Capitulo |3

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—Siempre estuve en tú lado
Sin que te dieras cuenta...✨️

Mi padre tiene la mala costumbre de arruinar cada pequeño momento de felicidad en mi vida, creo que decirle que me encontraba en el bosque fue mi error, antes decía que el diablo lo ayudaba a hacerme la vida de cuadritos y que dios me ayudaba a soportar todo tormento, pero ahora me doy cuenta que estaba totalmente equivocado y que era todo era al revés. Ahora que lo pienso, desde pequeño veía una sombra perseguirme, le dije a mi padre pero él me mandó con un terapeuta al igual que lo hizo cuando le pregunté si era malo que no sintiera atracción por las mujeres.

—Esos pensamientos son del diablo— Fue lo que dijo y pues quién diría que el que era del diablo era yo.

—Llévalo al infierno— Fue lo que le pedí al diablo, lo dije sin pensarlo o bueno tal vez era  lo que realmente deseaba, dicen que el diablo te concede un deseo a cambió de tu alma pero resulta que yo soy completamente suyo, fuí creado especialmente para él, si yo fuera otro en este momento estaría hasta hecho pipí en los pantalones pero yo... yo siempre me sentí atraído por las cosas paranormales, siempre quise verme involucrado en cosas tenebrosas como en las películas de la monja, siempre pensé que por ser hijo de un sacerdote estaba protegido por el manto de dios y todos esos santos que el adora y que por eso nada fuera de lo normal me sucedía, cuando era pequeño siempre quise ver a la llorona o al maldito cadejo pero nunca pasó, pensé que dios me protegía.

—Vaya, más equivocado no podía estar.—

—No puedo tocar a los preciados humanos de mi padre, no hasta que él me de permiso de torturarlos, pero todo es a su debido tiempo— Vaya que estupidez, es él diablo pero no puede castigar a los malos, ¿que sentido tiene ser el rey de la maldad y la desobediencia? ¿que sentido tiene que yo sea de él si no me va a salvar de las garras de mi padre?.

—Si no le harás nada entonces escóndete detrás de mí, no quiero que mi padre destroce esa carita tan bonita de ángel que tienes— Él me sonrió y mierda ¿Como puede ser tan jodidamente lindo y tenebroso al mismo tiempo.

—Dije que no lo podía tocar, ¿pero quién dijo que era necesario tocarlo para hacerlo sufrir por todo el daño que te ha hecho?— Vi como sus ojos volvieron a cambiar pero esta vez a un negro intenso que se expandió completamente en su ojo.

Creo que me hice tantita pipí.

Lo vi caminar hasta donde estaba mi papá y dos sacerdotes más que lo acompañaban, creo que los llevo al infierno solo con una mirada por que aquellos hombres gritaban de dolor y no puedo negar que realmente fue satisfactorio ver a mi padre sufrir así como el me hizo sufrir a mí.

Los dejo en ese sufrimiento y de nuevo se acercó a mí, me tomó posesivamente de la cintura y unió nuestros labios y me deleite con el sabor tan dulce de sus adictivos labios, dió un pequeño salto y sus piernas quedaron encajadas en mis caderas ¿Quién diría que yo, Hwang Hyunjin hijo de un sacerdote, tendría al diablo comiéndome con pasión mis labios?  Nadie se lo imaginaría.

—¿Que les has hecho?— Pregunté una vez que sus labios se apartaron de los míos, Felix había vuelto a ser ese ángel de cabello rubio y piel pálida con esa infinidad de pecas y ahora entiendo a los que estudian astrología, entiendo por qué aman tanto las estrellas pues yo me quiero convertir en astrólogo solo para estudiar las estrellas disfrazadas de pecas en su rostro.

—Cada humano tiene un pecado el cual lo atormenta y quisiera olvidarlo pero yo me encargo de que lo revivan una y otra vez hasta que llegan al punto de desear morirse, ellos están en un ciclo repetitivo justo ahora ¿Quieres que los saqué de ahí?—

—No, déjame disfrutar de ti unos minutos más y luego puedes despertarlos de su tormento— Entregaría a mi padre al infierno si es la condición que me dieran para estar al lado del diablo.

—No quiero verte cerca de ese chico pecoso, es una regla Hwang Hyunjin— Fueron las palabras de mi padre al momento de entrar a nuestra casa y esta demás decir que poco me importaron sus palabras, yo siempre he roto las reglas y esta no será la exc...

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—No quiero verte cerca de ese chico pecoso, es una regla Hwang Hyunjin— Fueron las palabras de mi padre al momento de entrar a nuestra casa y esta demás decir que poco me importaron sus palabras, yo siempre he roto las reglas y esta no será la excepción.

—Puedes ahorarte la palabras padre, sabes perfectamente que yo nunca sigo tus estúpidas reglas—

—Puedes dejar de ser un tonto niño malcriado, estas a nada de cumplir  24 años Hyunjin, es momento de que te comportes como un adulto responsable, te saqué de Seúl para que no te involucraras con hombres pero a cualquier lugar que vamos siempre e cuetras un maldito maricon cono tú—  Quería reírme en su cara y gritarle todo el odio que traigo atorado en mi pecho pero Felix dijo que un día lo iba a poder hacer, que me controlará un poco más.

—No hables así de Felix o te arrepentirás padre— Le advertí y camine a paso ligero a mi habitación.

—Hyunjin no he terminado de hablar
contigo—  Sus gritos pasaron a segundo plano cuando "Bitter Sweet Love" de James Arthur empezó a sonar atravez de mis audífonos.

Me recosté en mi cama y cerré los ojos y me quedé dormido, no supe por cuanto tiempo dormí hasta que sentí como la cama se hundía y un tibio cuerpo me abrazaba.

—¿Ahora me recuerdas Jinnie?—

Jinlix: Cuando El Diablo Se EnamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora