· ─ ❨ 𝗺𝗶𝗱𝗻𝗶𝗴𝗵𝘁 𝗹𝗼𝘃𝗲 ❩
no puedo ser tu amor de media
noche cuando tu plata es mi oro
Sakura Yoshioka lo supo. Supo que su destino había sido encontrarse con Yuzuha Shiba en aquel campamento de verano a media noche jun...
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Sakura y Yuzuha ya eran novias, por lo que ambas habían estado muy felices las dos semanas que restaron del campamento. Se colaban en cualquier lugar para ir a besarse y estar a solas como toda una pareja normal, aunque conscientes que en cualquier momento alguien podría verlas. También era divertido conociendo el riesgo, uno que ambas estuvieron dispuestas a correr para seguir estando juntas.
Aunque claro, el fin del campamento era inminente y no podían hacer algo más al respecto. Sakura estaba muy triste sabiendo que ya no podrían hacer las mismas cosas cuando salieran por dos motivos. Uno, que estudiaba en otra ciudad y solo se verían los fines de semana; y dos, que los padres de Sakura no sabían nada y si se enteraban ardería troya. Decidieron seguir hablándose todos los días por teléfono, así que ambas se habían aprendido el de la otra, y se sentían dispuestas de seguir corriendo el riesgo teniendo una relación a escondidas de todos.
Tal vez sí alguien le hubiera dicho a las dos adolescentes que tener una relación a escondidas era difícil lo habrían pensado dos veces, pero estaban tan enamoradas que no les importó. Aún sabiendo que sí alguien corría la voz sería desastroso, sobre todo por ser dos mujeres. Tal vez si fueran una pareja heterosexual no sentirían temor de ser juzgadas, pero no era su caso. Sakura recordaba haber visto a parejas del mismo género en su universidad y siempre recibían burlas de los demás, por lo que era difícil y lo sabía.
Por mientras se dedicaría a disfrutar.
—Hoy es nuestra última noche aquí —murmuró Sakura, apoyando su cabeza en el hombro de Yuzuha. La tenía sujetada de la cintura como si tuviera temor de perderla, y además tenían las manos entrelazadas. Una sola frazada las protegía del sereno de la noche y era suficiente, ya que tenían calor corporal que les ayudaba con el clima.
Yuzuha suspiró.
—Ya no me lo recuerdes, me pondré más triste.
—Bonita, todo irá bien —la intentó tranquilizar, haciendo pequeños círculos en el dorso de su mano. La miró de reojo y notó que ella tenía la mirada perdida.
