Pasé toda noche revolcando mis sesos, sin poder comprender la razón de tan inverosímil sueño. Ni yo, siendo imprudente e impulsivo haría algo así. Simplemente era absurdo. Pero los ojos de Torao brillaron tanto al contarme ese pedazo de sí mismo que no puedo sacarlo de mi mente.
Lentamente los engranajes en mi cabeza hicieron Clik y tenia la ligera sospecha que me regañarían por meterme en lo que no me importa.
!Oh vamos! !Se honesto contigo mismo! !Claro que me importa! Esa es la verdad.
Fui a clases como todos los días, el semestre terminaría en una semana. Averigüé todo lo que necesitaba saber e hice los trámites necesarios.
Los días pasaron y Ninguno de nosotros volvió a hablar del tema.
Por fin las clases terminaron y empezarían en un mes aproximadamente.
Torao estaba en la cafetería comiendo Onigiris distraído. Fui corriendo como loco y me senté frente a él. Me reí en su cara por su gesto gruñón.
- !Oye Torao! Dijiste que querías ir de viaje por todas partes ... así que puse mis materias en pausa... ¿Quieres ir conmigo a recorrer la Isla?- le Solté a boca de jarro.
Su ojos de abrieron con sorpresa y tenia la boca abierta como si hubiera olvidado como cerrarla.
- !!!¿ QUE HICISTE QUE?!!!
Me reí a carcajadas, verlo sorprendido era lo más gracioso del mundo. Hasta podías imaginarte todos los argumentos y protestas formarse en su cabeza, él estaba a punto de soltarme un sermón...pero no lo dejaría hacerlo.
- Oh vamos Torao ¿vas a acompañarme o no?
Vi con claridad, la mueca dubitativa de Law, su labio tembló y luego apretó los puños con fuerza.
- !Vamos Monkey~ya! - exclamó con los ojos brillantes y una sonrisa de satisfacción.
*
Dos días después Partimos en avión al la costa este, la más alejada, de la isla.
Visitaríamos templos, negocios y lugares extraños .
Conseguí un gran sombrero de paja y pantalones de mezclilla.
Torao usaba pantalones jeans negros, chaqueta y una mochila, era extraño cuando no vestía sus camisas y pantalones aburridos.
Debo confesar que lucía muy guapo así todo informal. !Si! Por si no te diste cuenta Torao me gusta !me gusta mucho! Ya lo confesé.
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- ! El olor de la aventura!- exclamé feliz. Nos hospedamos en un hotel sencillo y pusimos sobre la mesa del desayuno un montón de folletos y cosas que visitar.
