"Porque sobre todas las cosas Amor significa dulzura, verdad y medida; sí, lealtad al amado y a tu palabra". -María de FranciaEstaba mucho más lejos de lo que pensabas
y no saludaba sino que me ahogaba.
-Stevie SmithZona Cero: Octubre.
Personalmente, Andy pensaba que Miranda Priestly no tenía a quién culpar más que a ella misma.
No podía olvidar la expresión que Miranda había puesto en su rostro esa noche en su habitación de hotel, a la vez sorprendida y muy tolerante, como si hubiera sabido que el divorcio se acercaba pero no estuviera preparada para ello. todavía. Probablemente cierto. La pelea que Andy había interrumpido en la casa no podía haber sido la primera, ni mucho menos. Miranda sabía que su matrimonio estaba en problemas.
Entonces, ¿por qué no había podido doblarse? ¿Por qué no se había comprometido con Stephen, tratado de estar más disponible para él? En la casa, en ese momento antes de que se dieran cuenta de que ella estaba allí, Andy había visto que Stephen tenía bastante claro lo que quería: que Miranda cumpliera sus compromisos, que ella pasara algún tiempo con su familia, por el amor de Dios. . No, esto no se le había ocurrido a Miranda de la nada. Entonces, ¿por qué no había actuado para impedirlo? ¿O al menos has llegado a tiempo a cenar de vez en cuando?
Fue una maldita vergüenza. Pero para Andy lo realmente alarmante fue lo que Miranda le había dicho en París: Veo mucho de mí en ti.
Podría haber sido un cumplido. Podría haber sido una advertencia. De cualquier manera, Andy se había asustado muchísimo y todavía estaba pensando en ello. Su primer instinto había sido saltar del coche y correr, y nunca mirar atrás, porque no. No, ella no era como Miranda. Ella no iba a ser esa persona, esa mujer que estaba tan dispuesta a derribar a todos los demás por la más mínima infracción, pero que era incapaz de ver cómo estaba arruinando su propia vida.
Todo el mundo quiere ser nosotros.
Sí. No tanto. Andy iba a salir adelante. Iba a vivir la vida de sus sueños y seguir siendo una persona medianamente decente todo el tiempo. Ella iba a tener éxito y ser feliz. Se podría hacer. No fue imposible.
Y si le costaba demostrárselo a Miranda, bueno, que así sea.
Ella no se alejó.
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No ayudó que, cuando Andy regresó a Nueva York, Nate ya se había mudado del apartamento. Lily, sufrida durante mucho tiempo, le dijo a Andy que Nate se quedaría con Doug. Y que había conseguido trabajo en Boston. Y que todo era culpa de Andy y que ella no lo merecía de todos modos.
Andy se dijo a sí misma que no sería un buen comienzo para su nueva vida si empezaba alienando a todos sus viejos amigos, así que no le dijo a Lily que se fuera al infierno. En cambio, dijo amablemente que estaba dispuesta a llegar a un acuerdo. Que Nate fue quien se fue, no ella; que todavía quería que funcionara. Iba a hacer lo que Miranda no había podido hacer: acercarse y tratar de salvar su relación.
Pero decidió que también quería ser una persona honesta y, cuando se reunieron para almorzar, Andy le habló a Nate sobre Christian.
Así que ese fue el final de eso. Se mudó a Boston. Lily dejó de atender sus llamadas, al igual que Doug y, finalmente, rápidamente, Andy dejó de hacerlas. Dieciséis años de amistad, borrados por ocho meses de metamorfosis. No parecía razonable, correcto o justo. Pero si Andy había aprendido algo en esos últimos ocho meses era que la vida casi nunca era ninguna de esas cosas y que las personas eran tan cambiantes como el viento, incluso aquellas que creías conocer. Supuso que Nate, Lily y Doug pensaban lo mismo de ella.
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VERDAD Y MEDIA
RomanceAndy no deja a Miranda en París y descubre que una sola decisión puede cambiar tu vida. ¿Pero lo principal de las decisiones? No puedes detenerte con uno.