En una región en dónde pokemons y humanos podían estar juntos y formar familias había un hombre de nombre 'Marck', el cual vivía solo en una enorme casa a las afueras de la región. Un día alguien tocaría a su puerta, lo cual desconcertó al hombre porque no esperaba ninguna visita. Al abrir la puerta se encontró con un misterioso hombre, el cual lo llamó por su nombre. Marck no sabía que hacía ese hombre ahí, así que lo invitó a pasar para poder hablar con él. Aquel hombre le explicó que estaba ahí porque el hermano Marck le había dejado un paquete del cual se tenía que hacer cargo. Marck no entendía de que hablaba el hombre, asta que le dio una caja algo pequeña y le dijo que su hermano esperaba que pudiera hacerse cargo de ella, el hombre se dirigió hacia la puerta principal mientras era acompañado de Marck y solo se despidió de él y se fue.
La cabeza de Marck estaba llena de preguntas, ¿Hacerse cargo de ella? Era la mayor pregunta que rondaba su cabeza, y no fue asta que abrió esa cajita y encontró una pokeball y una carta de su hermano. Sacó la pokeball de su caja y oprimió el botón para después ser segado por un destello blanco.
Cuando aquel destello se esfumo pudo ver a una cinderace que vestía un uniforme de mucama de color azul marino, la cual estaba dormida. Cuando despertó se se sentó en el suelo y se froto levemente uno de sus ojos para despabilar soltando un pequeño bostezo, ¿Por qué su hermano le heredaría esto? Era la pregunta que se hacía en su cabeza y fue entonces cuando se atrevió a preguntar algo.Marck: ¿Quién eres tú y por qué mi hermano te dejó como una herencia hacia mí? -preguntó bastante confundido a la cinderace-
ella se dio cuenta de la presencia de Marck y se puso de pie para inclinarse un poco, para acto seguido presentarse.
Cinderace: mi nombre es Carmen y yo seré su nueva sirvienta, amo -dijo la Pokémon con un ligero acento y de una manera algo sofisticada-
esto hizo que Marck se desconcertara aún más y se llenara de aún más de preguntas, ¿Amo?, ¿Sirvienta?, ¿En qué tipo de cosas estaba metido su hermano.
Marck: ¿Qué tipo de relación tenías con mi hermano? -preguntó para al menos cerciorarse de que su hermano no se halla metido en cosas ilegales-
Carmen: mi anterior amo me rescató y me cuidó asta que enfermó gravemente. Él me dijo que le pediría a alguien muy especial para él que me diera un lugar donde quedarme, supongo que se refería a usted amo -dijo con algo de tristeza en su voz y ese pequeño acento que ella tenía-
Esto calmó a Marck, pues ya temía que lo que estuviera haciendo fuera ilegal. Pero aún así él seguía sin entender el motivo por el que su hermano le heredaría a Carmen sin siquiera decirle algo o mínimamente dejar algo que le explicara. No sabía que decirle o siquiera sabía que hacer con ella. Sin más remedio le dio un pequeño recorrido por su hogar.
La casa de Marck era algo grande considerando que vivía solo y muchas veces se sentía algo vacío. Le mostró dónde estaba todo (baño principal y de invitados, cocina, comedor, etc) y cuando terminó de mostrarle su nuevo hogar le mostró la habitación de huéspedes donde ella podría dormir. Al ver la habitación Carmen quedó maravillada con ella, pues era la primera vez tenía una cama y una habitación propia. No sabía como expresarle lo cuan agradecida estaba, no había palabras para describirlo. Pero ella se hacía una pregunta ¿Por qué le daría una habitación propia?, Sentía que era un desperdicio en ella y que sería mejor que ella durmiera en el sótano como siempre lo había echo. Pero aún así Marck insistió en que ella durmiera ahí, ya que a fin de cuentas nunca había usado esa habitación y le pareció justo que ella durmiera ahí.
Más tarde en el día Marck estaba ocupado con unos papeles de su trabajo y seguía pensando en qué hacer con Carmen, pues el que alguien viniera a vivir contigo de la nada era algo que no sucede todos los días. Mientras pensaba se dio cuenta que ya era hora de cenar. Bajó a la cocina para poder preparar algo para él y para Carmen. Esto llamó la atención de Carmen, pues se supone que ella debería hacer de comer porque era la sirvienta. Ella llegó a la cocina y le pidió a Marck que le dejará hacer la cena, pues era su obligación. Marck se negó y le pidió a Carmen que esperara en el comedor. Cuando Marck terminó de preparar la cena sirvió dos platos, uno para el y el otro para Carmen. Ella estaba confundida al ver dos platos servidos en la mesa ¿Acaso alguien iba a cenar hoy con el amo?, ella preguntó a Marck si vendría alguien a cenar. Él le dijo que ese plato era para ella y que por favor se sentara a cenar con él. Carmen en un principio se negó a comer diciendo que ella no podía comer la misma comida que el amo y que ella estaba bien si solo le daban algo de agua y restos de los vegetales. Después de insistir un rato Marck logró hacer que Carmen comiera, no iba a dejar que ella comiera como un lechong los restos y cáscaras de los vegetales que el usara para su comida, pues a él no le molestaba hacer comida para 2 personas. Carmen comía su plato de comida, pero de la nada ella empezó a soltar pequeñas lágrimas debido a que era la primera vez que comía asta llenarse y también era la primera vez que comía algo caliente. Carmen le pidió a Marck que si terminando de comer ella podía lavar los trastes sucios para compensar que él halla echo la cena. Marck accedió, pero con la condición de que él lavaría sus propios trastes sucios y Carmen acepto, aunque se supone que era su obligación hacerlo pues era su sirvienta.
Más tarde en la noche Marck se encontraba en su habitación recostado en su cama pensando en que hacer con Carmen y porque su hermano se la había dejado a él. Bastante cansado apagó las luces y se durmió arropándose con las mantas. Por otro lado Carmen se encontraba acostada en un tapete en le suelo de su habitación, pues aún seguía pensando que no merecía tener una cama. Ella se preguntaba ¿Por qué su nuevo amo era tan amable con ella? Sabía que sería como su anterior amo, alguien amable y bueno, pero no se esperaba que incluso la dejara dormir en una cama y que le daría una cena caliente. Muchas preguntas rondaban su mente, pero ya estaba cansada, así que solo se quitó un collar que tenía para darle un beso y desearle unas buenas noches.
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Una herencia peculiar
Romance"no puedes enamorarte de tu amo" era lo que siempre escuchaba cuando la criaron para ser una sirvienta, pero eso cambiaría cunado ella conoció a su nuevo amo, un hombre dulce amable y bondadoso del cual poco a poco se enamoraría. Es una historia ba...