Un secuestro que les cambió la vida.
Él pensaba que ella estaba muerta.
Ella solo quiere cobrar venganza.
¿Volverán a ser los que se amaron en el pasado?
Dejo que los policías me lleven al coche sin oponer resistencia y sin mediar palabra, mientras pienso en la tontería más grande que acaba de hacer en su vida. ¿De verdad se piensa que no sé qué esto lo ha hecho para alejarme de ella? ¿Un cachorro saliendo de la nada? Lo creía más inteligente.
De un momento a otro estallo en carcajadas, sin poder contenerlas. Soy capaz de salir con tan solo una llamada, porque no pueden negarme nada. A pesar de eso, decido que no voy a hacer nada al respecto, voy a dejar que crean que van a estar bien, porque después de la calma siempre vuelve el caos y a mí me encanta provocarlo.
Llegamos a la comisaría y me encierran en una celda hasta que dos policías vuelven a entrar y esta vez con una camisa de fuerza. Sonrío y dejo que me la coloquen.
- Quiere asegurarse de que yo no haga nada, verdad... - le digo a uno de ellos.
- Así es. - dice mirándome. - Date la vuelta.
Me coge del cuello y me saca de allí, bajo la mirada atenta de su compañero. Me lleva hasta lo que creo que es la sala de interrogatorios y me mete en ella a las malas. Me sienta frente a las dos personas que estaban esperándome y luego se va.
- Te dije que te alejarás de ella. - dice reclinándose en su silla.
- Sigo sin entender por qué la habéis secuestrado tres años, solo quería que dejara a Alex en paz y este no lo abandonara todo. - dice el otro.
- Tú cállate. - secunda el primero. - Mejor lárgate.
- ¿Un cachorro? - digo cuando el segundo sale de la habitación, provocando su sonrisa.
- Aléjate de Cala, no te lo pienso repetir.
- Creo que vas un poco tarde para hacer el papel de padre protector. ¿No crees, William? - digo sonriéndole. - Tu hija ya ha sido mía las veces que he querido.
Se acerca a mí y me propina un puñetazo, justo donde su yerno me lo ha dado antes.
- Si bien puedo usar por alto lo que le has hecho estos años, no pienso permitir que la vuelvas a tocar. Está claro que mi hija iba a ser un daño colateral, pero te has salido del rumbo inicial y debes reconducirte. Mata a Alex Lombardi, acaba con él y desaparece de la vida de Cala. - dice volviéndose a sentar.
- ¿Cuál es el porqué de tu obsesión con Alex Lombardi? - digo mirándolo fijamente.
- Lo sabrás el día que me digas el porqué de la tuya con mi hija. - dice contestándome de la misma manera hostil en la que yo le he preguntado.
- Alex me conoce, o por lo menos me ha visto antes. - digo logrando que me lance dardos con los ojos. - No sé de donde ni de qué, pero lo hace, lo sé por la forma en la que me ha mirado y por el reconocimiento que he visto en sus ojos.
- Averigua de donde coño te conoce, porque no pienso dejar que ese niñato vuelva a torcerme los planes. - dice antes de desaparecer por la puerta y dejarme con una incógnita en la cabeza. ¿Qué ha podido fastidiarle Alex a William?
Alex
Entro con Cala en casa, luego de asegurarme que los policías han llegado a la comisaría y lo han puesto bajo custodia, pero antes hago una llamada que debería haber hecho hace tiempo.
- Quiero que le investigues, que descubras todos sus trapos sucios y me los hagas llegar. - le digo a la otra persona. - Quiero saber todo de él y lo que ha estado haciendo estos últimos 5 años, porque los dos sabemos bien que el secuestro de mi esposa no fue al azar.
- ¿Por qué debería hacerlo? - contesta.
- Porque me lo debes. - digo antes de colgar.
La veo sentada en el sofá, tapada hasta el cuello, mirando un punto fijo, sin parpadear o emitir algún sonido. Luego de que el coche desapareciera, entró sola y como si estuviera en un trance en el cual sola se hubiera metido.
- Cala, nena, mírame. - le digo en un susurro. Gira su rostro hacia mí y se queda mirándome durante unos segundos, los segundos más largos de mi vida.
- Ya lo había visto Alex, en la cafetería, hace unos días. - dice dejándome congelado en mi lugar.
Subo corriendo arriba y me encierro en mi despacho, dejándola descolocada. Enciendo el ordenador y logro dar con las imágenes de las cámaras de seguridad de una empresa de la zona.
Me paso horas revisándolas hasta que por fin lo veo entrar en la cafetería, así que decido echar marcha atrás y congelar la imagen suya saliendo de un coche en la cual se ve la matrícula. Capturo la imagen y se la mando a la misma persona a la que he llamado antes.
Averigua de donde ha salido ese coche y localizarme los sitios en los que ha estado.
Junto a ese mensaje, le adjunto la foto y archivo el chat.
Salgo de mi despacho luego de eso y bajo al salón, donde me encuentro con Cala en la misma posición que antes. Me acerco poco a poco a ella, sin querer asustarla. Una vez junto a ella, la abrazo y la pego a mi pecho. No se resiste, es más, me lo devuelve y eso logra que me aferre a ella como nunca antes lo había hecho.
Nos mantenemos en silencio hasta que ella acaba rompiéndolo poco después, dejándome otra vez helado.
- Alex, ¿esto no tiene nada que ver con Kristel y su hermana verdad? - dice girándose hacia mí.
- ¿Por qué lo dices? - digo mirándola a los ojos.
- Porque he visto tu mirada, he visto la mirada que no quería volver a ver en tus ojos, Alex. Además, has salido corriendo a tu despacho en cuanto te he dicho que ya lo había visto y sé por como no te suena el teléfono, que lo tienes en silencio y tú nunca lo tienes en silencio. ¿Qué me estás ocultando, Alex? - dice manteniéndome la mirada sin flaquear.
Me mantengo en silencio durante unos cuantos minutos, sin saber qué decir hasta que ella lo vuelve a romper.
- ¿Tiene que ver con tu antigua candidatura? - pregunta girándose hacia mí y sentándose encima a horcajadas.
- No. - digo cogiéndola de la cintura.
- ¿Lo conoces?
- No.
- ¿Lo habías visto antes?
- Sí.
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Hola, holaaa
Estamos de vuelta con otro capítulo y está vez un poco más corto de lo habitual y con muchas incógnitas que a mí como lectora de mi propio libro me deja jajaj.
Dejando de lado el hecho de que mi yo lectora esta intrigada, quiero saber como les ha parecido el capítulo.
Espero de todo corazón que les haya gustado y si es así, ya sabéis que solo tenéis que dejar un corazón blanco por aquí.
Nos vemos en el próximo domingo con otro capítulo, mis pequeños pecadores y pecadoras .
PD: les animo a que saquen teorías porque me divierte mucho leerlas.
