La muerte enamorada de la vida.

único.

Fic a petición de la usuaria Kay1954 espero cumpla y guste a todos por igual.

Aunque cabe destacar que esto no significa que puedan estarme pidiendo que escriba lo que quieran. Si acepte hacerlo es porque la idea me gustó. A lo mejor, si tienen suerte y una idea interesante, marqueme al privado y llegamos a un acuerdo. Solo les pido, nada de secuestros y Estocolmo, la cantidad de veces que me han pedido eso no tienen explicación. Weon, ¿Que les pasa? ¿Es un nuevo fetiche acaso?

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Thanatos sé sentó en su lugar, con su arpa en mano tocando una melodía de calma frente a la fuente de aquel templo. Un lugar solitario donde custodiaba la vida y la muerte. Viendo paciente a la espera de su trabajo, esperando el último respiro de quienes le tocaba traer al Inframundo ese día.

Su trabajo de todos los días, aunque pudiera parecer aburrido a la percepción de un humano o un dios menor estar toda la eternidad vigilando mortales, a Thanatos le era ligeramente divertido ser espectador. Los humanos tenían cierto grado de libertad en sus vidas fuera de la mano de los dioses, forjando su camino, su vida y con eso su muerte, sus decisiones siendo tan arbitrarias pero poderosas a largo plazo.

El sonido del arpa cambió drásticamente. La presencia del dios se hizo más notoria, invocando las almas muertas en el Inframundo, en la entrada de Caronte más específicamente. Nuevamente, el sonido del arpa se tornó relajado y melancólico.

- Interesante. - Un nuevo espectador. Un niño de no más de unos 13 años. Lo veía llorando en una camilla, solo y abandonado por sus padres, prestando atención se dio cuenta de su cruel realidad. Enfermo y con un tiempo de vida limitado.

>> Vaya destino cruel. - Rio. Cínico, muy pocos humanos se ganaban su empatía. Los que tenían ese logro en ese momento eran su compañía. 2 o 3 personas, específicamente.

Aún no era su hora. Pero allí estaría para esperar eso. Su rutina siguió normal, un atractivo hombre de apariencia Andrógina fue hacerle compañía. Un humano como pocos, fascinado por la muerte.

Cuando se dió cuenta Hades sé había acercado Thanatos lo recibió con gusto, no era raro que cada tanto tiempo Hades tomará curiosidad por quienes iban llegando al Inframundo.

Nuevamente, ese chico se coló a la vista. Su muerte estaba próxima a sí que era lo normal. Llamando la atención de ambos dioses las acciones de este, saltando por la ventana. El chico corrió alegremente por el horizonte, no me importaba ya morir. Quería disfrutar la vida como mejor podía, después de todo, ya no le quedaba nada.

Las reacciones de los dioses fueron mixtas, ambos bastante consternados por su acción imprudente. Pero mientras Thanatos, casi reía por ver como un mocoso con el corazón enfermo se lanzaba a la muerte, Hades parecía interesado. Curioso por su acción.

- Hace tiempo no veo un humano con tan nulo miedo a morir. Ni tan joven tampoco. - Hace siglos no había guerras, no obstante en esos tiempos tampoco era común ver niños así.

- Los Moiras no tardarán en consumir su vida. Eso es seguro. - Desinteresado dijo el dios de la muerte. Hades, no le despegó los ojos de encima.

- Como digas. - En silencio volvió a su propio templo, sentándose en su trono. Invocando así una ventana dónde siguió viendo al chico, saciando su curiosidad de él.

>> Tu nombre es Kardia. ¿Eh? - Sonrió el dios. Parecía tan inocente pero tan desgraciado. Porque estaba haciendo todo a su alcance para sobrevivir pero de forma que se divirtiera.

A veces se quedaba un tiempo en un lugar, A veces le tocaba pelear para salir vivo. Si no supiera que estaba enfermo del corazón no lo sospecharía, pues lograda varse a despertar muy bien. Y así siguió su vida.