METANOIA | Percy Jackson

𝕵𝖚𝖓𝖙𝖔𝖘

⊱───────TOGETHER───────⊰

No se emocionen, no es capítulo nuevo, solo lo edité. :)

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No sean lectores fantasmas

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C H A R L I E

CAMINABA EN CÍRCULOS. Mis pies se movían solos y todo el cuerpo me temblaba en descontrol. Las palabras retumbaban en mi cabeza. James no tuvo que haberlo dicho, haberle dicho. Era mi decisión, mi derecho y ese maldito había robado mi oportunidad.

Después de haber visto a Percy golpearlo como un animal, no me quedé a ver más y hui. Corrí tan rápido como pude con Conan detrás de mí gritando, no me detuve hasta llegar a nuestra cabaña y encerrarme. Sufría un ataque de ansiedad, jalaba mi cabello y las lágrimas salían sin control.

Él no debía...

No podía respirar.

— Lottie, por favor... —suplicó Conan del otro lado, golpeando débilmente—. Ábreme.

No tenía ni la energía o fuerza para levantarme. Ni siquiera la voz me salió, solo sollozos mezclados con hipo. Me arranqué la armadura de un jalón y creó un estruendo aturdidor que lo mortifico más.

— ¿Lottie? ¿Estás bien? —No respondí y él golpeó más fuerte— Charlotte, abre, ahora. ¡Por favor!

Escuché más murmullo fuera de la puerta y como intentaban abrirla. El ruido de los golpes empezaba a aturdirme demasiado.

Quería a Jason. Quería que me abrazara y dijera que todo estaba bien. Que acariciara mi cabello y sostuviera mi mano. Quería que Jason estuviera a aquí. Necesitaba a mi hermano.

Y escuché su voz.

— Eh... ¿Giselle? —Percy murmuró, deteniendo el ruido—. Abre, por favor. Aquí hay chicos muy preocupados que me están poniendo nervioso —hubo un reproche fuera y él siguió—. Si no quieres verme, bien, me iré, pero... los necesitas a ellos. Solo abre, por favor. Hablemos.

Me detuve en la puerta, recargando mi frente contra esta.

— Lo siento...

— No, no lo sientas —respondió—. No fue tu culpa, Giselle. Todo está bien.

Y quise creerle. Quise sentirlo.

— Por favor— susurró. Se escuchó aterrado y lo entendía, no tenía recuerdos y hace solo unos minutos se había enterado de que sería padre con una chica que no conocía—. Por favor, preciosa, ábreme.

El chillido de los engranes asustó a los demás. Estaba segura de que lucía fatal con el cabello enredador y revuelto, la nariz roja, los ojos hinchados y las lágrimas secas sobre mis mejillas. Pero él me miró y sus ojos brillaron como si viera la cosa más linda del mundo.

Percy, Hazel, Frank, Conan, Gwen, Dakota, Nico y otros chicos de la cohorte estaban afuera, esperando por mí. O quizás esperando entrar a su cabaña.

— Hey...