Capítulo 2

62 4 0
                                    

Estaba tumbado en el suelo, en un grandioso salón con una mesa que llegaba de punta a punta de la sala. Del techo colgaban banderas negras con el dibujo de un oso que se alzaba victorioso. Me levanté y vi al caballero que me había llevado hasta allí a rastras, no sabía si habían pasado cinco minutos o dos meses... De repente escuché un grito:
-Ish! Por qué lo has dejado en el suelo del comedor?
-Eh... Lo siento...
-Rápido, traeselo al rey! Ha convocado un juicio por este tal James!
Ish, el guardia que me había descrito el "magnífico" reino de ReckPald, tan noble y orgulloso cómo parecía a simple vista, ahora tenia las facciones de la cara deformadas por el miedo que aparentemente le daba esa vieja mujer que la mandaba prisa...
-Ya voy, Suzanne...
Y así lo hizo, me cogió del brazo sin demasiados miramientos y me guió hasta la puerta de una gran sala, de repente soltó:
-Vas a ver al rey, preparate, pues si te desterra de RackPald te mataré con mis propias manos y...
De repente, dejando a Ish a media frase, la gran puerta se abrió, dejándonos a Ish y a mi como centro de atención; pues había unas graderías dentro de la sala enfocadas únicamente a la gran puerta. Hice una hojeada rápida a las graderías y me pareció que estaban divididas en tres partes: en la cumbre de la gradería estaba todo el poblado. Supe que era el poblado porque no iban tan bien vestidos como los nobles, que se encontraban en la gradería central, mientras que el rey y su família estaban a mi altura, arras de suelo, eso me permitía mirarles a los ojos, observarles bien. El rey estaba sentado en un gran trono. A penas tenía veinte años, con acné aún adornándole la redonda cara. Will el valiente tenía unos brazos que le llegaban a las rodillas, ropa ancha para disimular la gruesa capa de grasa que tenia por barriga y una estatura digna de admirar, era gigante! A su lado estaba Suzanne, la mujer que había gritado a Ish, era una mujer realmente vieja, llena de arrugas, pareció ser algo parecido a una bruja, una adivina: pues llevaba una ropa fuera de lo común, y un largo palo a modo de varita.
-Ish! Quién es este hombre?-exclamó el rey.
-Oh, honorable rey, ha suplicado entrar desde fuera del castillo por miedo a los vándalos-se escuchó ruido de desaprobación en la grada-se llama James Thornton, le gustaría tener estancia en el fantástico reino de ReckPald.
-Vete de aquí, Ish, por hoy ya has hecho bastante faena-dijo Will, parecía enfadado con Ish: hasta que no se fue no continuó-así que quieres estancia en mi reino... Dime, James Thornton, que le podrias aportar tu a este reino?
-Le serviré hasta el fin de mis dias, Will el Valiente, deme tantas tareas como usted quiera, las cumpliré todas con creces, no le quepa duda.
-Tienes coraje, Thornton, eso lo admiro, pero quien me garantiza que vaias a cumplir tu palabra? Mira a Ish, permanece en el reino después de traicionar a ReckPald buscándose enemigos por el mundo... Sigue vivo por ser mi hermano, pero si tu me traicionases... No eres mi hermano: pues irías derecho hacia el fondo del hondo foso que proteje a este reino de las malas presencias que intentan quebrar la seguridad del gran castillo... Correrás el riesgo por poder pasar lo que te queda de vida en un gran reino como es ReckPald?
-Por su puesto, mi rey.
-Pues bienvenido seas, James Thornton, ahora estas en tu casa! Pero antes tengo trabajos para ti...

The Rubish SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora