1// Cinco Noches Fuera de Freddy's Sister Location

NOCHE 1

Paola estaba sentada dibujando en su escritorio. Llegaron las 11 de la noche cuando la chica se levantó y fue a la cocina, en silencio para no despertar a su abuela, que dormía en la habitación justo al lado. Pero en cuanto pasó por la habitación, la suave luz de la televisión la dejó ver una habitación vacía. La cama estaba deshecha pero su abuela no estaba. Un escalofrío recorrió a la chica, que salió a la habitación de su tía. La luz estaba encendida. Se asomó. La cama estaba también deshecha, pero no había nadie allí.
Por un momento, la chica se quedó paralizada. Después recordó el día anterior y le dio un escalofrío. "Hostia- yo de verdad había creído que era un sueño..." pensó "Incluso le he contado todo a Milo diciendo que era un sueño."
Mientras pensaba en eso, se le iluminó la bombilla.
-Ay no. -murmuró la chica. "Si ya no están aquí, tal y como dijo Michael en ese supuesto sueño que al final no fue un sueño... ¿¡Los animatrónicos van a venir de verdad a matarme!? ¿¡Y QUÉ HAGO AHORA!?" pensó entrando en pánico.
Se tomó un momento para calmarse y pensar con claridad.

-Vale a ver. Noche 1. En sister location no pasaba nada esa noche. -se dijo a si misma. -Pero quizá aquí si pase algo... vale, voy a hacerme una miniguarida. De hecho, voy a hacer varios sitios para esconderme por si acaso.

Corrió a la habitación de su abuela y arrancó las sábanas de la cama. Las llevó corriendo hasta la cocina y las puso sobre la mesa, haciendo que por ambos lados cayese hasta el suelo. Fue a su habitación y abrió un cajón secreto que había debajo de su escritorio, donde guardaba cosas que "algún día utilizaría".
Sacó unas pesas bastante grandes (con dificultad) y las llevó a la cocina. Las puso bajo la mesa y se levantó.

-Vale, aún tengo tiempo de sobra, ¿qué más hago? -se preguntó a si misma. Decidió ir al salón y movió el sofá, dejando un espacio contra la pared que quedaba tapado por las cortinas.

La chica volvió a su habitación. Quitó sus propias sábanas de la cama y las puso sobre el escritorio. Las dejó pilladas por el peso del televisor, haciéndolas caer hasta el suelo, delante de un hueco que había bajo el escritorio.
Quedaban unos veinte minutos para las 12.
Dejó encendida la Nintendo, con el videojuego abierto.
Sacó todos los teléfonos viejos que tenía de sus cajones (que eran dos mas el más reciente que tenía) y dejó uno en el hueco del salón y otro bajo el escritorio de su cuarto.
Volvió a su habitación y se tiró sobre su cama, con peluches desperdigados por todas partes y sin sábanas. Sin darse cuenta, se quedó dormida.

Hasta que un rato después, notó a alguien sacudiéndola.

-¡Nooo! No me quiero levantar, hoy no quiero ir al mercadillo. -dijo dándose la vuelta.

-¿De que mercadillo me estás hablando? ¿Qué dices? -preguntó Michael, flipando con esa chica. -¿Y qué le has hecho a las sábanas?

-Cállate y déjame dormir.

-No. Arriba, te van a matar.

-Por fin.

-¿¡Eh!?

-Uy hola Mike. -dijo Pao levantándose. -¿Ya son las 12?

-... -Michael se quedó en silencio por un momento, sin saber si preocuparse o ignorar las cosas que decía esa chica. Decidió ignorarlo, pero no dejaba de pensar en ello. -Si. Así que levanta. Los animatrónicos ya pueden estar por ahí sueltos.

-Ah cierto. ¿Te cuento algo gracioso? Fui a hablar con mi mejor amiga de nuestro encuentro y pensaba que fue un sueño. -dijo Pao como si nada.

-¿Y qué esperas que te diga de eso? -respondió Michael. -Venga, ¿Tienes donde escondernos?

-Siiii, estuve haciendo escondites. Son muy obvios pero podemos usarlos jeje. -dijo la chica, guiándole a la cocina.

Michael fue con ella. La chica dio al interruptor de la cocina, pero la luz no se encendió.