CAPÍTULO 8

52 7 1
                                    

*Narra Patrick

Cuando logré que mi temperatura y mi erección bajarán, salí de la ducha y fui al cuarto para alistarme.

Empecé vestirme, me di cuenta del excelente gusto que tenía María para la ropa. Había un pantalón de color negro, una camisa blanca de seda y una corbata roja que, si no estaba mal, era del tono del vestido que Agatha se había comprado.

Solo tarde nos pocos minutos en vestirme, pero me quedé un momento sentado en la cama pensando en lo que íbamos a hacer Agatha y yo, ahora que ella estaba molesta y no quería ni siquiera hablarme. Necesito arreglar las cosas con ella para que podamos estar en paz, ya que nuestras vidas seguían corriendo peligro y no sería bueno distanciarnos, luego recordé el juego de joyería que le había comprado y pensé que esa sería una buena forma de arreglarnos.

Abrí la puerta de mi cuarto para ir a tocar a la puerta de Agatha, con el estuche de joyería en las manos.

Agatha abrió la puerta y la pude ver con el vestido puesto una vez más, solo que ahora además traía maquillaje, el cabello recogido, y se veía aún más hermosa.

— ¿Qué quieres? - me pregunto molesta.

—Quiero hablar las cosas Agatha - dije al entrar a su habitación sin olvidar cerrar la puerta.

— No está bien que estemos con estas actitudes de enojarnos e ignorarnos como si fuéramos unos niños… Sé que lo que pasó con Dolores fue un error y sé que te lastimé, pero te digo ahora mismo que lo siento, lo siento mucho, no quería dañarte y no volveré a hacerlo.

Le extendí el estuche con el juego de joyería que había comprado esta tarde para ella.

Ella tomó el estuche y al abrirlo quedó impactada

— Patrick … Es hermoso - dijo impresionada.

— Lo compré hoy, mientras ustedes estaban en la tienda de ropa.

— Gracias - dijo y ambos entramos al cuarto para que se lo pudiera poner.

Aunque ella intentó ponerse las joyas sola, no podía abrochar la gargantilla, así que le tomé la mano para que me diera la gargantilla y yo fuera quien lo abrochará a su cuello.

Mientras yo intentaba poner el seguro de la gargantilla, Agatha me miraba por el espejo y aunque sentí su mirada, la ignoré y me dediqué asegurar bien la gargantilla.

— Listo - dije y me alejé unos pasos.

Agatha se miró completa en el espejo y no pudo evitar sonreír.

— Te dije que se te veía hermoso ese vestido… Y espero que te guste el regalo.

— Me encanta Patrick, gracias - dijo y me sonrió, así que supuse que ya estaba perdonado por el incidente con Dolores.

Salimos de la habitación y le extendí mi mano para que bajáramos juntos las escaleras.

Al final de las escaleras ya nos estaban esperando Carlos, Dolores y María, todos quedaron asombrados por lo hermosa que lucía Agatha.

— Sabía que ese vestido te quedaría un mejor, ya que Patrick te diera ese magnífico regalo… Luces hermosa Agatha - dijo María y ambas se abrazaron.

—También luces muy guapo Patrick - dijo Carlos mientras él y yo nos dábamos la mano.

—Gracias hermano— respondí.

— Y tú también luces hermosas hermana - dijo Carlos mientras ayudaba Dolores a dar una vuelta para el lucir el vestido.

— Gracias hermano, pero tengo que admitir que esta vez no soy de la que más resalta… Te ves increíble Agatha.

— Gracias Dolores —contesto Agatha gentilmente.

— Bueno pasemos el comedor - dijo Carlos mientras tomaba de la mano María.

Entramos al comedor y yo ayudé a Agatha a que se sentará, está vez ella y yo nos sentamos juntos, mientras que Dolores y María estaban sentadas enfrente de nosotros y Carlos estaba en la cabeza del comedor.

La cena fue muy agradable Carlos María y yo contamos historias de cuando éramos más jóvenes y recién nos conocíamos mientras que Agatha y Dolores escuchaban atentas y reían de las locuras que nosotros hicimos años atrás.

Después de unas horas todos subimos a nuestras respectivas habitaciones para descansar, ya que Agatha y yo nos iríamos temprano en la mañana.
—.—.—.

Aunque ya era de madrugada, yo no lograba conciliar el sueño y escuché como se abría la puerta de mi habitación. Volteé mi mirada hacia la entrada y vi a Dolores entrar y sentarse en la cama.

—Tranquilo, no vengo a sonsacarte para que tengamos sexo— dijo ella mientras yo me enderezaba.

— Entonces … ¿Qué quieres? - le pregunté.

— Ahora que es probable que nunca más nos volvamos a ver, quiero decirte que te estuve observando durante la cena y pude darme cuenta de la verdad y, aunque yo estoy enamorada de ti, sé que tú estás enamorado de Agatha.

La miré sin decir nada.

— Pero te conozco Patrick y sé que quizás nunca le confieses tus sentimientos a ella porque tienes miedo de herirla, como este mundo te hirió a ti y te sientes con la responsabilidad de salvarla de toda esta destrucción.

— ¡Tengo esa responsabilidad!
—Ella solo intentó ayudarme el día en que de pronto yo aparecí en la puerta de su casa… Y lo único que provoque fue que le arruiné la vida, ahora no la puedo dejar porque moriría y lo menos que puedo hacer es intentar protegerla, porque nada de esto estaría pasando si yo nunca hubiera huido y hubiera enfrentado a John cuando intenté alejarme de ese mundo.

— Pero debes decirle la verdad sobre tus sentimientos y, si ambos deciden que quieren estar en una relación como una pareja… Espero que les vaya muy bien, y que nunca sufran lo mismo que yo estoy sufriendo al decirte todo esto Patrick - dijo con la voz entrecortada.

La miré y me dirigí a ella para abrazarla.

— Mañana que se vayan, yo no bajaré a despedirlos, cuídense mucho Patrick y recuerda mis palabras… Quizás ninguno de los dos salga vivo de esto, pero al menos podrás tener la conciencia tranquila al saber que tú hiciste todo lo posible por protegerla, y que fuiste capaz de confesarle tus sentimientos.

— Siento mucho todo esto Dolores, la primera vez que te conocí de verdad, intenté quererte, pero simplemente no pude, no porque tú no seas suficiente, sino porque yo estaba demasiado roto en ese momento.

— Lo sé, y yo quise ayudarte a reparar eso que estaba roto dentro de ti, pero no fue suficiente y lo entiendo. Pero ahora ya has sanado y me parece justo que intentes darte una oportunidad para ser feliz por primera vez en tu vida… Y que mejor que con ella, que a pesar de que es consciente de todo el peligro que corre estando contigo, es capaz de correr tantos riegos solo porque te quiere.

—Ella se enamoró de la peor parte de ti, ahora ayúdale a ver las mejores.

— Dolores no sé cómo vaya a acabar esto, pero si yo muero y ella vive, necesito que por favor tú, Carlos y María cuiden de ella y le enseñen a mantenerse lejos de toda esa mierda, porque no estoy seguro de que pueda mantenerla lejos yo solo mucho más tiempo, menos si muero.
La deuda de John es conmigo y sé que él no los metería en este problema a ustedes cuatro.

— María ya sé los dijo … Ahora esta también es su familia, como lo es para ti y nosotros siempre cuidaremos a nuestra familia.

Después de esas palabras, Dolores salió de mi habitación y yo me quedé un poco más tranquilo, sabiendo que aunque mi vida terminará, Agatha siempre tendrá a personas que verán y cuidarán de ella.

SIÉNTEMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora