El chico de la mochila roja

Parte 1

Querido chico de la mochila roja:

No se por que estoy escribiendo una carta que se que nunca llegara a ser leída, pero quiero que sepas que aunque eso no ocurra escribirte esto me liberará de alguna forma.

Todos los días desde la ventana de mi habitación, te veo pasar con tu incomparable mochila roja.

Todos los días me imagino que finalmente tomaré la iniciativa y me acercaré a a hablarte.
Todos los días emito un suspiro de anhelo hacia algo que nunca voy a tener. A ti.
No quiero sonar como las mujeres de las novelas que suele mirar mi abuela por la tarde, pero el simple hecho de verte me corta la respiración y siento que mi corazón se para por tan solo unos segundos para luego volver a latir con mucha fuerza. ¿Acaso me estaré volviendo loca? Por que la verdad, es que ya no se que hacer.

Se que nunca vas a mirarme, o hablarme siquiera porque vamos, ¿Quien le hablaría a una persona que escribe cartas a completos desconocidos? Nadie. Es por eso que desde un principio asumí que jamas te interesarías en mi. Aunque eso no me priva de decirte lo mucho que me intrigas...

Tu pelo se ve igual de descontrolado todos los días y tu mirada es la mas profunda que aya visto. Me gusta como cambias tus gorros (los que creo tienes miles), la manera en la que sonríes, y hasta como caminas. Todo en ti me gusta y no creo que sea normal.

La primera vez que te ví sentí que me quemaba. Aquel fuego inició en la planta de mis pies y fue creciendo hasta llenar cada espacio dentro de mi, y puedo asegurarte que fue definitivamente mucho mas poderoso que unas simples mariposas.
Aún lo siento cada vez que te veo pasar.

Me imagino que eres gracioso y no como las personas que intentan serlo, sino como un talento nato. Quisiera escuchar tu voz y estoy segura de que jamás me cansaría de escucharte hablar sin importar que dijeras...por que te querría de cualquier manera.

Porque, te quiero.

Mi amor por ti es mágico y te aseguro que no encontrarás amor de esta clase en ninguna parte y ninguna otra persona.
¿Pero que mas da? Siempre seguiré siendo yo. Y siempre seguirás siendo tú.

Por eso deseo desde lo mas profundo de mi ser, que sigas siendo tu por siempre y puedas encontrar alguien que te quiera casi tanto como yo.

Hasta siempre, chico de la mochila roja, nunca te olvidare..

Con cariño,

La chica que te espía por la ventana.