El traje amarillo

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Por más que hayan intentado cerrar definitivamente el blog, este sujeto siempre conseguía restablecerlo. Era como si tuviera todos y cada uno de sus contenidos guardados y duplicados en memorias indestructibles, escondidas bajo la manta menos pensada.

El post que nunca podré borrar de mi mente fue el del homicidio de una niña de apenas cuatro años. Para cuando la había secuestrado cargaba un traje amarillo de puntos blancos. Se podía presenciar desde las fotos que le tomó antes de.

Sin embargo, al final de su trabajo, hizo del traje un pequeño trapo inmerso en la sangre que le encharcaba al cuerpo.

-¿Puede dar más detalles?

-No te apresures. Intento revivir los detalles que pude estudiar mientras elaboraba el perfil de esta persona. Y es que, olvidé mencionarte que yo formaba parte del equipo de criminalistica en ese entonces. Pero este sujeto era muy peculiar y cuidadoso de cada uno de sus movimientos.

El caso de la niña es el que recuerdo con exactitud, porque fue con ese que pude comprender y adentrarme en el pensamiento de este hombre. Lo típico en un diagnóstico mental de una persona que asesina tan sadicamente a un niño es que sea pedófilo o que aún viva con aquella envidia que le habitó desde muy niño hacia los demás niños por no haber tenido una infancia digna. Pero este sujeto no estaba en ninguno de estos diagnósticos. Me hizo darme cuenta que sus presas iban más allá de la edad o el físico, más allá de sus posiciones económicas, más allá de sus religiones. El simple hecho de matar elevaba sus sentidos y le regalaba el escape que sus impulsos pedían a gritos. Hacía de estos cuerpos un diseño distinto al anterior.

Cuando encontraron el cuerpo de la niña, los médicos forenses no podían creer lo que sus ojos estaban viendo. Es que, su boca... su boca había sido sellada con un parche que estaba pegado con cera. Sus dedos fueron cortados, todos y cada uno de ellos, y su pequeño abdomen fue abierto. Y para nada, pues sus órganos permanecieron en sus lugares. O quizás sí para algo, quizás para verles vivir mientras ella moría desangrada.

-Bueno, eso es un tanto perturbador. He visto películas parecidas, pero nada como eso.

-Lo sé. Este sujeto tenía una creatividad enferma indiscutible. El rostro de la niña era casi irreconocible. Hasta que me llamaron para verla y recoger más información útil para llegar al paradero de este tipo.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2015 ⏰

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