí' inventando hueás.

-No es ningún invento, pregúntales si querí' – dice Gabriel. Escuchan a alguien subir las escaleras, es Gladys.

-Gabriel, anda a poner la mesa. Le dije a tu hermana que te avisara hace rato – dice Gladys.

-Sí me avisó, ya voy – dice Gabriel bajando las escaleras.

-Mamá, no quiero comer carne con puré otra vez, ¿no me podríai' hacer un huevito revuelto? Porfis.

-Patita, ya estoy muy cansada. Mañana feliz te hago todos los huevos que quieras, pero ahora sentémonos a comer lo que hay porfa.

-Me lo hago yo entonces – dice Patty bajando las escaleras.

-¡Patty! Para ahí, no tenemos por qué estarte esperando a que resolvai' tus mañas pa' comer.

-Perfecto, empiecen a comer sin mí.

-¡No! Te vas a sentar y vas a comer lo que hay y punto – dice Gladys tajante. Patty baja las escaleras sin protestar – ¡más te vale que vayai' a sentarte! ¡No vayai' a la cocina! ¡Hoy tu hermano sirve la cena! – baja también las escaleras tras Patty.

-Patita, ¿pasa algo? – pregunta Gustavo.

-Papá, la mamá no me quiere dejar prepararme un huevo revuelto. No quiero volver a comer carne hoy, ya comí carne al almuerzo, estamos comiendo demasiada carne, y no sé ustedes, pero a mí me gustaría variar un poco. La cena familiar no tiene por qué cambiar solo porque yo coma algo distinto – dice Patty.

-Patty, tú no mandas en esta casa, pal almuerzo ahí te sirves lo que querai', pero ahora te sientas y comes lo que hay – dice estrictamente Gladys.

-A ver Gladys, tranquila. En algo la Patty tiene razón, estamos comiendo demasiada carne, está bien que la niña quiera variar comiendo otra cosa. Hija, anda y prepárate un huevo revuelto como tu quieres, nosotros te esperamos.

-Gracias papito – dice Patty yéndose a la cocina.

-Qué manera de malcriar a la Patty Gustavo. Más encima le dijiste que la esperamos.

-No le pongas tanto color, ¿cuánto se va a demorar? Solo un par de minutos – dice Gustavo. Gladys se sienta a su lado.

-¿Sabí' lo que me pasa? Me da miedo que se vuelva vegetariana. He escuchado harto que los jóvenes que empiezan a tener alguna mascota les da por dejar de comer carne.

-Y si fuera así ¿qué tiene? Ha comido carne toda su vida, ella sabrá lo que hace.

-No, ¡no lo sabrá! Entiende que estos cabros de ahora no tienen pensamiento propio, hacen todo por moda, y en el fondo, no tienen idea lo que hacen.

-Gladys, no tenemos por qué prohibirle a la Patty que pruebe cosas distintas, en el trabajo tengo colegas que me han contado que sus hijos se han vuelto vegetarianos, al principio es complicado acostumbrarse, pero bueno... es aceptable. Trata de tener más empatía con esta generación.

-No intentí' hacerte el joven, tú no erí' mucho más joven que yo como pa' darme lecciones de cómo empatizar con esta generación.

-Ahora entiendo a quien le sacó lo pesada la Patty.


Mira hacia el techo de su habitación con una sonrisa gigantesca, no ha dejado de pensar en todo el sexo que tuvo con Marcela. ¡Logró volver a venirse! ¡Y dos veces! Todavía no se lo cree. ¡Fue mágico! La puerta de su habitación está cerrada, puede hacerlo con cautela. Quiere probar si puede venirse él por sí solo masturbándose. Antes le ocurría lo mismo que cuando tenía sexo con una mujer, sentía que estaba por venirse, pero no lo lograba.

No necesita imágenes de apoyo, solo su imaginación. Cierra los ojos, tiene muy fresca la imagen de Marcela chupándole el pene. Empieza a tocarse, ya tiene su pene erecto, está excitado. Recuerda el momento en que cogió con Marcela en cuatro, pero no solo piensa en eso. Vuelve a imaginar que hace el amor con Sofía, se la imagina tanto en ropa interior como desnuda. Recuerda también, con algo de nostalgia, todas las veces que cogía fogosamente con su ex novia Rachel, antes de que su problema comenzara. En fin, ese problema ya terminó, y lo acaba de ratificar, se mira el abdomen y ve un charco de semen escurriendo. Tiene un rollo de papel higiénico debajo de su cama para limpiarse. Después de limpiarse vuelve a subirse el pijama, mira hacia el techo nuevamente y vuelve a sonreír. La vida le sonríe a Pablo más que nunca, aunque lamentablemente cuando está contento por algo siempre su mente busca algo que lo desmotive, y lo que su mente encontró fue que Marcela lo grabó chupándole la vagina. Si bien se dejó llevar por el momento, pero ahora se pregunta detenidamente, ¿Marcela será de confiar? ¿Cumplirá con no enviarle el vídeo a nadie ni comentarlo con nadie? Francamente lo duda mucho, ¿será capaz de enviárselo a Rachel? Pablo presiente que la amistad entre Marcela y Rachel podría estar en jaque y que a Marcela ya no le importa mucho, por lo que podría enviarle el vídeo solo para presumirle que su ex se la chupó.

-¿Por qué estoy tan preocupado? La Rachel ya no es mi polola – se dice Pablo a sí mismo. Pero la pregunta es: ¿está siendo sincero consigo mismo? Ahora que puede volver a eyacular una parte de su mente inevitablemente piensa en que existen posibilidades de que Rachel vuelva con él. Pero ya tendrá tiempo para pensar en eso, ahora Pablo quiere recuperar el tiempo perdido, fueron seis meses sin poder venirse y ahora no piensa en otra cosa que no sea coger, ya hablará con Marcela para ver cuándo vuelven a tener sexo. Pero le preguntará la semana siguiente, no quiere parecer tan necesitado ni tan desesperado. Ahora tratará de dormir feliz, mañana la marraqueta estará más crujiente que nunca y él estará de muy buen humor. Nada, pero absolutamente nada puede arruinarle esta buena semana.


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Sexo sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora