𝟰

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1376 palabras

Una vez dentro de la casa ambos fueron recibidos por el cariñoso abrazo de la madre de Emma, Rose, Levi pudo observar el gran parecido que tenían ambas, sin duda la muchacha había sacado el hermoso cabello de la madre, rojo como el rubí. Sin embargo Rose poseía unos hermosos ojos verdes mientras que los de Emma eran color púrpura. Amabas eran de la misma estatura, además Levi pudo observar el rostro de la mujer gentil y amoroso, calculaba que aquella señora tenía cerca de los 50 años aunque se mantenía saludable para aquella edad. 

Rose sonrió al muchacho y le invitó a pasar-Es un honor que esté en mi casa capitán, gracias por cuidar de mi niña- habló la mujer abrazando a su hija

-Gracias por la invitación Señora-

-Llámeme Rose, ya es usted de la familia- prosiguió la mujer haciendo que su hija quisiera que la tierra le tragase. Sin más Levi asintió y se dirigieron hacia el comedor, donde la madre de Emma había preparado ya el Té y varias tartas, al decir verdad las horas pasaron rápidas y Levi se sintió demasiado a gusto escuchando los relatos vergonzosos que contaba Rose sobre su subordinada, Emma sin duda tenía razón, su madre preparaba el mejor té que había probado nunca, incluso mejor que el que se preparaba él mismo, por no hablar de la tarta de queso para su gusto era mucho mejor que la de zanahoria. Disfrutó de la tarde como no lo había hecho hace mucho tiempo, gracias a la acogida que Rose le dio volvió a sentir que tenía un hogar, un lugar donde no sería juzgado, un lugar en el que dejar de ser "el soldado más fuerte de la humanidad" y por ello daría todo lo que fuera de él para que Rose y Emma estuvieran a salvo, al menos para que Emma no perdiese lo que él no tenía.

Unos minutos después Emma empezó a recoger, él se levantó para ayudarla pero con un gesto la pelirroja menor le indicó que ella lo haría, sin más que hacer Rose habló primero.- Es una niña todavía, sin embargo tuvo que madurar pronto. Su padre nos abandonó cuando se enteró que estaba embarazada ella, me imagino que no se lo habrá contado, no le gusta hablar de ese tema-

-No tenía ni idea, siento que pasara eso- Levi podía entender ahora que Emma prefiriese estar siempre rodeada de chicas y no confiase en los chicos, aunque la relación con los hombres de su escuadrón era menos tensa seguía siendo incómoda, más cuando Auro habría la boca y soltaba alguno de sus comentarios machistas.

-Ninguno niño la aceptaba, sus madres les metían en la cabeza que era bastarda hija de una bruja y cuando ella intentaba hacer amigos los niños la tiraban piedras. Así que pasó la mayor parte de la infancia conmigo en el consultorio, yo la enseñé todo, no me arrepiento, pero a veces no puedo evitar que fui una mala madre al no mudarme y empezar de cero con ella en un lugar en el que no nos conociesen- suspiró la mujer

-Nunca lo podrá saber, las cosas son como fueron, pero créame eso no le determina mala madre, de hecho la mocosa la ama y siempre que habla de usted como si fuese una heroína que salvó vidas- Rose rio con lágrimas en los ojos

-Me alegra escuchar eso, no lo digo porque sea mi hija, pero tiene un corazón muy puro, de esos que ya no se encuentran en ningún lugar, y...- La mujer hizo una pausa no muy convencida de lo que iba a decir- tengo miedo capitán, de que ese corazón suyo se tiña de maldad ante lo que ven en la legión, la humanidad está podrida, ella lo ha podido ver desde pequeña, no merece la pena luchar por ella, y aún así, sigue teniendo esperanza- Levi quedó estático, la mujer tenía razón, él lo había visto con sus ojos en el subterráneo, la sociedad era una jodida mierda, un corazón como el de Emma peligra mucho en este mundo, a pesar de todo esto, ella luchaba por todas las personas que la insultaron y le tiraron piedras cuando era pequeña, un corazón como el de la muchacha era digno de admirar y de cuidar.

