Aᴍɪɢᴏs.

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Los meses pasaron y Lukas y yo nos volvimos muy unidos, demasiado, hablamos todos los días, salimos las veces que podamos, demasiadas cosas, simplemente, conectamos muy bien.

Lu 𖹭

Hey, Meli, puedes salir hoy?

Hola, Luu, si, si puedo, ¿A qué hora? Para arreglarme de una vez

Okay, paso por ti en 30 min., te parece?

Sí, está bien, iré a arreglarme

De todas maneras te ves bonita, pero bueno, te veo al rato, chao

Chaoo, gracias, te quieroo 𖹭

Yo más 𖹭

Me arreglé lo más rápido posible para que me sobrara tiempo y así fue, me sobro tiempo, lo utilicé para recoger todo el desastre que había. Pasaron los diez minutos y escuché el timbre e inmediatamente bajé a abrir. Sí, Lukas siempre es puntual.

— Hola, Mel, ¿Nos vamos? — dijo recargado en el marco de la puerta.

— Claro, vámonos, no sé a dónde, pero vámonos. — acepté y caminé hacia su auto.

Él se apresuró para abrirme la puerta del auto, como de costumbre.

— ¿Y a dónde vamos?, no dijiste a donde. — pregunté en cuanto se subió al auto.

— Oh, vamos al cine, vi que había películas muy buenas y es por eso que decidí invitarte. — respondió mi pregunta mientras prendía el auto.

— Bueno, que bueno que traje dinero, para que no gastes mucho. — dije convencida de que iba aceptar.

— No pagarás nada y lo sabes, a parte yo te invite, yo debo pagar. — respondió en un tono serio.

— Ash, está bien pero un día debo pagar yo algo. — dijo en un tono enojada, pero en broma.

— Ya veremos... — me respondió para después seguir manejando.

Todo el camino lo estuve observando por ratos, no sé, pero se veía muy guapo manejando serio. Mejor no pienso en eso se va a malinterpretar-

— ¿Por qué me miras a cada rato? ¿Acaso piensas que no siento tu mirada? — preguntó divertido.

— ¿Qué? Ah, este... Es que no tengo nada que hacer y por eso te miro a ti, no sé, es para distraerme. — excusé y/o mentí, obviamente no le iba a decir.

— Bueno. De hecho te iba a avisar que ya llegamos, solo deja estaciono en auto y bajamos. — avisó estacionando el auto.

— Okay, está bien. — respondí.

Al llegar al cine pedimos boletos para la película que veríamos y compramos las frituras, desafortunadamente, a Lukas se le ocurrió elegir una de terror, un clásico.

— ¿Por qué elegiste una película de terror? Habían más opciones. — le pregunté viendo los boletos.

— Vamos, va a ser divertido, no me digas que no te gustan las películas de terror. — respondió divertido.

- Si me gustan, pero no sé, me espanto mucho. - le respondí.

Llegamos a la sala y nos sentamos en nuestros lugares asignados y empezó la película.

La película iba bien, hasta que empezó el terror, yo solo quería irme, estaba muerta de miedo y no me quería quitar las manos de mi cara.

— ¿En serio?, ¿No te gustaban?, Jajaja, te ves demasiado graciosa cuando tienes miedo. — se burló mientras tomaba palomitas.

— No te burles, es que si da miedo. — decía aún con las manos en la cara, no quería ni agarrar palomitas.

— ¿Quieres irte? Fuera de broma, te ves muy asustada, si quieres podemos irnos, no importa. — preguntó Lukas un poco preocupado.

— No, no, está bien, es de terror, obviamente voy a reaccionar así. — respondí, no quería arruinar la salida.

— Está bien, cualquier cosa me dices, debes estar cómoda. —

Terminó la película, caminando por el centro comercial encontramos una tienda de café, como era de noche, decidimos ir por unos.

— Mi café está demasiado bueno, te lo agradezco mucho, Lu. — agradecí saboreando mi café.

— Sí, están demasiado buenos, y no hay de que agradecer. — respondió. — ¿Puedo probar tu café? —

— Síp, toma. — le dí mi café; no sé si fue accidentalmente, pero como llevaba un labial un poco notorio, se marcó en el vaso del café y justamente Lukas le tomó de ahí, fue un beso indirecto.

— Gracias, está buenísimo. — agradeció como si nada estando un poco manchado de mi labial.

— Lu, tienes una mancha, déjame quitarte la mancha. —

— Oh, sí. —

Después de su respuesta me acerqué a él para quitarle la mancha del labial. Al estar tan cerca de el se siente raro, me empecé a poner nerviosa, pero lo supe controlar, el solo se quedaba quieto viéndome mientras quitaba la mancha.

— Ya está, ya no tienes ninguna mancha. —

— Gracias, Lissi. — agradeció.

— ¿Lissi? — pregunté extrañada.

— Nuevo apodo, te molesta? — preguntó.

— No, para nada. —

— Bueno, ya hay que irnos. — dijo para dirigirse al estacionamiento y yo fuí tras él.

Me dejó en mi casa, al llegar a ella, lo único que dije fué "Solo somos amigos", solo eso, Melissa.

Cᴏɴᴇxɪᴏ́ɴ ᴜ́ɴɪᴄᴀ ǫᴜᴇ ɴᴜɴᴄᴀ sᴇ ɪʀᴀ́. || Lukas UrkijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora