Vi se encontraba despertando poco a poco. Estaba sentada con las manos atadas en el espaldar de la silla, al igual que sus pies. Estaba dentro de una celda y su boca estaba cubierta con una cinta. Intentaba desatarse pero le era imposible pero aún así seguía intentando. Las gotas de sudor le bajaban por la frente, su cuerpo estaba empapado en este, su respiración estaba agitada y no sabía lo que iba hacer la loca de su hermana.
—No sigas, Vi— dijo Ekko amarrado al igual que Vi pero de espalda a ella, sin cinta en la boca.
Vi miró hacia atrás viendo la espalda de el chico. Se relajó y miró hacia todos lados haber si encontraba algo pero solo veía paredes grises y la mínima luz natural que entraba por una pequeña ventana.
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Caitlyn llegó a su casa encontrando a Evan haciéndose un sándwich. Ella lo saludó y conversaron un rato. El silencio está notable y eso le preocupó a la peliazul, nunca hay silencio con Vi.
Entró a la habitación haber si era que estaba dormida pero no había nadie. Salió a buscar a Evan, él tenía que saber algo.
—Evan, ¿y Vi?— preguntó.
—Emmm, salió a comprar leche— dijo relajado dándole una mordida al sándwich.
—Ok, ¿puedo saber hace cuánto?— preguntó.
—No sé, diría yo que mucho tiempo pa comprar una leche— dijo aún despreocupado —aunque también dijo que iba a comprar otras cosas.
—Voy a llamarla— dijo mientras sacaba su celular y le marcaba.
La llamo varias veces y le envío mensajes de txt y no recibía respuesta. Decidieron esperar unas horas más, a ver si aparecía.
Caitlyn se fue a su cuarto y se bañó, aunque estaba más relajada aún la pelirosa la tenía preocupada. Ella no era de desaparecerse al menos que...
La Kiramman no tiene el puesto de sheriff por lujo, así que empezó a investigar. Ya Caitlyn sabia que Vi no había ido a comprar leche, estaba en otro lado, ¿pero en dónde? se preguntó a sí misma.
Miro por todos lados, las gavetas, clóset, baño, cocina, comedor y no había ni una sola pista que le dijera a donde se fue. Fue al cuarto de nuevo y vio una ropa tirada fuera del ropa sucias.
La fue a recoger e intuyó que es la que uso hoy, chequeo los bolsillos para descartar y encontró la carta. La leyó y rápidamente tomó a Evan, ya estaba harta de esta situación con su cuñada así que se dirigió a ver una vieja amiga.
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Vi estaba mareada, habían pasado unas horas desde que despertó en esta celda. Esta vez noto que no tenía la cinta.
—Ekko, ¿eres tú?— dijo desesperada.
—Si, pero ahora no estamos solos— dijo cansado, se notaba que había estado más tiempo que ella.
—¿Qué?— fue lo único que pudo decir antes de escuchar la voz de...
—¿T-te está g-gustando la estadía?— dijo Jinx con una sonrisa macabra.
—¿Powder?— preguntó mirando hacia todos lados.
—Atrás de ti— dijo cantando mientras reía.
Vi intentó mirar hacia atrás pero no veía a nadie. De momento sintió una presión en la parte posterior de su cabeza, le estaba apuntando.
—¿Qué pasa hermanita, tienes miedo?— dijo al frente de VI.
—Pow-pow mi intención nunca fue abandonarte— dijo mientras sus ojos se empezaban a cristalizar —no podía volver hasta que terminara los estudios, si hubiera sido por mí te visitaba cada maldita semana— dijo llorando —por favor, acaba esta locura— suplicaba.
—¿Cómo la va a acabar?, si recién empieza— dice Silco entrando.
Vi cuando lo vio quedó paralizada, estaba vivo. En el último enfrentamiento que tuvieron él parecía muy muerto.
(No se que tengo con revivir a los muertos)
—¿P-pero como?— continuó —¿no estabas muerto?— dijo con cara aún sorprendida.
—La muerte no es mi enemigo, al contrario es mi aliado— dijo sacando un frasco de brillo —el miedo que le tienen me hace tener control sobre las personas— dijo mientras miraba el brillo —solo tengo que mostrarle un poco el sabor de la muerte y caen de rodillas, sirviéndome— dijo acercándose a mi —déjame mostrarte lo que es el poder recorriéndote por las venas, así podrás estar para siempre con tu hermana— dijo pegándole la aguja a su cuello.
—No, no, ¡DÉJENLA!— gritó Ekko.
Vi cerró los ojos con todas sus fuerzas. Cuando los cerró vio a Caitlyn, su cara, labios, sonrisa y esos ojos que están pintados a pincel.
Pudo sentir el brillo recorriéndole por las venas, se sentía como si la quemara por dentro, gritaba.
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Caitlyn había llegado a Zaun después de buscar a su vieja amiga. La sheriff sabía el odio que esta le tenía a Jinx, ganas de vengarse, al igual que ella.
Estuvo todo el camino diciéndole a Evan que si algo salía mal se fuera. Por más que este supiera defenderse gracias a Vi no quería arriesgarlo, no lo demostraba pero le había cogido un cariño al chico.
Acercándose a ese lugar que le había indicado la carta, escucho unos gritos que no los reconocía, eran monstruosos. Se colocó al frente de Evan antes de entrar y lo primero que vio fueron a los secuaces de Silco.
Cada uno se encargó de los secuaces. Evan y Lux lucharon contra 4 al mismo tiempo, mientras que Caitlyn les disparaba a los otros.
Todo marchaba bien para ellos, poco a poco los fueron eliminando hasta que solo quedaba una con un brazo mecánico. Pensando que tenían la pelea gana porque eran tres contra 1 pero al lado de ella se para un hombre gigante, Vander.
—Mierda— dice Lux preparando sus puños, estaba loca por encontrarse a la peliazul.
Peleaban y peleaban sin obtener ningún efecto contra la de el brazo mecánico y el hombre. Evan no aguantó más y se abalanzó contra Vander, recordó que este hombre le arrebató la vida de su familia, a las únicas personas que tenía en su vida.
Lo golpeó pero como anteriormente se había dicho, no tenía efecto. Vander estaba como si nada mientras disfrutaba la furia de el chico. Lo tomó del brazo y lo tiró contra la pared. Caitlyn corrió hacia él pero ahí fueron capturados y amarrados.
—Bienvenidos— dijo Silco entrando junto a Jinx.
Lux al verla le gritó barbaridades, sentía un odio al verla, la quería muerta por lo que le hizo hace 4 años.
—¿Quieren ver a mi nueva, mascota?— dijo Silco sonriendo mientras chasqueaba los dedos.
Y apareció Vi, embobada aunque con una postura fuerte. Sus ojos no mostraban nada, se mostraban perdidos. Caitlyn la vio y las lágrimas caían, sentía un vacío al ver a su chica sufriendo y siento parte del maldito experimento de Silco.
—Ataca— dijo Silco mientras señalaba a Caitlyn.
Vi solo pudo obedecer y corrió hacia ella con una mirada de furia.
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Notaaa🧁
Van a sufrir con el capítulo de mañana
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Arcane - Amor Y Odio
RandomVi, una zaunita que consigue entrar a la universidad de Piltover junto a Mylo y Claggor, dejando atrás a Powder y a Vander. Intentando dejar el capitulo de Zaun atrás pero este la perseguirá por la persona menos pensada cambiando su rumbo completame...