NARRADOR
Estaban en casa de Mariana pasando la noche del lunes, en pijama, viendo su serie y hablando de como se sentía luego de la cena con su familia.
Mariana: Sabes? Creo que por fin empiezo a sentirme realmente comoda contigo -dijo acomodandose en el sillón.
Mariazel: Qué? -preguntó confundida- Osea que no estabas comoda?
Mariana: No cielo, no me malinterpretes...mira -se sentó de frente para verse a los ojos- Me sentía extraña porque nunca en mi vida me habia interesado una mujer, ni siquiera habia pensado en la posibilidad de besar a una y pues yo fui criada como mi mamá quiso y ya sabes como es ella entonces quererte fue para mi un revuelco en mi vida -acomodó un cabello de Zel- Me enamoré de ti aun luchando con todo lo que sentía osea sentía que estaba mal, que me iban a juzgar por estar con otra mujer, mi mente me repetía que era pecado y eso me hacía sentir muy culpable pero ahora....ahora me siento en paz, me siento libre, no me importa si me juzgan o no y no siento culpa por enamorarme de un ser tan hermoso.
Mariazel: Ay mi amor -dijo mientras reía y lloraba- Que cosas dices jaja
Se abalanzó a besarla, escucharla decir lo que siente con tanta naturalidad le derrite el corazón.
Mariazel: No sabes cuanto he soñado con esto -dijo sobre sus labios- Escucharte decirme lo mucho que sientes y saber que te sientes igual que yo es lo mejor del mundo.
Volvieron a besarse profundamente pero despacio, sin prisa, solo disfrutando el tenerse y quererse mutuamente. Zel tomó el cabello de Mariana y esta puso su mano en la cintura de Zel, poco a poco la fue moviendo hasta tocar sus pechos, Zel jadeaba sin soltar el beso, trataba de mantener la cordura pues no sabia si Mariana estaba lista para hacerlo y no quería ilusionarse.
Mariana masajeaba esos pechos de manera suave, eran su parte favorita del cuerpo de Zel; por su parte Zel bajó su mano a las nalgas de Mariana para apretarlas arrancandole jadeos deseosos, turnaba su mano entre sus pechos y sus nalgas haciendola desear más mientras chupaba su lengua, Mariana tambien tocaba sus nalgas a lo que Zel se subió a horcajadas en sus piernas.
Mariana la miró asustada pero Zel la besó de inmediato para que no pensara mucho, tomó las manos de Mariana y las pasó en sus pechos y nalgas sin dejar de besarla. Mariana está nerviosa pues Zel está muy excitada y ella tambien pero no se siente lista, está haciendo un esfuerzo enorme por Zel quien en un momento rapido levantó su blusa dejando sus pechos a la vista de Mariana y puso sus manos ahí para que se los tocara.Mariazel: No quieres tocarlas mi amor? -decía sobre sus labios- Son tuyas, solo tuyas
Mariana las tocaba mientras Zel besaba su cuello y se restregaba contra ella, ambas estaban muy excitadas; Zel empezó a gemir en el oido de Mariana al sentir como pellizcaba sus pezones.
Mariazel: Quiero más -dijo lamiendo la oreja de Mariana- mmmm por favor mi amor, más máss
Mariana tomó los pechos de Zel y la movió para chuparlos haciendola gemir fuerte, chupaba y mordía sus pezones, lo estaba disfrutando mucho, le gustaban sus pechos y le gustaba ver a Zel disfrutarlo; Zel bajó su mano y empezó a tocarse sola pues ya no podía más pero Mariana al ver esto, apartó su mano y metió la suya en la pijama de Zel.
Mariazel: Aah que rico, duro mi amor......duro -pedía sollozando.
Mariana la penetró con 2 dedos mientras mordía sus pezones, Zel se movía exigiendo mas hasta que sintió el orgasmo llegar, temblaba recibiendo su goce mientras mordía el cuello de su bonita quien gemía al sentir esos dientes y uñas en su espalda sin dejar de mover sus dedos hasta que Zel la detuvo; sacó su mano de ahi mientras besaba sus labios suavemente para que Zel se calmara pero esta seguía deseosa por lo que sin aviso subió la blusa de Mariana, quien asustada la bajó de inmediato.
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Ojos color miel
RomanceMariana, una mujer de 37 años era nueva casada y luego de unos años se reencuentra con Mariazel, una mujer de 40 años que fue su rival en el campo de futbol hace unos años. Habia un muro entre ellas pero la convivencia despierta sentimientos que no...