Capítulo 2

121 17 0
                                    


El mismo lugar, la misma posición y mi linda mesa. Desde el día en el que besé a Hong Eunchae, bueno... Ella no me ha hablado. Ese mismo día únicamente se puso de pie y salió caminando. Me sentí tan avergonzada, tan... Humillada. Pero sobre todo una gran idiota por demostrar (por primera vez) mi atracción hacia ella.

Lo peor de todo es que lo único que hice fue regresarme a mis cosas. No intenté explicar nada.

-¿Y Eunchae?- pregunta a mi lado Chaewon. Ella regularmente observa como la menor y yo discutimos por tonterías; entiendo que se le haga extraño no verla aquí -¿Se cansó de molestarte?

Ojalá fuera eso. Supongo que cuando alguien te besa desprevenidamente es normal dejarlo de lado.

-Yo no sé nada- miento. Realmente no tenía suficiente cabeza para contar las tonterías en las que me metí. La chica alza una ceja y me pone nerviosa.

Ella tenía un método muy bueno. Era el observar a alguien de manera seria, interrogando con la mirada. No sería necesario que te dijera algo, porque sus orbes eran de miedo. Gélida y de una manera tan... Te haría hablar en menos de diez minutos. Oh, pero he luchado contra esa técnica suficiente tiempo. Y aunque es difícil evadir su mirada, yo puedo hacerlo solo con voltear con algo que me distraiga lo suficiente.

En este caso, elijo a la chica a unos metros de nuestra mesa.

-¿Estás evadiendo mi mirada? ¡No se vale, Kim!

En realidad, estaba más ocupada observando a la culpable de mi demacre emocional y sentimental. Que no dijera, llorara o hiciera actos tristes no significaba que no me sintiera mal. Imagínate esto: te gusta alguien. Tanto que cuando la ves, tu estómago se mueve increíblemente, sientes ganas de besarla y de decirle que te gusta tanto. De repente la besas, y lo primero que hace es balbucear "ah, eh... uhm" y ponerse de pie para irse.

Eunchae era la chica más tediosa, habladora y tonta que jamás me hubiera podido topar en la vida. Y como esa jamás abarca mucho tiempo, tuvo que gustarme.

-Eunchae ya no quiere sentarse aquí, es todo- le sonrío.

Ella me mira desconcertada. La mejor mentira es la que no se tarda en inventar. Aunque ni siquiera sabía si yo estaba en lo correcto.

-¿Qué hiciste?- me pregunta.

Sé que no debo verla. No. No puedo verla. Estoy hipnotizada por ella, por su estupidez y por la manera en la que sus labios gruesos me atrapaban en una nube suave, que me llevaba a sus ojos.

Mierda, estoy delirando.

Agradezco que Chaewon me saque del trance moviéndome de lado a lado.

-¡Garam! ¡Ella te gusta!

¿Esa limonada no es linda? ¡LINDA! ¡Como Eunchae! Estaba delirando grave, quizá la chica entre muchas de sus palabras me lanzó un hechizo. Eso debería ser... Un momento, ¿CHAEWON DIJO QUÉ?

La miro con duda proviniendo de mí. Es decir, ni siquiera yo... Bien. Si sabía que sucedía conmigo, sabía que las mariposas eran producto de la estúpida manera de ser de Eunchae, sabía que ella estaba comenzando a entrar en mi sistema y a su vez, lo atontaba. Me hacía pensar en ella, en el porqué de no ser lo mejor y...

¡Estaba enfermando! Estaba enfermando terriblemente, dejando que sus ojos entraran en mí, junto con su voz retumbando sin permiso alguno.

-¿El qué?- casi quiero reírme.

Sé que no debería intentar ocultarlo, pero no es por ella. Me avergüenza decir que a la chica que por tanto tiempo he dicho odiar, en realidad me gusta de un tamaño...

De una tamaño universal.

-¿Le dijiste que te gustaba? Por eso debe estar asustada- comienza a hacer teorías locas. Casi puedo verle encima sus lentes de lectura y la mano en la barbilla.

-No ¡Yo no le dije que me gusta!

A eso se le llama:

Caer con estilo en el juego mental de Kim Chaewon.

Escucho una risita soñadora, esa que odio más que la misma Eunchae. Me palmea los hombros y me mira directamente. Esos ojos estúpidos que odio porque me hacen soltar la sopa. Intento retener todo en mí, pero ella se ríe de mí.

-La besaste ¿No?

Niego. Niego repetidas veces. Ella me alza la ceja, pero no estoy dispuesta a verla, así que tapo mis ojos con las manos.

-Casi le mete la lengua- escucho la voz dulce de alguien frente a nosotros. Descubro mis ojos y observo a Yunjin, mirándonos con sinceridad y un inicio de sonrisa.

Quiero matarla porque me iba a ahogar entre las carcajadas de mi amiga y sus futuros "a Garam le gusta Eunchae". Pero cuando observo su cara, todo ese enojo, miedo y vergüenza se disuelve. Chaewon me mira y ríe, se acerca a hablar con Huh Yunjin y le hace una serie larga de preguntas.

-¿A Eunchae le gustó?- le pregunta.

Bueno...Eso...

-Yo creo que sí.

Algo en mí sube de ánimos. Quizá que viniendo de Yunjin, eso sonaba tierno. O también puede ser que me agrada la idea de pensar que a la chica que me roba el jodido aliento, que a ella le gusto.

¿Eso crees?- recalca a Yunjin. -Porque esta chica besa horrible.

Chaewon. Es. Una. Idiota.

-¿Ustedes se besaron?

Nos miramos y seguido de eso, negamos rápidamente.

-¿Creen que tenga una oportunidad con ella?

-¿Por qué no le preguntamos?- dice la hija de... -¡Eun, ven un momento!

¡Callate! - EunRamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora