HORAS ANTES
Escuchó unos gritos apagados que provenían del pasillo. Terminó de abrocharse las playeras y salió a ver qué pasaba. Vio a Bill medio desnudo parado al final del pasillo. Le había parecido oír la voz de Georg gritar algo acerca de una ambulancia.
La buscó desesperado, pero no la vio por ningún lado.
Bill se giró al presentir su presencia. Entonces se dio cuenta de lo cerca que estaba de las escaleras y un mal pensamiento cruzó por su mente dejando tras él un rastro de dolor. Vio como negaba con la cabeza, como si no creyera lo que acaba de hacer. Vio sus labios se movían para decirle algo en un susurro casi inaudible.
—Ha sido un accidente.
Echó a correr hacia las escaleras, empujando fuertemente contra la pared a Bill sin volverse para verle en el suelo tirado, donde gimió y rompió a llorar. Bajó las escaleras abriendo los ojos con miedo al verla tirada en el suelo hecha un ovillo. Georg estaba a su lado sin atreverse a tocarla.
—Voy a llamar a una ambulancia—le dijo más aliviado al verle.
Tom asintió con la cabeza mientras se arrodillaba en el suelo a su lado, acariciando esa mejilla por donde un hilo de sangre bajaba de una pequeña herida que tiene en su frente.
La ambulancia llegó a los 5 minutos, y con ella la policía, que hablaron con Georg al ver que con él no lo podían hacer. Escuchó de lejos su conversación, oyendo como un agente decía que subiría a hablar con Bill en vista de que Georg le había señalado como el culpable del accidente.
No miró hacia donde estaba él, sabía que le dejó tirado en el suelo, ni siquiera le importaba ya si le hizo daño o si estaba observando impotente como él a los enfermeros que estabilizaban a su novia antes de tumbarla en la camilla.
No se dio cuenta de que estaba llorando hasta que le cayó una lágrima, que dejó resbalar por su mejilla hasta que cayó al suelo con lentitud.
Cuando por fin la pudieron mover sin riesgo, la echaron en la camilla y se movieron con rapidez, saliendo por la puerta gritando a la gente que se había congregado en la calle que se apartase. Echó a correr tras ellos, dispuesto a permanecer a su lado por si ocurría lo que más temía, estar con ella y sujetarle la mano para darle consuelo.
Antes de que llegase a subir a la ambulancia, sintió que le cogían del brazo y se volvió para ver a Bill, que le miraba con el miedo reflejado en sus pequeños ojos.
—Tom...tienes que creerme....
Le miró sin decir nada, solo sintiendo repulsión a su contacto. Cogió la mano que tenía en su brazo y la apartó de su cuerpo. No quería que le volviera a tocar nunca más, porque solo conseguiría hacerle daño, más del que ya le había hecho.
Entró en la ambulancia que estaba a punto de marcharse sin él. Por el camino hacia el hospital se puso a rezar sin darse cuenta. Pidió por la vida de ese niño con el que ya soñaba con tener en brazos...
Llegaron al hospital y allí le separaron de Amanda. Se quedó en la sala de espera sin saber qué hacer. Sabía que tenía que llamar a su madre y darle la mala noticia, decirle que ya no iba a ser abuela. Sabía que tras una caída como esa era imposible que el bebé hubiera sobrevivido.
Simone y Gordon se presentaron de inmediato y abrazaron a su hijo llorando. El médico salió en esos momentos y les dio la triste noticia. Tom rompió a llorar mientras su madre le abrazaba con más fuerza. Pasados unos minutos, el médico le dejó entrar a verla. Le pidió que fuera breve, que estaba en estado de shock.
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Infidelity
RomanceCreían que lo tenían todo, pero un simple gesto rompió aquel perfecto sueño que estaba viviendo. De la noche a la mañana sus vidas se separaron y sus sentimientos cambiaron. Quisieron volver a ser los de antes, recuperar el tiempo perdido, pero... ¿...