Ilusión (Papillon Bleu)

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Es extraño. Se siente un vacío inexplicable cuando todo termina. Te quedas con el corazón en la mano, pero ya no hay nadie que lo reciba para protegerlo. Llega a ser hasta curioso pensar en todos esos planes que ya no se harán realidad, esos lugares que nunca visitarán y en todos esos sentimientos y emociones que de la nada, se quedaron a la mitad.

Pero tan solo momentos antes de que el mundo se le viniera abajo, Azul, solo había experimentado el lado lindo de aquello a lo que le llaman "enamorarse". Por primera vez en su vida, se permitió dar abrazos espontáneos, de esos que solo se dan para mostrarle y recordarle a una persona tu afecto y aprecio. Tomar la mano de alguien le generó seguridad y tranquilidad, no esa usual incomodidad que el contacto físico le solía provocar. Se la paso admirando unos ojos que mostraban otro mundo. Un universo completamente diferente al suyo. Inclusive después de tanto tiempo anhelándolo, otros labios por fin querían conocer los suyos... pero al final, esa promesa se desvaneció junto a tantas otras más.

Todo fue como una montaña rusa. Empezó a subir lentamente, sintiendo una gran expectativa y dejando volar su imaginación sobre todo lo que le esperaría al llegar a la cima, todo lo que alguna vez soñó que sería el amor. Pero en cuanto llegó al punto más alto y pudo admirar la vista más hermosa que alguna vez la vida le mostró... cayó a toda velocidad y terminó el recorrido sin más. Fue algo tan momentáneo que le dejó sin tiempo suficiente para disfrutarlo o siquiera procesarlo.

Al bajar de aquel carrito, Azul sintió que una parte suya faltaba. Sentía que su alma se había quedado incompleta y sola, otra vez. Un vacío mucho más grande del que esperaba, le consumía. Su mente se apagó, tantos sentimientos terminaron por abrumarle y su cuerpo envuelto bajo el calor de aquellas cobijas, apenas y luchaba por respirar. Las telas que le rodeaban, que le protegían y a la vez asfixiaban, cubiertas por lágrimas que simplemente no cesarían.

No supo cuánto tiempo pasó tratando de buscar aquello que había perdido. Ese calor, confort, paz y tranquilidad que le habían arrebatado. Sus ojos ya no podían más, estaban tan hinchados que sentía que le quemaban. Se encontraba perdiendo más de sí, de lo que estaba recuperando. Si su cabeza explotaba del dolor, no le hubiese sorprendido. Su cuerpo estaba tan agotado de desahogarse, de tratar de consolarse, que de la nada se detuvo y Azul, sintió perderse entre la inmensidad del vacío y del tiempo.

En su cabeza, comenzaron a surgir tantas preguntas, a las cuales no tenía respuesta. "¿Qué fue lo qué pasó?", "¿Qué se supone que viene después?", "¿Por qué duele, pero a la vez no puedo sentir nada?", "¿Que es este vacío en mi pecho?", "¿Que son estos sentimientos?", "¿Felicidad?", "¿Tristeza ?" "¿Enojo?"... al final decidió que no era el momento para resolver. Necesitaba procesar todo, antes de iniciar la búsqueda por encontrar sus verdaderas respuestas.

Con todas las fuerzas que le restaban, Azul, lentamente se levantó. Con determinación, dejó las cobijas atrás, la oscuridad y soledad con ellas. También aquella inmensa calidez que le otorgaron. Pues ¿qué más podía hacer? Azul sabía que aún quería seguir adelante, incluso si no tenía idea alguna de por dónde empezar. Cada paso que daba hacia la puerta, le lastimaba el alma, pero su deseo por seguir, era mayor.

Pese al sentimiento de delirio que le invadía, Azul, decidió dejar la situación como si de un simple sueño se hubiese tratado. Tal vez uno demasiado vívido, en el cual alucino cosas tan lindas y tan dolorosas, que no fue capaz de intentar olvidar o fingir que nunca sucedió. De hacer como si su amor, nunca hubiese existido. Simplemente le quedaba salir por esa puerta y buscar otra ilusión. Todo lo que había vivido... ¿fue solo una ilusión?... claramente no, pero así la consideraría por su propio bien. Solo seguiría adelante, buscando alguna otra, tan grande o tan pequeña, pero que le diese lo que consideraba... "felicidad".

Papillon bleu