🍷| I'm yours to keep
and I'm yours to lose
you know I'm not a bad girl, but I
do bad things with you
Dónde Desirée con un buen sentido del humor y la moda ayuda a sobrevivir a Percy Jackson en el mundo divino
𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 | 𝐀𝐂𝐓𝐎 𝐔𝐍𝐎 “los premios son para las mentes maestras”
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“las Vegas”
━━ LAS VEGAS eran el lugar más amado y odiado por Desirée, lo amaba por qué era entretenido jugar con las maquinitas en los casinos había buena música y amaba pasar tiempo en la disco de los hoteles pero lo detestaba por qué su padre perdía la noción del tiempo en los juegos de apostar y ni hablar de cuantos millones perdía en estos, cosa que Desirée detestaba con su alma, o sea ¡Podía usar esos millones en ella! Pero ¡No! Los usaba en juegos.
── Recuérdame por qué vinimos a este lugar ── hablo en modo de reproche.
── Por qué es ¡Genial! y divertido ── respondió con diversión el mayor.
── Es por qué el Sr. Anthony recibiera un premio ── se metió en la conversación la secretaria de su tío a lo que Desirée asintió sin mucho interés.
Había olvidado aquel detalle. Anthony Leroy se la pasaba recibiendo premios todo el tiempo, por lo que se la pasaban en galas y grandes fiestas la mayor parte del tiempo.
No iba a mentir la rubia amaba estar en esas galas ya que servían comida bastante rica y ni hablar del vino, su gran adicción y la de sus hermanos. Los hijos de Dionisio tenían un debilidad por el vino, era la debilidad de todos ellos al igual que la de su padre y Desirée no era la excepción pero ser hijos del Dios del vino también tenía sus ventajas y es que tardaban en embriagarse.
── ¿Y tú por qué viniste? ── su mirada se fijo en la rubia de la misma edad de Anthony Leroy ── Digo... ¿No se supone que tú te harías cargo de la compañía? ── se excuso a su inmensa curiosidad.
── Vine a supervisar qué el Sr. Anthony no se embriagué y terminé en el piso frente a los paparazzis... Otra vez ── murmuró divertida lo último, aunque todos en la limusina la habían escuchado.
Desirée solto una gran carcajada ante la cara de indignación de su padre, de por si el recuerdo de Anthony Leroy en el piso extremadamente borracho frente a los paparazzis era gracioso la cara que había hecho el mencionado lo era aún más. Amaba a aquella mujer por recordarle uno de los momentos más humillantes del multimillonario.
── Eso no fue icónico ── continúo con sus carcajadas antes de dar grandes arcadas en busca de aire ── Sin duda uno de tus momentos mal humildes.
── Quieres ver el vídeo de la obra de Romeo y Julieta ── Desirée abrió los ojos a más no poder al recodar como se había vomitado cuando un niño de su clase la había besado en plena obra.
── ¡Oye! ¡Tenía ocho años! ── se quejo ── Eso fue un accidente ── movió su cabeza de un lado a otro intentando remover aquellos recuerdos.
