Kairy, al borde del agotamiento, luchaba por mantener la consciencia. Sus ojos, borrosos, se enfocaron en el arma que empuñaba su misterioso salvador. La espada era oscura, con grabados en un idioma desconocido para ella. Sin embargo, lo que realmente la inquietó fue el aura ominosa que emanaba de su filo. La piel de la chica se erizó al sentir una presencia inexplicable.
El mercenario se percató de la reacción de Kairy, y con una calma helada, envainó su arma. Miró fijamente a la chica mientras ella, tambaleándose, trataba de ponerse en pie. Sin prestar atención al estado físico de la joven, el chico tiró de ella con fuerza, arrastrándola consigo.
—Hay dos maneras de hacer esto — comenzó a decir —, por las buenas, o por las malas. Tú decides.
La voz de Kairy no tembló al responderle.
—¿Cómo dices?
Él le sostuvo la mirada, frío y sereno.
—He venido a llevarte conmigo —le informó.
La chica le dirigió una sonrisa amarga.
—No pienso ir a ningún lado. Me lo habéis arrebatado todo, así que no tengo nada que perder aquí, aunque me mates —. zanjó, desviando la mirada hacia Shiro.
—Yo no te he arrebatado nada, han sido ellos y dudo que yo tenga los mismos propósitos que Neerham —. Respondió, señalando a los muertos que había dejado a su paso.
La joven se suavizó, tratando de controlar el miedo irracional que su misterioso salvador le infundía. Era cierto que no parecía precisamente una buena compañía, su sola presencia daba la sensación de una muerte inminente. Sin embargo, le había salvado la vida.
—¿Qué buscas de mí?
Él hizo un gesto molesto. No había tenido nunca tanta paciencia, pero su misión lo requería.
—De acuerdo, quieres saber por qué he venido a por ti. Me manda Renji —le dijo por fin, con un tono irritado.
La joven pasó por alto las formas del mercenario, se había centrado en algo más importante.
Renji.
—¿Cómo sabes ese nombre? — inquirió
Renji fue el hombre que había cuidado de Kairy hasta que, sin razón aparente, despertó en las puertas de la ciudad, donde Darom la recogió. ¿Por qué la buscaba aquel hombre después de tanto tiempo?
—Te daré más información cuando lleguemos a la capital, ahora hay que salir de aquí.
Kairy desvió la mirada.
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Sarumy
Fantasy'El caos y la tormenta' Eso fue lo que Kairy vio en los ojos de su supuesto salvador, que la contemplaba impasible mientras su bufanda roja bailaba al son de las llamas. En un mundo donde los mapas mienten y las sombras avanzan sin cesar, su salvad...