-No le voy a mentir, la legión te cambia, ves el lado más feo de la humanidad, pero también disfrutas de la libertad de fuera de los muros. Levi hizo una pausa y continuó diciendo lo que nunca pensó que volvería a prometer en su vida. -Le prometo que cuidaré de su hija-. Levi se llevó una mano al pecho estremeciendo a la mujer que con lagrimas en los ojos le agarró de la mano

-Capitán muchas gracias por todo- la mujer le soltó al momento en el que Emma volvió a aparecer por la sala.

***

Finalmente mientras se Emma se despedía de Rose y Levi cargaba la carreta con algunas medicinas que solicitó la muchacha escuchó la conversación de amabas.
-Prometo que cuando vuelva de mi primera expedición vendré a saludarte- Ambas llevaban cerca de dos minutos abrazadas.

-Así sé que será- Rose besó la frente de su hija y esta se dirigió hacia la carreta, haciendo que Levi se despidiera también de su madre. -Capitán gracias por su visita, esta es su casa, vuelva cuando lo desee- El azabache asintió y ambos partieron de la casa despidiéndose de la mujer. Pudo observar por el rabillo del ojos como Emma se limpiaba unas cuantas lágrimas que habían caído mientras se despedía de su madre.

Fue una de las mejores tardes que el mayor tuvo, y pudo un poco, explicarse a si mismo los sentimientos que acechaban dentro de él, entendía que Emma no era una chica como el resto, ella había tenido una infancia de mierda, pero, aún así quería a la humanidad, cualquiera que hubiera vivido lo mismo que ella querría destruirla no salvarla. Pero otra vez, ponía en relieve que ella no era igual a lo demás, era terca, sentimental, increíblemente inteligente y servicial, sin duda todo ello venía de la mujer que acababa de conocer, Emma era un enigma tan fácil de leer y a la vez tan difícil, tan sencilla y a la vez tan compleja, tan perfecta y a la vez tan hecha un desastre. 

Y a Levi eso le llamaba la atención, le llamaba la atención su hermosa cabellera que no había visto nunca con ese color en su vida, el cariño que emanaba de dentro de ella, siempre queriendo ayudar a los demás cuando ella se encontraba a punto de romperse en pedazos, lo había podido observar más de una vez con Petra, quién siempre le contaba sus problemas sin tener en cuenta que la pelirroja había tenido un día de mierda y ella también necesitaba llorar, pero se tragaba sus lágrimas y con cariño aconsejaba y cuidaba a la otra chica.

Para Levi era un enigma porque era igual que él, siempre anteponiendo a los demás antes que a ella misma, era idéntica a él, aunque Emma mostraba sus emociones; era alegre, simpática, habladora y muchas veces no tenía filtro. Sin embargo Levi, era calculador, frío, desconfiado y muchos lo catalogaban como antipático, pero por dentro él se mostraba así por todas las pérdidas a las que tuvo que hacer frente desde que era pequeño, ¿cómo iba a ser un niño que desde los 8 años fue criado para matar? ¿qué esperaban que fuera un osito de peluche? Obviamente que no.

Por eso de vuelta al cuartel Levi se prometió que cuidaría de la muchacha, que la protegería y que ganaría más y más confianza con ella para poder cuidarla de cerca, también se prometió que hablaría con Erwin para aclarar aún mas lo que llevaba dentro -aunque le costase-. Y por último se prometió que cumpliría la promesa que le hizo a su madre y se permitiría sentir que en la casa de ambas muchachas había encontrado un hogar, aquel que hace mucho no tenía y todo era gracias a aquella médica pelirroja que en aquel instante swntada a su lado admiraba el atardecer con los ojos más puros de dentro de las murallas.

MIDNIGHT RAIN. LEVI ACKERMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora