You And Me

Capitulo 4

— Mmm creo que fuiste muy grosero ahí afuera. —Articuló Izuku cruzándose de brazos mientras Shoto comenzaba a empujar la silla una vez llegaron al piso deseado.

— Fui justo ¿Cómo se atreve a tirarte al suelo? No, nadie te hará daño mientras yo esté junto a tí. —Lo escuchó responder firmemente.

— No fue su culpa, yo me puse en medio del camino, además estoy bien. No soy tan frágil. —Replicó murmurando un poco.

No oyó más respuesta, no era el hecho de que fuera ignorado, si no lo último que dijo, era un tema un poco delicado para ambos, más para Shoto. Se golpeó mentalmente por haber sido imprudente y decir algo así.

— Llegamos. ¿Quieres que entre contigo hoy? —Pudo oír la voz de Shoto más calmada que antes.

Decidió preguntar ya que notó a Izuku un poco molesto, tal vez por el escenario anterior. Ya habían sido unas cuantas veces que Izuku lo regañaba por su comportamiento, pues se comportaba de una manera demasiado gélida ante los demás.

Pero vamos, no estaba siendo tóxico, solo estaba cuidandolo.

Shoto solo podía entrar si Izuku así lo deseaba, pues solo era doctor general, no especialista en esa área, y aunque era encargado de cuidar y monitorear a Izuku –por voluntad propia– no podía estar siempre pegado a él, ni por más que quisiera.

Al mismo tiempo sintió como se detenían y como Shoto caminaba un poco para colocarse a su lado. Elevó la mirada y ahí estaba, el cuarto que visitaba casi a diario para sus reuniones.

No era que tuviese miedo de entrar ahí pero... últimamente ya no le agradaba mucho tener que estar en ese lugar. Retuvo un poco su respiración para luego soltarla poco a poco. Movió un poco la cabeza para poder ver a su amigo.

— No, así está bien. Sabes que hoy probablemente me demore más de lo usual. —Sonrió ligeramente.

— No tengo problemas con eso. —Respondió sin titubear.

— Debes tener más pacientes.

— Hay más personal.

No... no quiero que me veas así.

— Quiero entrar solo hoy, por favor. —Apartó la mirada volviendo a ver hacia la puerta que tenían en frente.

Shoto aún lo siguió observando un rato, como si quisiera seguir con la conversación e insistir en entrar con él.

Pero tampoco lo iba a obligar, no era un maldito. Soltó un suspiro algo cansado también volviendo con su vista hasta el frente, sacó las llaves que ya traía en el bolsillo y la insertó en la cerradura de la puerta para abrirla. Aunque todo el lugar estuviera climatizado ambos sintieron una ligera ráfaga de frío que hizo que se les pusiera un poco la piel de gallina.

— Vendré cuando me llamen para recogerte. —Avisó Shoto volteando por completo para ver Midoriya.

Izuku solo respondió con un "Mhm" mientras asentía con la cabeza.

Una doctora apareció desde dentro de aquel cuarto al ver que nadie ingresaba. Se encontró con ambos chicos, al ver que el más alto no tenía intenciones de entrar esta vez ya sabía que debía hacer. Se posicionó detrás de la silla de Izuku y se lo llevó cerrando la puerta una vez dentro.

Se sintió un poco extraño. Podía contar con los dedos de una mano, e incluso le sobraban, las veces que Izuku le había pedido que no le acompañara.

Ya solo, Shoto caminó unos cuantos pasos para acercarse a una pared cercana a la puerta del área. Se sentó en el suelo y se recargó en aquella pared, sacó su celular y entró en la aplicación de reloj, puso el cronómetro en marcha.