Perfect [Daryl Dixon & Tú]

CAPÍTULO 91: SIN PROBLEMAS

Narra Rory

Luego de los helados, decidimos volver al apartamento. Mientras Daryl ayudaba a los niños con sus tareas, empecé a hacer la comida. Escuché que tocaron a la puerta, fui a abrir, era Glenn.

– hola chino. – rodó los ojos mientras sonreía algo cansado. – acéptalo, no te vas a deshacer de ese apodo nunca.

– bien... bien...

– ¿qué te trae por acá?

– María le contó a Ally lo que pasó con Matthew en los vestidores y ella me lo dijo a mí. – respondí, me tensé, Daryl no lo sabe. – ¿estás bien? – ladeé la cabeza hacia ambos lados. – ¿lo conoces de antes? – volteé a ver a los niños y a Daryl, él ya estaba mirándonos, quizás tratando de escuchar.

– ¿te parece si hablamos en mi habitación? – asintió y pasó.

– hola, tío Glenn. – saludó Jude y mis hijos imitaron su acción, él les sonrió y los saludó devuelta. – ¿pasó algo?

– no, sólo vine a hablar con tu hermana.

– ¿puedes estar checando la comida, por favor? Para que no se queme. – le pedí a Daryl, él asintió y nosotros fuimos a la habitación.

– ¿sí lo conoces de antes? – me preguntó mientras me sentaba y asentí.

– no de la caída, pero sí antes de llegar aquí, estuvimos en un campamento... fue unos meses después de que huyera de Hilltop. – comencé a contar.

– ¿y él te hizo algo? – comencé a temblar y mis ojos se empañaron. – lo voy a matar, ¿qué te hizo?

– no quieres saber. – me miró preocupado. – ¿recuerdas cuando Merle nos secuestró...– asintió. – y que luego nos separaron, a mí me llevaron con el Gobernador y cuando volví contigo, yo...? – se sentó y me tomó de la mano. – él sí llegó mucho más lejos que ese imbécil. – me abrazó.

– oh Dios... – me abrazó más fuerte, le devolví el abrazo y le solté a llorar. – ¿por qué no volviste?

– no lo sé, orgullo quizás. – me secó mis lágrimas, se levantó para ir al baño y al volver me dio un poco de papel para limpiarme la nariz. – gracias. – carraspeé para aclarar mi garganta. – él me ayudó a recibir a Gen y a Carl, era doctor, cuando iba a dar a luz no dejó que nadie me tocara... usando la estúpida excusa de que era doctor, yo no lo soy y recibí a dos bebés. – seguí contando. – pero lo mejor fue que esa misma noche que nacieron mis angelitos, el campamento se deshizo, había caminantes, no había nadie vivo afuera... sólo nosotros tres dentro de nuestra carpa, cuidando su sueño para que no atrayeran a los caminantes... desde entonces no lo volví a ver y rezaba día y noche para no volver a encontrarmelo, porque es capaz de lo que sea... – me volvió a tomar de la mano. – luego de eso, no sé qué pasó por mi mente, no quería volver a Hilltop ni a Alexandria, prefería estar sola con los niños, nosotros contra el mundo. – reí un poco, tratando de reconfortarme. – y ahora está aquí... y pues... no sé qué haré para estar completamente alejada de él, no quiero que se acerque a los niños ni a mí.

– hablaré con Ally. – negué. – Rory...

– sabrá que le dije a alguien y vendrá por mí, por favor no.

– María también lo vio.

– e irá tras ella, por favor, no quiero que le haga daño a alguien por mi culpa. – le supliqué, noté en su mirada que me veía con pesar. – por favor.

– está bien, no diré nada, pero lo estaré vigilando... yo trabajo saliendo de expedición, los soldados no salen nunca con nosotros, ¿quieres salir a expediciones? – asentí enseguida, pero comencé a dudar.

– pero Daryl...

– los niños se quedarían con Maggie, con Ally o con Gabriel, no te preocupes. – sonreí aliviada. – ¿entonces sí? Para avisarle a Ally.

– claro, pero no le...

– no le contaré nada, descuida. – lo abracé.

– muchas gracias. – sonrió aún preocupado. Ambos salimos de la habitación, Daryl estaba en la cocina cuidando la comida. – ya casi está la comida, ¿quieres quedarte a comer?

– me encantaría, pero hoy me toca hacer de comer y no he hecho nada, la próxima será.

– bien. – se despidió de Daryl y los niños, y se fue.

– ¿a qué vino Glenn? – preguntó Daryl algo preocupado.

– María le contó a Ally sobre algo que pasó con esa persona, y ella se lo dijo a Glenn para que viniera a verme. Tengo nuevo trabajo, saldré de expediciones. – sonrió aliviado y me abrazó.

– ¿y qué harán contra él?

– nada. – no podía descifrar su mirada, parecía confundido pero a la vez molesto. – no quiero que le haga algo a María, Ally, Glenn o a ti, mucho menos a los niños, por eso prefiero sólo alejarme y salir, sin consecuencias para nadie.

– ser militar ha sido tu sueño desde niña.

– y hasta el día en el que él muera será posible, y no, no fue una invitación a matarlo. – rodó los ojos. – ayudame a poner la mesa, ¿sí? – asintió, me besó y se separó de mí para tomar los platos y los cubiertos.

Narra omnisciente

Mientras que la familia Dixon y Grimes comían, el coreano se dirigió de nuevo a la oficina de su amiga para avisarle del cambio de trabajo de Rory.

– ¿qué te dijo? – preguntó, el asiático al mirarla bien pudo notar que había comenzado a arrancarse los pellejos de los labios, indicando ansiedad.

– aceptó salir a expediciones.

– ¿tan mal está el asunto? – asintió. – ¿te contó algo sobre él?

– era doctor.

– él contó que solía ser fotógrafo.

– pues mintió, confío más en ella que en Matthew. – lo miró atenta a más información. – le prometí que no te diría gran cosa, no quiere que alguien salga herido.

– ¿entonces es peligroso? – asintió de nuevo. – dile a Daryl que lo vigile de cerca, igual a Annie, debe ser muy peligroso como para que Rory esté aterrada.

– de acuerdo. – salió de la oficina y se dirigió a su apartamento. La azabache se volteó con ayuda de su silla giratoria y se acercó al archivero, lo abrió y buscó el expediente del hombre.

Nombre: Matthew Díaz.
Edad: aprox. 35 años.
Ocupación antes de la caída: Fotógrafo de bodas.
Ocupación actual: militar.

Su expediente estaba limpio.

Pero así como lo estaba ese archivo, también lo estaba la comunidad, hasta que descubrieron y expusieron la injusticia y la maldad de las personas de "clase alta". 

Definitivamente esto le daba en algo que pensar, en hacer algo, para que su mejor amiga pueda estar al fin en paz en un lugar, pero sin que nadie saliera lastimado.

Matthew Díaz - Luis Roberto Guzmán