Donde se ocultan los demonios (Fanfic TVD - Delena)

Capítulo 8

Tanto Elena como Damon se habían dado cuenta de que habían empezado a sentir algo el uno por el otro, pero ninguno de los dos se atrevía a dar el paso a algo más y ni estaban seguros realmente de si querían hacerlo, pues sabían que eso les complicaría mucho las cosas. Pero, por mucho que quisiesen olvidar el beso que compartieron, ninguno de los dos había sido incapaz de quitárselo de la cabeza. Damon era el que más intentaba resistirse a lo que sentía pero, aún así, nunca faltó a ninguna de sus "citas" que tenía con Elena cada sábado por la mañana en la cripta de los Salvatore, algo que se había convertido en toda una tradición.

Y ahí era donde estaban ambos, sentados en el banco del jardín delantero de la cripta Salvatore, hablando.

-Noches antes de morir Zach –recordó Elena-, le oí discutir con Klaus fuera del Grill. Tu tío dijo que tenía una estaca especial que podía matar a un Original.

-Una de roble blanco –asintió Damon, quien sabía de qué hablaba-. Ese árbol creció frente a la casa de los Mikaelson y la naturaleza, buscando un equilibrio, lo dotó de habilidades especiales para hacerlo letal.

"Mi familia se ha dedicado siempre a la venta de madera y ese árbol era de nuestra propiedad.

-Me preguntaba si...

-¿Si Klaus se hizo con ella cuando mató a Zach? –completó el chico su frase.

-Exacto.

Como respuesta, Damon sonrió de medio lado casi divertido.

-¿Eso es un "no"? –se aventuró a predecir ella-. ¿La tienes tú?

-Solo te diré que no tienes de qué preocuparte, lo tengo todo bajo control.

-He oído eso tantas veces... Y siempre acaban saliendo las cosas mal.

-Sí, pero ahora te lo digo yo –le dijo él con mucha seguridad en sí mismo-. Y sé perfectamente lo que hago.

Elena podía discutirle eso de mil maneras diferentes, una precisamente era esta extraña relación que tenían ambos, algo que se le escapaba de las manos a ambos, pero prefirió no decir nada. La chica tenía miedo a que, si le preguntaba qué estaban haciendo, Damon se alejaría de ella y eso era lo último que Elena quería.

-¿Por qué no le has contado al Consejo que mis amigos y yo somos vampiros? -preguntó ella para cambiar de tema.

-Te lo dije, no trabajo para ellos –se limitó a decir simplemente él-. Además, no quiero que te hagan daño.

-Es verdad, tienes el "deber" de protegerme –dijo la chica rodando los ojos con pesadez.

-No es solo eso. Yo... Realmente no quiero que te hagan daño –explicó Damon, quien parecía que decir esas palabras le había dolido físicamente incluso.

Elena, comprendiendo el significado de esas palabras, no pudo evitar sonreír en respuesta. Era cierto que no debían implicarse emocionalmente, que era un gran error y que lo acabarían pagando, pero era tan fácil olvidarse de sus diferencias cuando el chico se abría a ella y le decía esas cosas...

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Caroline y Bonnie se había pasado la tarde intentando contactar con su amiga y, como esta no les respondía a sus llamadas, decidieron presentarse en casa Gilbert, donde finalmente dieron con Elena.

-¿Dónde te habías metido? –le preguntó la rubia.

-He ido al cementerio a ver a mis padres.

-¿Todo el día? –se extrañó Bonnie, pues no era normal que estuviese allí tanto tiempo-. ¿Es que algo va mal?

-No, es solo que... Quería algo de paz –mintió la joven Gilbert, quien había cogido afición a sus encuentros con cierto chico de ojos azules-, un momento para pensar tranquilamente.