Antes de la historia tan conocida, de aventuras que permitirá recuperar una montaña repleta de oro, de las horripilantes garras de un dragón.
Una historia, casi tranquila, se desarrollo varios años antes, en la cual un pequeño pueblo le dio la mano...
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Pasaron unos días pero tal y como ella lo tenía planeado, llegó a la casa de Dis casi de sorpresa si no fuera porque en el camino se encontró con Balin quien probablemente informó a Thorin.
Ella golpeó varias veces la puerta, sonriendo cuando Thorin le abrió la puerta.
— Buen día, señor —saludo animada al enano.
Thorin parecía sorprendido, haciendo que la muchacha piense que Balin no le había informado nada.— No esperaba que vinieras hoy.
— Es la última visita —explicó, entrando a la casa cuando Thorin se hizo a un lado— Dis esta sanando de maravilla, no me sorprende si ya no hay rastro de fiebre.
Thorin se vio animado por esto, casi con alivio se podría decir.— Voy a despertarla, se acostó a dormir un poco después del almuerzo.
— Oh no es necesario —. Ella explicó mientras seguía a Thorin hasta la habitación de la joven— Solo vine a controlar la temperatura, todo debe estar bien si ella estuvo tomando los remedios y los tés.
Ante las palabras de la sanadora, Thorin hizo una leve mueca desviando su mirada. Esto llamo la atención de ella.
— ¿Estuvo tomando lo recetado? —habló con un tono completamente serio, pues si realmente quieren mejorar es necesario tomar los remedios por más horribles que sean.
El enano casi se congelo por un segundo al ver como el rostro de la joven, dulce en su momento se transformó en uno que hasta podría dar miedo si fuera enana. Se aclaro la garganta antes de hablar.— Los enanos no somos una raza fanática de las infusiones. Somos pocos quienes las disfrutan.
Un silencio se instalo entre ambos. Khalizy analizando si Thorin le estaba mintiendo. Y Thorin analizando si fue una buena idea decirle eso a Khalizy.
— Eso no significa no tomar algo para mejorar la salud de alguien. Es un pequeño sacrificio —ella hablo con las cejas fruncidas.— ¿Dis tomo lo recetado?
Volvió a reformular la pregunta, ahora cruzándose de brazos en la espera de una respuesta.
Thorin paso su manos por su cabello, desviando la mirada a su hermana, la cual estaba tranquilamente dormida. Ausente de que su hermano podría ser asesinado... con palabras.
— La infusión violeta si...
— ¿Y el té?
— Como te dije, no somos fanáticos —. Él no sabía porque, pero en ese momento estaba buscando la mejor manera de no obtener toda la furia de la joven sanadora— Así que no.
— ¡No! Por los Valar. De enserió no va a tomar el té por más que sea para su propio bien —ella hablo casi desesperada, aunque tratando de controlar su voy por la joven durmiendo.
— Es una adolescente. Si trato de obligarla a hacer algo haría todo lo contrario —. Explicó Thorin, dando un paso hacia la sanadora— Es un milagro que haya decidido quedarse en la cama todo el día.
