He de decir que me dolió.
Liam se lo tomaba con calma, lo que hacía que el tatuaje fuera perfecto, además de que charlaba por los codos y la música de fondo me gustaba, así que estaba distraído. Liam
acababa de abrir el negocio y era uno de sus primeros clientes, pero le estaba yendo bastante bien, nada más acabar conmigo ya entró otra chica y tuvo que despedirse de mí rápidamente.Nada más salir, di una bocanada de aire fresco, y
sentí un dolor insoportable en el pecho, pero no importó para nada.Al abrir los ojos, mi día que iba yendo de perlas, se me fue a la mierda, pero bien.
Delante de mí estaba Oscar y detrás suya Greg acompañado de mi madre.
Como lo has oído mi madre.
¿Qué mierda querrá tío?
-Quiere hablar con usted, señorito Besson.
-Donde yo diga, síganme.
Este miró a mi madre y ella negó.
-No se me permite señorito.
Le puse mala cara y luego miré mi madre con desdén hasta que ELLA dijera dónde, porque siempre había que hacer lo que ella dijera.
Oscar se llevó la mano al pinganillo y después me miró a través de sus negras gafas.
-Al coche, te dejarán en la puerta del hotel.
Lo miré sorprendido y le dije que esperar porque tenía que llamar a alguien.
-Cinco minutos. -Me respondió sin alejarse mucho de mí.
-Como me entere de que le dices algo a mi madre sobre la conversación que voy a tener, te juro que te quedarás sin motivos por los que vivir y me
rogarás que te mate. -Le dije con el semblante frío.Bien dicho.
Cogí mi móvil e hice la llamada, la tercer tono, se escuchó:
-Diga melón.
-Quesito no salgáis de la habitación y si estáis fuera
no vayáis hasta que yo diga.- ¿Qué pasa?
-Lady mandona quiere hablar conmigo, no sé cómo me ha encontrado.
-Habrá querido saber quién está utilizando la tarjeta de
crédito ilimitada de su hijo, ¿no crees?-Mierda sí. Bueno, no salgáis, ¿entendido?
-Clarísimo.
-Adiós.
-Adiós Tony. ¡Suerte capullo!-Sonó de fondo.
- ¿Estaba en altavoz? -Grité.
Oscar me tocó el hombro y tuve que cortarle sus protestas. -Me tengo que ir.
Me monté en la limusina a la fuerza y estaba entre Oscar y Greg y en frente mía mi madre mientras el conductor me llevaba al hotel.
Estuvimos callados un par de minutos; ella quería hablar y yo no pensaba empezar una conversación con ella.
-He visto que después de diez años, por fin te has dignado a utilizarla y bien, pero podrías haberlo hecho a tu nombre.
-Qué más te da, necesitaba un respiro, un cambio de aries, unas vacaciones. -Concluí mirándola.
-Y te has divertido, porque según lo que pone, has
gastado en alcohol.-Tengo veinticuatro años, ¿qué te importa que beba?
-Nada, hijo. -Me respondió quitándole importancia como hacía siempre.
La miré mal y dibujé círculos en mi muñeca, dónde estaba el ancla.
- ¿Y tú qué haces por aquí, madre?
-Ya sabes, por trabajo. El sábado que viene vamos a
hacer una presentación.-Buen más bien tu mano derecha. -Le corregí, pero
ante su cara, le aclaré. -Soy tu hijo, tengo que saber qué mierdas haces.-Ya no eres el Harry amargado.
-Lo sigo siendo, pero he madurado. -Le dije como
excusa.-Si, bueno, Jess me ha ayudado muchísimo este año
y su guardaespaldas es mejor que estos dos juntos. -Le dijo apuntando a Oscar y Greg con desdén. - Pero la chica no se viene.- Como si me importara eso madre. -Le dije sin darle importancia a Andy. - ¿Podría ir?
-Deberías. Diré a los jefes de seguridad que no tienes que pasar por el control ni nada.
- ¿Y a qué hora es?
-Ya te lo mandaré todo, no te preocupes.
- ¿Por dónde?
-Por el mompon. -Dijo segura de sí misma.
-Yo no quiero esa mierda.
-Harry. -Me dijo poniendo las manos en mis muslos. -Si quieres ir a la presentación, deberías llevarlo.
-Me lo das cuando llegue.
-Está bien. -Dijo suspirando.
-Lo llevarán todo a recepción y llamarán para que lo recojas, con una condición; llevarás el traje que te mande.
No voy a consentir que lleves uno de baja calidad y menos de esos que te pones azul marino como cuando eras más pequeño.-Está bien.
Cómo si me importara.
El coche llegó al hotel y Oscar salió del coche y me dejó salir de él y acompañarme hasta la puerta del hotel.
Cuando llegamos Oscar se llevó la mano a la oreja y me comunicó.
-Mañana llamarán, no salgas del hotel hasta que lo hayas recogido y cero acompañantes. Yo mismo te traeré el traje y esperaré en recepción, porque no me vas a decir la habitación, ¿verdad? - Me dijo resignado.
-Ya me vas cayendo bien. Todo bien, y tú ni una palabra de mi conversación, ¿entendido?
-Si señorito Besson.-Respondió tenso.
-Bueno, nos vemos pronto, procura ser mejor que esa chica. -Contesté socarrón.
-Si, señorito Besson. -Dijo realmente molesto.
Me adentré en el hotel con una sonrisa y no me monté en el ascensor hasta que mi madre se fuera.
No ha estado mal.
¡Hola!
Espero que este capítulo os haya gustado, tenéis otro capítulo cortito así que, seguid leyendo y buen día ❤️
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Nada es lo que parece
Teen FictionUna supuesta muerte en la vida de Harry Besson, hace que sus decisiones le lleven a trabajar para la Nave. En su último trabajo termina ayudando a su objetivo a robar un software, pero no uno cualquiera. ¿Qué puede salir mal? -Todos los derechos de...