❝LUST ON LEAVE❞ ❖ 2SEOK | TRADUCCIÓN

❝LUST ON LEAVE❞

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LUST ON LEAVE
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“Pregunta”, dice Hoseok en el silencio de la noche. "¿Cuánto tiempo ha pasado desde que te acostaste?"

"¿Qué?" Seokjin sisea desde el otro lado de la habitación.

"¿Cuánto tiempo ha pasado desde que te acostaste?" —Repite Hoseok.

Está oscuro en la habitación del hotel, sólo la luz de la luna y las farolas distantes iluminan la habitación. Hoseok está exhausto. Ambos lo están.

Han pasado aproximadamente dos horas desde que terminó el concierto de Yoongi. Y les quedan unas seis horas hasta que tengan que levantarse y estar listos para regresar a sus bases. De vuelta a servir, de nuevo a las madrugadas y a los saludos y ladridos de órdenes. Volver a no verse.

Y, sin embargo, a pesar de que les queda muy poco tiempo para descansar, Hoseok no puede conciliar el sueño. El patrón de respiración al otro lado de la habitación le permite a Hoseok saber que Seokjin tampoco puede.

Demasiada adrenalina. Demasiada emoción. Hoseok todavía puede sentir el bajo de la música resonando en su cuerpo. 

Desearía que los dos estuvieran afuera con Yoongi y Namjoon en este momento, celebrando. Pero no lo están. No pueden.

Al menos los dos están juntos.
Nunca hubo dudas sobre si compartirían una habitación de hotel o no. Han pasado sus primeros años como grupo rogando por habitaciones de hotel separadas, pero ahora... En el momento en que a Seokjin y Hoseok les dijeron que podían obtener permiso en la misma fecha, estaban reservando una habitación de hotel.

El concierto fue increíble. Fue un recordatorio tangible para Hoseok de todo lo que le espera una vez finalizado su servicio. La emoción, el ruido, la energía de la multitud. La sensación de que sus miembros estaban a su lado. No quería que terminara.

Incluso de camino al hotel, con Seokjin en el auto a su lado, Hoseok no podía dejar de sonreír, no podía dejar de hablar, no podía dejar de tocarse . El solo hecho de estar tan cerca de Seokjin otra vez – de cualquiera de los miembros – lo llenó de alegría. Siguió alcanzando a Seokjin, sosteniéndolo cuando hablaba, golpeándolo cuando hacía bromas, apoyándose en él cuando no lo hacía. Todo lo que pudo.

Y Seokjin era exactamente igual. Misma energía. Misma necesidad de contacto físico. Inquieto pero jodidamente feliz.

Llegaron al hotel, se ducharon y siguieron hablando. Sólo hablé y hablé y hablé. Sobre cualquier cosa y todo. Sobre el ejército y sobre estupideces. No pude callarme. Cualquiera de ellos.
Hoseok se quitó nada más que un par de boxers y se sentó en la cama. Cómodo. Muy, muy cómodo en comparación con las sábanas rígidas y los colchones más rígidos en la base. Seokjin, vestido con una camisa y boxers, se hundió en la cama con el tipo de gemido que era tan lascivo que parecía sacado directamente de una película porno.

Hoseok se rió de él. Pero no se rió por mucho tiempo. En el momento en que su espalda golpeó el colchón, él mismo estuvo prácticamente al borde del orgasmo.

Suave, lujoso, caro. Hoseok se retorció entre las sábanas y gimió también. Realmente nunca olvidó lo que era no tener dinero, nunca había tenido problemas con un entorno más simple porque eso es con lo que creció, a lo que estaba acostumbrado, pero joder ... Después de cuatro meses de servicio, que me recordaran lo que es ser rico fue jodidamente increíble. 

Y ahora ambos están aquí, acostados en estas increíbles camas. Los despertadores puestos, las luces apagadas, el lunes asomando ante ellos.
Y silencioso. Finalmente guardan silencio. Muy silencioso. Joder, Hoseok lo odia.