Amargura Luminosa, la contra parte del Oscuro Éxtasis.Un lugar lleno de casas, paz, color y, sobre todo, nada de tratos con entidades malignas.
Aunque este sitio esté repleto de hogares, tan solo residen en uno de ellos tres personas.
Los únicos sobrevivientes del Oscuro Éxtasis.
Fabrizio, el castor, el primer desafortunado.
Mildred, la gata.
Betsy, la yegua, de las pocas que dio pelea contra aquel monstruo carnívoro.
...
Amargura Luminosa, a pesar de no cumplir deseos o algo por el estilo, si ofrece calma, positividad y cielo despejado de por vida.
...
Y, obviamente, nada de entes malditos.
...
¿Verdad?
...
En uno de los numerosos hogares, más precisamente en la sala, se encontraba a la joven felina de cabello azulado. Esta construía una especie de torres de libros, estando arriba de un pequeño banco para obtener más altura y seguir colocando más de estos. Mientras tanto, la equina ponía un colorido mantel sobre una hermosa mesa, para después utilizar su varita e ir trayendo vasos y cubiertos que iban levitando hasta llegar a la mesa. El escuchar tararear a su amiga hizo que prestara algo de atención en lo que hacia.
–¿Mildred? ¿Otra vez esa torre de libros?
-Preguntó obvia-–Por supuesto que si. ¿Sabes cuantos pude ordenar el lunes? ¡23! Esta vez quiero romper mi marca y llegar a los 35 -Dijo con emoción, tratando de no perder equilibrio-
–Pues... Usa tu magia para apilarlos, sería más sencillo.
–Si es sencillo, no es divertido.
-Respondió-–Hmph... De hecho, es un buen punto.
Mientras Betsy pensaba un poco en lo que ella le dijo, Mildred ya terminaba de poner los últimos libros. Pero no siempre la suerte pudo estar de su lado. Al momento de querer colocar un libro grande, uno de Biología, tanto la torre como ella comenzó a perder el equilibrio. Su amiga no se quedaría de brazos cruzados. Mildred gritó y estaba cerca de caer al suelo. Rápidamente con su varita salvó a la pequeña de caer al suelo, pero no pudo hacer lo mismo con esa gran pila de libros, la cual la felina se esforzó mucho en ordenarlos.
–Oh, Mildred, tu torre... -Exclamaba sintiéndose culpable-
–Tranquila, Bet's. Intentaré hacer esto más tarde, quizás después de almorzar.
"¿Que pasó allá? ¿Todo bien?"
La voz de un hombre mayor y su inconfundible habla rioplatense que provenía de la cocina, se acercaban a la sala. En la entrada de la misma, aquel castor de barba gris, llevando puesto un delantal, se acercaba con algo de tranquilidad.
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TRES PUNTOS SUSPENSIVOS (Continuación de OSCURO ÉXTASIS) - Summer Camp Island
Fanfiction...