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Sanji se quedó solo en el lujoso apartamento, sintiéndose abrumado por la generosidad de Zoro. Observó a través de las ventanas la ciudad que se extendía ante él, tratando de procesar todo lo que había sucedido en tan poco tiempo. La sensación de tranquilidad era nueva y extraña para él, seguía teniendo miedo al mañana y lo que sucederá después.

Sin tener noticias de Ace, la culpabilidad abrumaba a Sanji. Las lágrimas caían sin cesar mientras se arrodillaba en el suelo, abrazándose a sí mismo. El terror y la sensación de ahogo regresaban, a pesar de estar rodeado de policías. Ace tenía la habilidad de conseguir lo que quería y siempre estaba al tanto de todo. Era difícil no sentir ese miedo, incluso en un entorno seguro.

(Todo es mi culpa....) (Todo es mi culpa....) (Todo es mi culpa....)

Sanji luchaba contra la espiral de pensamientos oscuros que lo envolvían.
El sonido del timbre interrumpió sus pensamientos. Temeroso de la posible persona detrás de la puerta, trago saliva, limpio sus lágrimas con el dorso de su mano y poco a poco se fue levantando para abrir la puerta. Respiró hondo. Seguro que su aspecto es horrible y patético.

—¡Sanji!—Vivi lo abrazó fuertemente al abrir la puerta, sorprendiéndolo y casi haciéndolos caer a ambos—¡Estás bien!—comenzó a llorar la chica sin soltarlo en ningún momento—. Estaba tan preocupada. Gracias al oficial Luffy, pude llegar aquí. Me dio el permiso y los demás oficiales me dejaron entrar. Lamento no haberte avisado, todo sucedió tan rápido.

Sanji limpió las lágrimas de Vivi con sus pulgares.

—Descuida, Vivi. No estoy molesto. Solo les he dado problemas a ti y a los demás. Parece que es mi mejor talento —agachó la cabeza.

—¡Hey! No digas eso de nuevo. ¡Somos amigos! ¿Crees que te dejaría en una situación así? —Vivi se cruzó de brazos— Vamos a sentarnos y relajarnos. Estás abrumado por todo. Vine a ser tu apoyo. ¿Has comido algo?

Se acomodaron en el amplio sofá en forma de "L" blanco.

—Aún no. El oficial Roronoa dijo que me traerán la comida. No estoy seguro si hay despensa en la cocina. No he podido darle un vistazo al lugar.

—¿Qué tal si le damos un recorrido? —sugirió la chica—. Este lugar parece un sueño. Me encanta la vista. Vendré más seguido.

—Eres bienvenida siempre—quiso sonreír, pero en cambio, salió una expresión extraña.

—Andando entonces—. Vivi se levantó y le tendió la mano.

En ese elegante departamento, los suelos de mármol brindaban una sensación fresca bajo los pies, mientras que los muebles de diseño exclusivo le daban un toque moderno y acogedor.

En la cocina, relucían electrodomésticos de última generación, invitando a experimentar con delicias culinarias. Los ventanales amplios ofrecían vistas impresionantes, creando un telón de fondo fascinante. Además de la gran barra. Sanji estaba fascinado, era como el diseño de sus sueños, espaciosa y con un buen estilo.

Después, exploraron el dormitorio principal. Una cama king-size con sábanas suaves grises se presentaba como el refugio perfecto. El gran armario, con un espejo de cuerpo completo, confirmaba las palabras de Zoro sobre la abundancia de ropa. No obstante, olvidó mencionar que el armario estaba casi rebosante y que la ropa lucía sorprendentemente costosa. El baño, equipado con jacuzzi y ducha de lluvia, añadía un toque de lujo para relajarse. Sanji y Vivi quedaron asombrados por la ostentosidad del lugar; parecía un verdadero paraíso, o al menos eso afirmó Vivi al verlo.

—Este lugar es asombroso, sin duda te sentirás cómodo aquí, y saber que Zoro-San está arriba es reconfortante; me siento aliviada. Vamos, Sanji, tómate un momento para esfumar esos pensamientos

𝕌𝕝𝕥𝕣𝕒𝕧𝕚𝕠𝕝𝕖𝕟𝕔𝕖 ||| ᴢᴏꜱᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora