Se inclinó más sobre la cama, cerrando los ojos con fuerza. No quería ver nada que le hiciera detenerse, que le hiciera ver que delante de él no estaba la persona a la que nunca dejaría de amar.
Sintió como su aliento le rozaba la cara, señal de ya estaba muy cerca. Separó los labios y conteniendo la respiración se acercó más a esos que le recibieron entre abiertos. Los cerró en torno a ellos y se entregó a ese beso con miedo. Vio que no era rechazado, de momento y subió una rodilla para comenzar a subirse a la cama y así estar más encima, obligándole a separar los labios metiendo su lengua entre ellos.
Eso fue lo que hizo que David se fuera despertando. Sintió que había alguien encima de él que le estaba besando con mucha pasión...y que no era tan malo como llegó a pensar... Abrió los ojos y vio la cara de su joven protegido, levantó las manos tratando de separarle, pero dejó de intentarlo cuando sintió como su lengua le exploraba la boca con ternura. No pudo evitar soltar un profundo gemido y que su lengua saliera al encuentro de la otra, contra la que se frotó con placer, haciendo que fuera él el que gimiera esa vez cuando le rozó el piercing con la punta de la lengua.
Le sintió dejarse caer sobre él, y entonces se dejó llevar, olvidando que eso no podía suceder. Le cogió entre sus brazos y le hizo rodar por encima de él, hasta que quedó bajo su cuerpo y tomó el control del beso. Expulsó su lengua de su boca y entró en la suya, comenzando a explorarla con violencia mientras sentía como sus manos le recorrían la espalda.
Bill sonrió contra esos labios que tanto placer le estaban dando. Pasó sus manos por su espalda, rodeó sus caderas y llevó una de sus manos más abajo lentamente hasta llegar a su objetivo. Levantó con un dedo el borde del pijama de David y metió la mano por su ropa interior, lo que hizo que sus labios fueran bruscamente separados.
—Esto no está bien—susurró David bajando su mano para detenerle.
—Por favor, no me detengas—suplicó Bill de la misma manera.
Movió más su mano, frotándose contra su miembro, viendo como cerraba los ojos y separaba los labios gimiendo. Siguió frotándose contra él, arrancándole más gemidos y jadeos de placer, y supo que le había convencido. Se movió contra su cuerpo, haciéndole rodar en la cama para que se tumbase de espaldas.
Sin soltar la presa de su mano, se inclinó sobre su cuerpo mientras que le bajaba las prendas. Acercó sus labios y sustituyó su mano por ellos. Se apoderó de su miembro succionando con fuerza, poniendo la lengua en su erección y frotándola contra ella.
David apretó más los ojos y se dejó hacer, desterrando al fondo de su mente su conciencia adulta que le decía que lo estaba haciendo con un niño. Pero para él dejó de serlo en el momento en que su lengua le pidió permiso para entrar en su boca. Estaba claro que no era la primera vez que lo hacía, que sabía lo que quería hacer y que estaba haciéndolo demasiado bien.
Ya le sentía preparado dentro de su boca, pero no era allí donde quería tenerlo. Sin separar sus labios de su miembro, bajó las manos y se despojó de sus bóxer. Llevó una mano hacia sus nalgas y él mismo se preparó. Coló con nervios dos dedos dentro de su cuerpo jugando con su entrada, metiendo dos más y dejándola dilatada.
Solo entonces liberó de su boca esa erección ya formada. Se movió con rapidez antes de que David pudiera cambiar de opinión y se arrastró por su cuerpo, quedándose a horcajadas sobre él. Llevó su miembro a su entrada con la mano y lo coló en su cuerpo muy despacio, aguantando la respiración tras tanto tiempo sin hacerlo.
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Infidelity
Roman d'amourCreían que lo tenían todo, pero un simple gesto rompió aquel perfecto sueño que estaba viviendo. De la noche a la mañana sus vidas se separaron y sus sentimientos cambiaron. Quisieron volver a ser los de antes, recuperar el tiempo perdido, pero... ¿...