❝Take me to the lakes where all the poets went to die❞
˚⋆°˖ ～ 🍂 Sophie y Charlie se conocen desde niños, y por una excepción Sophie es admitida en Welton en el último curso. La llegada de John Keating también a Welton hará que el último curso sea...
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Sophie se levantó de la cama más cansada de lo normal, aunque no lo parecieran, las camas de los dormitorios de Welton eran bastante cómodas, o al menos más cómodas que la cama de Sophie en su gran habitación en casa de sus padres.
Ya tenia todo preparado en el escritorio y el uniforme perfectamente colgado en una percha dentro del armario. No tardaba mucho en hacer las cosas por las mañanas, pese a que estaba cansada, el despertarse y hacer todo lo que tuviese que hacer nunca le había costado mucho.
Todavía tenía incluso media hora más para poder disfrutar antes de que oficialmente el día comenzara. Así que lo aprovechó para salir fuera de las paredes de la academia y poder sentarse en uno de los arboles de fuera mientras leía un libro de poesía.
No llevaría ni dos minutos ahí sentada cuando empezó a escuchar pasos acercándose hacia donde estaba. Pero no le hacia falta ni siquiera apartar la mirada del libro para saber quién era, ni siquiera le importaba.
—Bennet — Dijo Charlie con tono de saludo mientras mantenía esa sonrisa que tanto le caracterizaba.
—Dalton — Sophie le devolvió el saludo, pero ella no mostraba ningún interés o sentimiento en su tono.
—¿Qué tal va todo? Welton es bonito eh — Volvió a hablar el joven Dalton intentando que la chica que tenia delante levantara la cabeza y dejara de leer por un segundo su libro.
—Si, esta bien — Fue lo que contestó ella, fue como una respuesta automática.
Sophie no dijo nada más y siguió leyendo el libro disfrutando del tiempo que le quedaba antes de tener que ir a clases durante horas.
Charlie también se quedó callado mientras parecía pensar que decir, pero lo de estar callado no duró demasiado tiempo como le hubiera gustado a Sophie.
—¿Sabes que vas a mi clase? — Le mencionó Charlie a Sophie, que seguía sin haber levantado la vista en todo el tiempo. Pero no es que a Charlie le molestara, le hacia un poco de gracia la manera en la que ella actuaba.
Sophie no respondió, así que Charlie se tomó eso como un sí.
—Pues sí, me preguntaba si... — Charlie dudaba de lo que iba a decir, no sabía si quería decirlo, pero igualmente inconscientemente lo hizo antes de que pudiera darse cuenta — Si quieres puedo presentarte a mis amigos.
—¿Son todos igual de pesados que tú? — Murmuró Sophie haciendo referencia a que Charlie todavía no le había dejado de hablar, cuando ella estaba dejando claro que quería parar la conversación, y, sobre todo, que no quería hablar con él.
