Enero, 2023.
Aquel día estaba particularmente helado, suponía que era porque no se encontraba en su hogar, ni en su país, estaba lejos de todo aquello que alguna vez le había hecho sentir calidez y aunque su rostro no lo reflejase, en el fondo de su corazón debía admitir que le dolía.
Sentía que una parte de sí misma se había quedado en el departamento que compartía con Charles en Mónaco, una parte mucho más grande de la que realmente esperaba. La primera semana había pasado como si nada, porque no había querido aceptarlo, inclusive pensaba que Charles en cualquier momento la llamaría para decirle que se arrepentía de su decisión pero aquello jamás pasó, la segunda semana no tenia mucha diferencia.
Había pasado un mes desde aquella devastadora conversación, y fue entonces cuando su mejor amiga había decidido intervenir, primeramente obligándola a terminar de mudarse de aquel departamento que atesoraba tantos recuerdos de su relación, que era doloroso seguir quedándose allí, y ver como el Monegasco seguía con su vida como si nada, lejos de su hogar, lejos de sus planes, lejos de ella.
¿Por qué si ella se sentía así, Leclerc parecía tan feliz en cada foto que salía en internet? Seguía a tantas páginas de F1 y principalmente de updates de su ex pareja, que era doloroso entrar a Instagram o Twitter para ver fotos de él pasándola bien con sus amigos, mientras ella sentía que el mundo se le había roto a pedazos.
Enero había pasado rápido, lleno de viajes y momentos increíbles en compañía de su mejor amiga, Juliette, pero también había sido un mes de cierre y aprendizaje, casi a finales de mes tuvo el valor de dejar de seguir las cuentas fandom e informativas del piloto, sin embargo, continuó siguiendo a las redes oficiales de Fórmula 1, después de todo, se separaba de un piloto, no del deporte que seguía desde adolescente, el fin de su relación ya se había anunciado mediante un comunicado que había publicado Charles en su Instagram, del cual no hizo más que reposter en sus historias, después de todo ¿qué más podía hacer? era momento de terminar de asimilarlo, aunque lo extrañaba tanto.
A él no fue capaz de dejar de seguirlo.
22 de Febrero, 2023.
Su cumpleaños había sido bastante sencillo, solo estaban sus padres, su hermano y Juliette, quería pensar que no necesitaba más. Pero hasta el último minuto del día había esperado recibir aunque sea una breve felicitación de su parte, pero en su chat no había ninguna conversación nueva.
Nunca llegó aquella notificación que la tenia mirando el celular cada diez minutos.
Lo extrañaba.
Lo amaba aún.
No era tan difícil escribir "Feliz cumpleaños, Mads"
Pero al parecer, Charles no opinaba igual, como cuando decidió poner fin a todo.
Lo entendía, ya no era nadie en su vida ¿para que desperdiciar palabras en ella? ¿Siquiera había recordado su cumpleaños? Quizá sólo estaba siendo un poco más absurda de lo que ya se sentía.
No sabía si le dolería más saber que recordó su cumpleaños y aún así no la felicitó o que no lo recordó, que pasó como un día más para él.
Su corazón dolía un poco más de lo que quería admitir aquel día.
Marzo, 2023.
Seguía viviendo en Mónaco, pero en un departamento más pequeño y con una rommie un poco más ruidosa y presente, Juliette, quien había decidido que necesitaba aún compañía y necesitaban recuperar todo el tiempo que habían perdido a causa de sus distintas realidades los últimos dos años. Podía decir que se encontraba mejor, más animada y no revisaba tanto las redes sociales de cierto piloto.
Todo parecía ir mejorando.
No pudo evitar ver la primera carrera, apoyando al número 16, casi de la misma forma en la que lo hacía cuando eran pareja, el cariño que le tenía jamás dejaría de existir y empezaba a aceptar aquello, ver que no pudo terminar la carrera, simplemente le frustró, sobre todo porque no podría estar ahí para reconfortarle.
La segunda carrera, fue un poco más de lo mismo, aunque esta vez pudo verle terminar la carrera y sacar puntos, no era lo mismo que estar en el podio y más de una vez se lo había comentado. Cuando estaba apagando el televisor, su rubia amiga había llegado a casa y al escuchar los comentaristas, no pudo evitar rodar los ojos y pararse frente a ella.
— ¡Maddison! Deja de ver eso, por favor.
— Es por el deporte, solo eso.
— Ojalá fuera eso, pero te conozco bien y soy consciente que seguramente aún le sigues apoyando.
Se encogió de hombros, no podía discutirle aquello, pero no la podían culpar, habían sido años enteros dedicados al piloto de Ferrari y no apoyarle ahora no era algo que estaba en sus opciones.
(...)
Este y el siguiente capítulo siguen siendo una especie de prólogo explicando lo que sucedió aquellos meses para no dejarlo tan vacío y un cambio tan abrupto. 💭
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Just a confusion | Charles Leclerc
Hayran KurguToda su vida se basaba en tomar decisiones impulsivas y tener que vivir con ello. No solía arrepentirse de ello, después de todo eso es lo que le había permitido llegar a la máxima categoría de automovilismo, la fórmula 1, el problema surge en su vi...