Amantes hasta en el más allá (Español)

Capítulo único

Inglaterra, marzo de 1983. Mey una joven de dieciséis años que destacaba entre el resto gracias a su pelo largo y ondulado, melena pelirroja natural, corte de pelo peculiar, ojos grandes de color esmeralda además de sus pecas repartidas por toda su tez morena se encontraba en el instituto sacando algunos libros de su taquilla cuando su amiga de la infancia llegó a saludarla. Alice y Mey eran de la misma edad y a diferencia de Mey, Alice tenía una melena larga, rubia, ondulada, ojos azul cielo junto una piel pálida.

Los días transcurrían de manera usual. Las dos jóvenes pasaban el rato juntas en la pizzería de la familia de Mey o en el parque vigilando y jugando con sus hermanos menores. Ellas amaban pasar tiempo la otra.

Cualquiera podría pensar que estas dos jóvenes pasaban tanto tiempo juntas porque eran mejores amigas pero entre ellas había algo más, ellas se amaban. Ambas sospechaban que se gustaban mutuamente pero no se atrevían a dar el paso por miedo. Miedo a que la sociedad, que no aceptaba la homosexualidad, les hicieran separarse o que trataran de corregirlas usando metódos poco morales. Esto fué así hasta que un día en el parque Mey apareció con un precioso ramo de rosas y le confesó a Alice lo mucho que la amaba, que quería estar con ella el resto de su vida porque para Mey no existía alguien más importante que Alice. Alice sin dudarlo un segundo la abrazó y correspondió sus sentimientos. Ese día juraron que nadie las separaría jamás, que estarían juntas incluso en el más allá. Sin duda, Mey nunca había conocido a una chica como ella.

En junio de ese mismo año su relación secreta salió a la luz y toda su felicidad se esfumó. Mientras que el padre de Mey no le dió mucha importancia al asunto los padres de Alice explotaron en rabia y tomaron la primera oportunidad que pudieron de volver a Estados Unidos. El día que debían despedirse para siempre se encontraron en el parque con un cuchillo en la mano el cual se clavaron a sí mismas en el corazón para sellar su amor y nunca separarse. Si no podían amarse en esta vida se amarían en el más allá.