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En los grupos de amigos muchas veces ya se tienen los roles definidos incluso si no los dicen, como "el más fuerte" "el guapo" "la madre del grupo" en mi caso yo soy el idiota del grupo.

Soy el idiota, el despistado ¿No se supone que ya debería estar acostumbrado a los olvidos y pondría algún recordatorio en las notas de mi celular? No, no lo hago y siempre me terminan pasando este tipo de cosas. Desde olvidar alguna tarea hasta mi uniforme para educación física.

De seguro existe un duende de los casilleros o algo por el estilo porque si no estoy imaginando cosas y yo nunca puse mi uniforme en el casillero de Gunwook.

— ¿Podrías moverte? - Una voz fría me sobresaltó y al voltear hacia donde provenía la voz me topé con la mirada indiferente de Ricky.

— ¿Huh? Claro. - Con algo de pena me hago hacia atrás para que él se pueda agachar a su casillero. Esto es incómodo, ¿Debería decir algo? — Oye Ricky...

Ni siquiera había abierto la boca cuando él ya se había ido, ni siquiera me di cuento cuando cerró su casillero y se fue. Debe ser alguna especie de ninja porque nunca escucho cuando se fue.

Aunque Ricky y yo estemos en la misma clase apenas he hablado con él, creo que unas dos o tres veces cuando tengo que entregar un recado.

La manera más fácil de describir esta situación sería... Polos opuestos.

Ricky siempre tiene esa cara fría e inexpresiva siempre que lo volteo a ver, lo puedo llegar a entender algunas veces por ejemplo cuando está concentrado escribiendo o cuando limpiamos el salón, ni yo tengo una cara feliz cuando me toca limpiar.

Pero él tiene esa cara incluso cuando da los avisos escolares, hombre eres el jefe de curso mínimo una sonrisa o una cara no tan, fría.

Es como si fuera un robot.

— ¡Es hora de educación física! ¡No se olviden de sus raquetas!

Bádminton, a veces no entiendo los juegos raros que pone el maestro, ¿No sería más fácil jugar futbol y ya? De todas formas no me considero fan de ese deporte.

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— Está haciendo un calor del diablo aquí afuera, deberíamos poder usar el gimnasio alguien podría desmayarse bajo este sol. - No habían pasado ni veinte minutos y yo estaba totalmente muerto, destrozado y peor aún, sudado.

— Siempre has odiado el calor Gyuvin, ven vamos a jugar en la sobra. - Gunwook me jala del brazo y me lleva casi arrastrando hacia un árbol grande, lo suficiente para tener buena sombra y no exponerse tanto al sol.

Gunwook lanzó la pelotita chistosa que según seungeon se llama volante hacia arriba y una vez en el aire le pega con la raqueta mandándola lejos.

— ¡Lo hiciste apropósito!

¿Por qué Gunwook tiene que ser tan bueno en todo? Si fuera una persona común y corriente no tendría que estar corriendo hacia atrás para poder pegarle a esa pelota chistosa.

Iba tan rápido y mirando hacia arriba que era inevitable que en algún momento cayera y así pasó, di un último hacia atrás cuando piso un pedazo de tierra mojada cayendo hacia atrás y la cosa se puso peor cuando en lugar de chocar contra el suelo choqué con la espalda de alguien.

— Oww... Perdón... No estaba mirando. - Eso dolió, creo que más por el susto que por el golpe en sí. Me voltee hacia la persona con la mirada baja y apoyé mis manos en las rodillas para recuperar el aliento y al alzar la mirada...

¡Shen Quanrui!

¿¡Por qué tengo que seguir topándome con él!?

— No te preocupes por eso. - Para sorpresa mía su tono de voz no sonó frío o enojado, estaba demasiado tranquilo a decir verdad.

Después de decir eso se dio la vuelta y yo hice lo mismo para ir a recoger la pelota chistosa, caminé apenas unos pasos cuando siento que me agarran de la muñeca deteniendo mi andar.

— Oye... Espera.

.

— ¿Entonces... Por qué estoy sentado aquí? ¿Contigo?

Bien, ahora estoy sentado con Ricky en un raro silencio y yo tengo una botella de agua en las manos.

¿¡Acaso va a golpearme por haber chocado con él!?

No creo, ojalá no.

Bueno si realmente fuera a golpearme él no me hubiera comprado el agua.

— Parecía que  querías refrescarte. - Una explicación más sencilla de lo que esperé.

— Um... Gracias. - Muevo un poco la botella entre mis manos y después la dejo a un lado mío. — Oye lo siento de verdad, yo realmente no quería pegarte o algo por el estilo es solo que...

— No te traje aquí para obtener una disculpa. - Dejó de mirar hacia el frente con esa mirada indiferente de siempre y volteó a verme. — Eres alguien famoso por dar consejos, verdad?

— Uh, bueno eso... - ¿Por donde podría empezar con esta larga explicación?

— ¿Podrías hacerme un favor? - Antes de que terminara de pensar se inclinó hacia mí y por instinto me eché hacia atrás tirando la botella de agua con mi mano.

— ¿Qué favor...?

— Consígueme una cita.

Gyuvin en la clase 2 ¡! RyuvinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora