Dos pequeños llegaran a cambiar la vida de Jimin y T/N, ambos niños seran quienes en un futuro gobiernen la mafia.
No estaba en sus planes pero sera una sorpresa que cambiara por completo sus vidas despues de todo son sus " Herederos "
— Bueno esta es nuestra ultima semana, si los dioses del olimpo quieren, en una semana nos graduaremos — Dijo Kate riendo
— Sí, la carrera de Psicología no es para nada lo que habia pensado —
— Seras mi Psicólologa —
— Con gusto —
Ambas hablaban mientras caminaban a casa, Alek y Caleb estaban ocupados y ella olvidó llevarse su camioneta.
Al llegar, Marie las recibió con lagrimas en los ojos, tenia la nariz y los ojos rojos de tanto llorar, Aria la miró y se quedó totalmente confundida.
— Marie, ¿ qué pasa ? — Preguntó Kate
— Señorita Kate...es...es... —
— ¿¡ QUÉ !? — Gritó perdiendo la pasiencia
— Es su padre y su hermano —
— ¿ Qué pasa con ellos ? —
— No lo sé, el Sr.Jeon llegó alterado y...solo me dijo que pase lo que pase cuidara de todos sus hijos —
— Maldición —
Kate tomó su movil y marcó al numero de su padre pero este no respondía asi que marcó al de su hermano pero tampoco respondía.
— Estoy muy preocupada — Habló Marie
— Calmate, seguro etaran bien ¿ Mis primos estan aquí ? —
— S- Si, estan arriba pero ellos aún no daben nada —
— Bien, cuida de ellos, no los dejes salir por ningun motivo. Aria, quedate aquí, no salgan, no contesten el teléfono amenos que sea mi numero —
— ¿ Estas loca ? No irás sola —
— No te lo pregunté. Marie, cierren todo, si no vuelvo en dos días, avisen a italia y que ellos avisen a los demas y envien ayuda —
— ¿ Iras sola ? —
— No tengo otra opcción, si no regreso, confío en que cuidaras a mi familia, Marie —
— Lo prometo —
— ¡¡ NOO !! NO, KATERINE ¡¡ NOO !! —Gritaba Aria al verla irse
Katerine salió de la mansión Park y afuera habia ocho guardias, ella no dudó ni un segundo y se aproximó a la sala donde su padre guardaba las armas y tomó algunas, agradecia tener en su camioneta ropa comoda para usara asi que se vistió rapidamente poniendose un pans comodo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Encendió la camioneta y arrancó dirigiendose a la entrada donde estaban los guardias.
— Ustedes cinco se quedaran aquí, no duden en matar a quien intente entrar y sea desconocido, ustedes tres vengan conmigo ¡ Ya ! —
