A la mañana siguiente, siento que tocan mi brazo de forma dudosa.
- Lili, es hora. Desayunemos y vamos con Trisha.-susurra Leo.
- Cinco minutos más...- gimo y me acomodo en otra posición.
- Está bien, en lo que hago el desayuno.
- Mmh-hmm.
....
- Lili, ya pasaron 15 minutos, baja a desayunar-me mueve.
- Ño.
- Lili...-advierte.
- No quiero.- replico.
- Conste que me obligaste.- Siento que me toman de la cintura. Leo me carga suavemente y bajamos la escalera. Me pone en el suelo y sonrie- Vaya que eres dormilona.
Parpadeo varias veces mientras camino lentamente hacia el baño de la planta baja para lavarme la cara y sujetarme el cabello con un chongo mal hecho.
Me siento en una mesa para cuatro personas, Leo se pone frente a mí. Así que comenzamos a desayunar; son panqueques con frutos rojos y leche fría. Bendita sea la leche fría.Luego de unos minutos escucho la vibración de un celular, checo mis bolsillos y no es el mío. Leo frunce el ceño y de sus bolsillos traseros saca su celular.
-¿Qué pasa, Valiant?-pregunta mientras bebe de su vaso. Es cuando noto los rasgos de Leo, está pensativo y lleva como siempre su ceño fruncido, al parecer le encanta tener esa cara de pocos amigos.-No, las crías no deben salir de un radio de 2 kilómetros, no dejes que se acerquen al río. Ha estado lloviendo y puede que se desborde.-Explica y se lleva su panqueque a la boca, de un sólo mordisco, casi se lo acaba. Mastica mientras escucha. Ahora me ve fijamente mientras me chupo mis dedos a causa de que le agregé demasiada mermelada a mi desayuno. Él hace un sonrisa satisfecho, pero no sé si es por algo que dijo Valiant o por lo que hice. Tuerzo los labios y opto por mejor limpiarme con una servilleta. Escucho un gruñido en la garganta de Leo mientras me sigue mirando, su sonrisa desapareció. Parece que lo que escucha no le gusta.-No me voy a separar de ella.-ahora gruñe más fuerte.-¡Una semana más! ¡Dile a Snow que te ayude!-Muerde con más brusquedad y toma lo que resta de leche en su vaso.-Sí, lo sé. Voy a hablar con Glow. Tu hembra no debe meterse con ella. Ya saben cómo es.-Rueda los ojos y me ve, su mirada repasa mi rostro y extiende su mano hacia mi mejilla, quita algo y me enseña un boronita de pan. Yo asiento agradeciendole, él frunce el ceño y niega con la cabeza, como diciéndome que no debería agradecer. -Bueno, cualquier otra cosa estoy en contacto. Sí, sí. Adios.-Cuelga y deja su celular a lado de su plato.
-¿Algo importante?-pregunto para después comerme mi segundo de mis tres panqueques.
-No.-niega.-Sólo querían saber cuándo voy a regresar a trabajar.
-¿Y eso es?
-Cuando te hayas terminado de instalar y esté consiente que estés completamente sana.-Come su último panqueque.
-¡Pero estoy sana!-me levanto de la mesa y doy una vuelta extendiendo los brazos hacia los lados.-¡Mírame!-Él me ve fijamente y ronronea, lo identifico porque he escuchado a Flame hacer lo mismo, aunque el de Leo se escucha un poco diferente, más grueso y profundo. Frunzo el ceño. -¡De esa forma no! Me refiero a que debo regresar a casa para que ambos regresemos a nuestras vidas diarias.
-No.-sentencia firme.
Suspiro escandalosamente y sigo desayunando.
He escuchado que los machos interesados en mujeres humanas se ponen muy dominantes desde el inicio, sobre todo los que no tienen contacto con humanos. Eso me advirtió Flame por si acaso viene... alguien... Dijo que no me lo tomara personal y sólo me relajara.
Maldito traidor, él sabía que Leo estaba interesado en mí y que si no mantenía a los machos alejados de mí, él vendría.
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Leo. Nuevas Especies
RomanceLa historia es mía y la creación de los libros de las Nuevas Especies es de nuestra diosota Laurann Dohner. Espero les guste.