ϲαριτυℓο 66

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El día había llegado y ambas viajeras caminaban tranquilamente hasta llegar a dónde se reunirían con Al haitham.

- Finalmente!- Dijo Paimon.

- Lo se, entre más rápido terminemos con esto continuaremos con nuestro viaje.

Poco después se encontraron con Al haitham y se pusieron al día con la información que ambos tenían.

Después de un rato ambos fueron hasta el punto de encuentro con los eremitas quienes ya estaban esperando la llegada del peli gris.

El enfrentamiento no tardo en comenzar, pero como era de esperarse, no fue nada complicado para Lumine y para Al haitham tampoco.

Sin embargo apareció el jefe de los eremitas quien se veía inestable, lentamente camino hasta llegar donde la rubia y frente a ella se desplomó, el hombre agarraba su cabeza y gritaba, sus subordinados intentaron ayudarlo pero el jefe comenzó a golpearlo.

Al haitham se adelantó y comenzó a atacarlo con la intención de detenerlo y afortunadamente lo logro, justo cuando el jefe cayó desplomado se acercaron personas de la academia para arrestarlo, y el peli gris aprovecho para arrebatarle algo al hombre más alto.

Los de la academia se encargaron de llevárselo y en el puerto solo quedaron el peli gris y las dos viajeras.

- Bueno, supongo que nuestra colaboración termina aquí.

- Antes de que te vayas, quiero preguntar si no tienes algo de información sobre la reina menor Kusanali.

- Lamento decir que no, la reina menor parece obrar fuera de la jurisdicción de la academia, es decir es un misterio, bueno yo regresaré a la academia... que hay de ustedes?- Pregunto ciertamente algo interesado por el destino de las viajeras.

- También regresaremos a la ciudad de sumeru aún tenemos asuntos ahí, pero nos tomaremos este día

- Bien, nos encontraremos después- Respondió, con una pequeña sonrisa.

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Al llegar a la ciudad y después de haber almorzado algo, ambas chicas fueron a buscar a Dunyarzad y tenían idea d adonde podría estar.

Tal y como Lumine lo había planteado encontraron a Dunyarzad dónde había dicho, ambas comenzaron a platicar, Lumine y Paimon compartieron lo sucedido en puerto Ormos, mientras que la otra solo estaba feliz de verlas de nuevo y de compartir aquel momento.

- Oh es cierto, me tomé tome la molestia de reservarles una habitación, se que seguramente no tienen donde quedarse y es lo menos que puedo hacer.

Lumine sonrió, pero no sentía que diera necesario.

- Que considerada eres, muchas gracias- Dijo Paimon alegre.

- Deben estar cansadas, así que vayamos de una vez, después de todo ya es algo tarde y seguramente quieren dormir.

Las tres jóvenes caminaron hasta donde la rubia de hospedaria y una vez ahí, Dunyarzad las dejo para que pudieran descansar.

Normalmente Lumine se despertaba temprano pero esta ocasión se había dejado llevar por los brazos de Morfeo y no se despertó hasta ya entrada la mañana.

Después de unos minutos salieron de la habitación listos para reunirse con Dunyarzad.

- Oh chicas me alegro de verlas,espero que hayan descansado,hoy nos espera un gran día!- Dijo la pel café apenas vio a las viajeras.

- Claro que si!- Exclamó Paimon entusiasmada.

Lumine por su parte solo les sonrió, en su mente se había instalado la pregunta de que estarían haciendo los chicos, ahora se sentía algo sola, había pasado de estar con un grupo grande a estar sola nuevamente con Paimon, no era que no le agradara la presencia de la hada pero extrañaba a todos.

Mientras tanto Paimon y Dunyarzad parecían tener una amena plática, aquellos pensamientos desaparecieron de la cabeza d ella rubia cuando escucho al comerciante mencionar el significado de cierto bocadillo "Ilusiones y Mentiras"

Eso le pareció de lo más curioso, pero no pudo permitirse pensar sobre ello, puesto que Paimon ya había agarrado camino hacia otro puesto.

Después de una divertida interpretación Lumine se vio en la obligación de escoger una caja con dulces.

- Vamos Lumine, Paimon se muere por unas solsettias!

- Bien entonces quiero la cuarta cajita.

- Oh maravilloso-Dijo Vihar-Aqui tienes tus caramelos con sabor de Solsettia.

- Nunca dude de tu buena suerte Lumi, ahora a dónde iremos.

- Oh bueno, yo me he olvidado de algo en mi habitación, podrían acompañarme- Dijo la joven con algo de pena.

- El festival te tiene tan emocionada que se te olvidan ciertas cosas no es así?- Pregunto la rubia.

Dunyarzad asintió apenada y las viajeras sonrieron, antes de acompañarla.

Ambas caminaban tranquilamente, aún era temprano así que no había prisa.

Cerca del alojamiento de la peli café, un grupo de Eremitas las interceptaron, planeaban llevarse a la joven pero Lumine no lo iba a permitir, sin embargo antes de hacer cualquier movimiento apareció Dehya.

La morena sin duda no iba a a dejar que le hicieran algo Dunyarzad.

- Por favor viajera, llévate a la señorita mientras yo les demuestro a estos inútiles por qué soy la leona ardiente.

Lumine asintió y huyó con la chica lo mas rápido que pudo.

La rubia se detuvo al ver a su amiga algo pálida.

Pero la joven le aseguro que estaba bien y solo necesitaba descansar, poco después Dehya las alcanzó.

Ya más tranquilas las dos jóvenes continuaron con su salida, solo que está vez algo más tranquilo para no empeorar el estado de la peli café.

Cerca del ocaso ambas jóvenes fueron hasta gran bazar solo para poder observar la danza de Nilou y cerrar con broche de oro la noche.

El momento era perfecto, la gente estaba esperando ansiosa por ver a la bailarina y el ambiente se sentía acogedor, pero lo bueno siempre acaba pronto.

Ni bien Nilou apareció, varias personas de la academia irrumpieron en el lugar.

- No puedo creer que lo hayan cancelado... Creí que podría disfrutarlo, aunque sea por última vez- Dijo Dunyarzad con el corazón roto, realmente quería ver la interpretación de Nilou y sin más se lo había arrebatado.

Dehya y Lumine la consolaron cada una a su manera, realmente se sentían mal por la chica.

- Es hora de irnos, se hace tarde y quiero que descanse- Insistió Dehya.

Afortunadamente la peli café no opuso resistencia, estaba agotada y decepcionada, solo se despidió de la rubia, casi sin ánimos.

- Nosotras también deberíamos volver Paimon.

- Pero... No es justo!- Exclamó lloriqueando la pequeña.

- Lo se, pero así es la vida, de un momento a otro te da un golpe muy duro, lo importante es recuperarte de eso y seguir adelante, yo se que después Dunyarzad se sentira mejor.

Paimon asintió y ambas fueron hacia su hospedaje para dormir y esperar que el día siguiente fuera mejor.
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Notas: Hola a todos!

Espero se encuentren bien personitas hermosas, espero les guste el capítulo, puede que sea aburrido y perdón por eso, pero deben saber que lo del bucle no los voy a agregar, lo veo innecesario y aburrido, espero eso no los moleste.

єℓ мοτινο ∂є иυєѕτяο νιαנєDonde viven las historias. Descúbrelo ahora