Capítulo 5

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31 de Octubre de 1980.

Habían pasado ya unas cuantas semanas después del pequeño festejo para nombrar a los padrinos de Harry. Todo parecía transcurrir de una manera bastante buena, a Sirius se le veía un poco más alegre, Remus era más que feliz si Sirius lo era, James estaba tan feliz de tener a su pequeño hijito entre sus brazos al igual que Lily, Peter simplemente era...Peter, aunque últimamente se le veía bastante raro.

Para los merodeadores todo iba demasiado bien...como para ser verdad puesto que ese día de Halloween, el primero en la corta vida de Harry Arcturus Potter había tomado un giro muy inesperado, se había comenzado a esparcir el rumor de la profecía que hablaba del que el-que-no-debe-ser-nombrado y cierto bebé nacido a finales del séptimo mes.

James, Lily y el pequeño Harry tuvieron que ocultarse bajo muchas protecciones mágicas para que no les pasará nada, estaban apartados de la sociedad y ahora Dumbledore les pedía escoger un guardián.

El miope no lo tuvo que pensar más de dos veces para saber que escogería a su hermano del alma, Sirius Black, Remus y Peter estaban enterados y apoyaban la causa.

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Los días pasaron y se convirtieron en semanas, las semanas en meses y se empezaba a sentir tedioso estar resguardados y alejados de todo y casi de todos, los Potter comenzaban a sentir que si seguían así se volverían locos.

Todo empeoró cuando surgió una problemática más, uno de sus tres amigos de toda la vida, a quienes consideraba sus hermanos, uno de ellos podría traicionarlo a él, a su esposa y a su hijo. Pobre Harry, paso su primer año y su primer cumpleaños encerrado pero era todo porque estuviese a salvo.

Un día de estos, lúgubre y sin emoción, una carta había aparecido en la ventana de la habitación en la que ahora se hospedaba Sirius pues los habían separado y les tenían vigilados a los tres amigos para descubrir quien era el traidor, al parecer traían una información que le serviría para encontrar al traidor.

En la carta se podía leer una dirección cerca y una hora exacta, el joven Black no se lo tuvo que pensar y se alistó para salir, haría lo que fuese, lo que estuviera en sus manos para saber, para encontrar quien era el impostor, él temía cualquier respuesta y esperaba que en realidad fuese una cuarta persona, puesto que no podía imaginarse a ninguno de sus amigos apuñalando por la espalda el hombre que los apoyó durante toda su juventud, a él James le ayudó cuando escapó de casa de sus padres por el constante maltrato, a Peter le brindó su amistad y amor defendiendolo contra todo ser que lo molestaba en la escuela y a Remus cuando nadie quería acercarsele porque era un "cerebrito molesto" siempre estuvo para él.

James Fleamont Potter era el ser más amable, comprensivo, amigable y divertido que podría tener alguien a su lado, era un sol que irradiaba entre la oscuridad y Sirius lo admiraba bastante, era su hermano y no permitiría que nadie se le acercara a él y a su familia, sentía que le debía bastante y le regresaría de alguna forma todo lo que hizo por él.

Al llegar al lugar se encontró a una figura relativamente pequeña con una capucha, era Peter, Sirius se sobresaltó y estaba algo confundido.

— ¿Pete...? — Se alejó un poco por si las dudas, odiaba tener que desconfiar de su amigo pero eran tiempos difíciles.

— Sirius tienes que escucharme...— Peter miró al piso y exclamó —. Remus es el traidor

Sirius retrocedió más, no, estaba incrédulo, la afirmación le dejó estático y su corazón se aceleró.

𝙿𝚞𝚛𝚎 𝙸𝚖𝚊𝚐𝚒𝚗𝚊𝚝𝚒𝚘𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora