Segunda oportunidad

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¡Hola hola! He vuelto a las andadas. Me sentí muy mal de que el año pasado solo les escribí un capitulo nada mas. Pero tratare de cambiar eso. No les prometo que publicare cada domingo, pero tendrán mas jugosidad próximamente. ¿Quizás algo que han estado esperando con muchas ansias, pero no del modo que esperaban? Mehehe. Muchas gracias por sus reviews a Sarasteo2 (mil gracias por releerte mi fic lo apreció muchisimo), Lirio-Shikatema (la adicta numero 1 de shikademonio), lauratavara 18 (de verdad gracias por la paciencia y la lealtad), Javy413 (ahí ta otro cap por si el anterior te pareció corto), MarjoriePerzAcosta e insomniocritico que son los pollitos de este culto. ¡Que lo disfruten! Ah y me base de estas canciones pa escribir.

Aimed to Kill - Jade LeMac.

Temptation - BLVKES

https://open.spotify.com/playlist/3Ut2sWTRGuBZ2sdjS17jYl?si=61acccb306a143c7

Capítulo 17: Segunda oportunidad

Esa noche la fortaleza que le costó años en construir se había desquebrajado como una simple oblea. Se metió a la cama sintiéndose peor que basura y la mañana siguiente despertó molesta consigo misma. Después de levantar los pedazos de su ser, quedaba el enojo de haberse rebajado tanto con su mera presencia. En lo que se maquillaba para ocultar lo rojizo de sus ojos no dejaba de reprocharle a su propio reflejo por ser perturbada por cosas del pasado. Tenía que recordar que ya era más fuerte. Santo cielo acababa de recuperar su vida de las manos de un demonio, él solo era su padre. Se vistió con un jeans acampanado negro, una sudadera gris holgada, un par de tenis blancos y se ató su dorado cabello en dos coletas bajas y armó su maleta de atletismo. Salió de su departamento con su bolso y mochila colgando de su hombro y caminó hacia el elevador en lo que buscaba su app para pedirse un auto que la llevara a la universidad, pues su vehículo seguía en el taller.

— ¿Alguna respuesta para esto?

El muchacho de la coleta apareció justo detrás de ella, siguiendo sus pasos y le puso la pantalla de su "teléfono" enfrente de su cara, el cual le mostraba la misma burbuja de error como el otro día. La universitaria se llevó su mano al corazón, porque su rápida aparición hizo que este diera un brinco dentro de su pecho. Lo linchó con la mirada, negó con la cabeza y le sacó la vuelta para continuar con su rumbo.

— Que no sé. Deja de seguirme. Hoy no voy a lidiar contigo.

— Tu amiga está aquí. —Anunció mirando al frente.

— ¿Qué? —miró hacia la dirección de su sombra, arrugó su nariz frustrándose con sus comentarios sin sentido y bufó—. ¡Déjame...!

— ¡Temari!

La voz de la fémina la hizo girar su rostro abruptamente hacia adelante. Una mujer de coleta alta, que vestía un conjunto de blusa y pantalón de color hueso y la cubría un abrigo de color café, corrió en tacones a colisionarse con ella para estrecharla entre sus brazos. La Sabaku no esperaba verla tan pronto, pero apachurró su mejilla contra su hombro y le correspondió el abrazo. Su acción fue lo único que pudo callar el embrollo de su mente y enfocarse en el presente. Luego de unos segundos Ino tomó distancia de la rubia, le dedicó una hermosa sonrisa y en sus ojos zafiros se veía que contenía unas lágrimas de felicidad.

— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Infinitas gracias! —Chilló emocionada.

A continuación, pasó algo que Temari jamás pudo haber previsto. La Yamanaka la soltó y se giró para abrazar al muchacho que tenían a un lado. Su corazón se detuvo al ver eso. Mientras sonaron mil alarmas en su cabeza, colocó su mano en el hombro de su amiga y la separó de su verdugo personal, quien estaba igual de sorprendido que ella. El Nara le respondió a su amiga con una sonrisa ya que disfrutó como el color del rostro de su víctima se había ido.

Tu sombra por tu vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora