Capítulo 10

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Apolo y Artemisa comenzaron a lanzar una lluvia de flechas plateadas y doradas contra los demonios que venían junto a Beelzebub, el mencionado no le afectaron las flechas pero a los demonios que venían con él si pero a pesar de eso no bastaba para frenarlos.

Un demonio gordo gigantesco apareció y regurgito una inmensa bola de baba llameante de la garganta. Aquella bola vino contra nosotros pero varios pilares de agua surgieron de la tierra siendo apoyados por pilares de roca. Demeter y Poseidon participaron.

Zeus lanzó su rayo maestro atravesando a varios demonios que explotaron, el rayo siguió su curso siendo manejado por Zeus mentalmente que chocaba con los demás monstruos del averno, Hades invocaba un lazo de fuego que agarro a varios de ellos y azotandolos contra el suelo los lanzó al demonio de la gula quien los esquivo.

- Mierda -intente levantarme, la pierna seguía doliendome y estaba bastante inflamada, estaba roja y parecía que empeoraba en cualquier momento.

- Ricardo. No intentes levantarte -exclamo Artemisa, una criatura parecida a un perro y cabrá de acerco a ella pero Artemisa agarro una flecha y lo mato enterrandola en su cuello explotando el cuerpo y ensuciando el de la diosa con la sangre. - Debes descansar.

A pesar de lo que dijo, no iba a morir sin pelear, no puedo descansar mientras ella me protege de todo. - ¡¡¡GRAAAAAAAAH!!! -rugi, aquella onda sonora fue demasiada grande que lanzó a los que venían enfrente nuestro. - Artemisa, no puedo abandonarte, no dejaré que me protejas, yo peleare. -a pesar del dolor punzante logre levantarme y mantenerme firme.

- ¿Como hiciste eso? -Artemisa le hizo un barrido a un demonio tumbandolo al suelo y con un cuchillo atravesó su cuerpo entero.

Tuve que hacer el esfuerzo necesario para mantenerme de pie, arrastraba la pierna con fuerza haciendo que duela pero aun así no dejaba de intentar, avance directamente contra los demonios que llegaban, dos demonios voladores llegaron contra mi  embistiendome.

Al caer al suelo tuve que morderme el labio para no gritar, volví a levantarme pero esta vez un poco más preparado, saque mi brazo derecho al descubierto y agarre a esas ratas voladoras y la lance contra la otra haciendo que cayeran, les lance mi espada y siendo propulsada por mi brazo logro atravesar el costado derecho de ellos.

Fui rápidamente a por mi arma, un demonio de casi dos metros se acerco a mi y me tiro un puñetazo, por inercia también hice lo mismo con todas mis fuerzas en el brazo y logre hacer que el demonio explotará en mil pedazos.

- que mierda, estoy roto -me dije a mi mismo, el pie me seguía doliendo por lo que suspire y me agaché, al verlo pude apreciar que se estaba poniendo morado. - Por favor regenerate, necesito estar en la más óptima condición. -como si eso funcionara, pero milagrosamente las heridas de mi pierna sanaron de forma instantánea, ya no dolía ni sentía ningún ardor. - Sin comentarios al respecto.

Ahora que estoy curado, puedo pasar a la acción. Pense, corri lo más rápido que pude y utilizando mi espada comencé a rebanar el cuello de un demonio parecido a un humano fusionado con una lagartija. Salte y llegue hasta los 15 metros en el cielo y rápidamente descendi sobre otro demonio haciendo temblar la tierra.

Agarre el colmillo del demonio y lo utilice para lanzarlo contra el demonio más cercano atravesandolo por completo, varias flechas pasaron a mi lado, me gire viendo a Artemisa quien me asintió y yo le devolví el gesto.

Ella lanzó otra flecha, yo la tome en el aire y rápidamente hice un giro enterrando la flecha en la mandíbula de un demonio para luego impuslarme y enterrarla en el cuello de otro, tome la flecha y con mi brazo la lance con todas mis fuerzas haciendo que atraviese a cuatro más.

Percy Jackson: Un Nuevo Semi-Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora