Versos sueltos 2.

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Cúlpame de mi locura,
de mis deseos insensatos,
de los ratos ingratos;
yo te culparé de usura,
por negarme la dulzura
que yace en tus buenos tratos:

Pues, pueden ser tan baratos
los dones de la hermosura,
derrochada sin mesura,
sin mirar mis arrebatos
o tus muchos alegatos:
jamás, a ti la amargura
te endulza hasta los zapatos.

¿Serás como yo? ¿Lloras?
¿Añoras como yo otroras?
¿Se te hacen largas las horas,
tortuosas, opresoras?
¿Sabrás que en mi paz moras
en ausencias y demoras?

¿Entiendes por qué enamoras
las ideas, quizá traidoras,
más bien ilusoras;
emociones delatoras,
cavilantes y soñadoras,
de un hombre del que no ignoras
ser cual el día a día que adoras?

Tienes frío aún si sientes calor,
tú, la de manos cálidas
y sonreír esperanzador,
tú, vida mía en estas vidas
de la mente, del amor,
y del espíritu; sonreídas
de júbilo halagador,
y esas miradas cándidas
vestidas de dulce pudor,
como de ángel que te olvidas
eres en el sueño mejor
de existencias divididas
vueltas el mismo estertor.

Poemario de un loco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora