23 de Junio
Ayer no quería saber nada de ti, tuve un mal día. Me sentía mal.
Hoy te vi, y como si nada hubiese pasado, seguiste igual de feliz que siempre. Yo no, yo estaba destrozada, perdida confundida.
Todas estas palabras te las dedicaré, aunque no las leas. Te dedicaré frases, canciones, libros de amor y te regalaré mis pensamientos, mi escritura, mi arte, mi poesía y mi corazón.
Me haces muy bien, me haces muy mal.
Me confundes, me enamoras.
Pero tú a mí no me quieres.
Muchas personas me han dicho que no vales la pena, que eres un idiota, o que simplemente no eras para mí.
Pero te sigo soñando. Te sigo amando. Te sigo extrañando.
Me hace falta un café. Un café cargadísimo, y un beso. Un beso cargadísimo de tu amor.
¿Qué patético no? Amamos a la persona que más nos hace daño. Y las dejamos que nos dañen, porque simplemente esa persona es única. ''Hay muchas personas más'', tonterías, nunca encontraré a alguien como tú.
Me dejo dañar por ti.
Tú ni me conoces bien.
A lo mejor ni te sabes mi nombre.
Pero no me importa.