Por dentro, el coche era muchísimo más lujoso. Asientos de piel, que tenían un olor muy particular, vidrios polarizados y con una tecnología de primera clase. Había una división entre la parte de adelante y la parte de atrás, una delgada pared que probablemente sería de plástico. Niall se sentó
a mi lado, y me di cuenta que llevaba su propio chofer, yo me aparté de él lo más que pude, pegándome a la ventana.
-________, ¿verdad? - alcé la mirada al escuchar que había pronunciado mi nombre y lo miré con sorpresa.
Me enseñó sus dientes, sonriéndome.
-Me recuerdas...- murmuré y él asintió.
-¿Tu no a mí? - me preguntó mirándome divertido.
-Claro - dije - no podía olvidar a mi salvador...
Él soltó una risa entre dientes.
-Pensé que ya no volvería a encontrarme contigo -murmuré desviando mi mirada por la ventana y suspiré.
-Me alegra haberte encontrado - escuché detrás de mí, podía sentir su mirada fija en mi espalda pero no me volví.
Me limité a seguir mirando por la ventana. Estaba nervioso, nunca antes me había tocado trabajar con una persona conocida. Bueno, Niall prácticamente era
un extraño para mí ya que no conocía absolutamente nada de él, pero estaba acostumbrado a nunca haberme topado con mis clientes antes, por lo menos sus
caras siempre eran desconocidas para mí.
Cuando Niall me ayudó aquel día, creí que era la persona más buena en el mundo, pero ahora me había decepcionado. Saber que era igual que los demás,
que era uno de los que trataban a las personas como objetos, simplemente no podía creerlo. Me quedaba claro aquél dicho que decía que no debes juzgar a un
libro por su portada. Así como yo, que mi fachada daba la impresión de ser un chico de mala vida, con problemas y desgracias, las personas que parecían buenas
podían ocultar cosas, como lo que pasaba con Niall.
-¿Estás bien? - sentí como el rubio se acercaba un poco más a mí.
No me volví y me mojé los labios.
-Si - dije con un hilo de voz.
El silencio regresó, la tensión en el ambiente era palpable, quería que todo eso se acabara ya, pero en cambio todo parecía avanzar en cámara lenta. No me había
fijado a donde me llevaba, hasta ese momento, nos acercábamos al centro de la ciudad. Era extraño, muchos siempre me llevaban a algún hotel lo más cerca
posible, para no perder el tiempo. Pero Niall parecía tener mucho dinero, así que el tiempo para él era lo de menos.
Finalmente, el coche se estacionó frente a un lujoso edificio. Niall bajó pero yo me quedé ahí asombrado por el lugar a donde me había llevado. El ojiazul
abrió la puerta y me extendió su mano para que la tomara. Un gesto de caballerosidad, que me sorprendió un poco. Con un poco de duda tomé su mano y salí del
coche. Me acomodé el abrigo, tapandome un poco las fachas que traia, por lo menos debía fingir decencia.
Niall se acercó al chofer e intercambió unas palabras, yo aun estaba absorto mirando el edificio, que contaba con una arquitectura moderna y elegante. Nunca
en mi vida pensé estar en lugar como aquel.
El ojiazul me movió un poco y volví a la realidad, me sonrió y con un gesto de cabeza me incitó a que lo siguiera. Yo asentí y tomado de su mano caminamos
dentro del hotel.
Si por fuera me había parecido impresionante, por dentro el lugar era aun más precioso. Era un vestíbulo muy espacioso, rodeado de fuentes que adornaban las
salas, luces que iluminaban bastante y adornos que al parecer eran finos y carísimos. No podía creer que estuviera ahí. Niall se acercó al mostrador donde le tendieron dos tarjetas, y después volvió a tomarme de la mano rumbo al elevador. No dijimos nada, nos sumimos en un
silencio un poco incomodo, yo no sabía que decir y en esos casos prefería guardar silencio. Él tampoco dijo nada.
Llegamos a la habitación y al verla me sorprendí de lo fino que era todo. Una gran cama ocupaba un gran lugar de la habitación, cubierta con cobertores blancos y
podía jurar que tenía sábanas de seda. Una pequeña sala con sillones de color dorado. Frente a estos una televisión de pantalla plana. Una cocina muy básica pero
acorde con la decoración y una puerta de madera oscura, que supuse era el baño.
Apreté los labios y caminé hasta la cama, aun nervioso.
-¿Te gusta? - preguntó el rubio a mis espaldas.
-Sí, todo es muy... bonito - murmuré, me quité el abrigo.
Me senté en la cama y miré el piso. Niall se acercó a mí, mirándome con curiosidad. Debía de terminarse todo eso pronto, tenía que comenzar lo antes posible
para irme de ahí rápido, así que cuando Ni se sentó a mi lado me abalancé sobre él, lo tomé de su nuca y lo atraje a mí para besarlo.
Al sentir sus labios, me causaron una buena sensación, nunca me había sucedido con nadie más, y por eso me extrañó. Apenas mis labios se habían presionado
con los de él, el rubio me apartó y entonces lo miré desconcertado.
-Es mejor que terminemos pronto - le dije.
Niall frunció el ceño.
-No te ofendas, pero yo no te traje aquí para... eso - contestó.
-¿No? - pregunté incrédulo y un tanto ¿enfadado? -¿Entonces?
-No te preocupes, te pagaré cada hora que estas aquí, multiplicado por 10 - me aseguró - Yo necesitaba sacarte de ese lugar.
-¿Qué? - eso estaba pareciendo demasiado confuso.
-Quería ayudarte, sé que no eres mala persona y puedo apostar que lo que haces... es por necesidad y no por gusto - me miró con sus ojos brillantes.
-¿Cómo...?¿Por qué...?- balbuceaba, no entendía nada.
El ojiazul me tomó de las muñecas y me miró fijamente.
-¿Me puedes explicar? - pedí.
El suspiró y asintió.
-Aquel día que te vi por primera vez llamaste mi atención, nunca había visto a alguien en tus condiciones, te estabas muriendo de hambre - explicó y sentí como
mis mejillas se encendían por la vergüenza - Al notar las miradas acusadoras que te echaba la gente y la forma como la que vestías... me di cuenta que... -abrió los
ojos desesperado buscando las palabras correctas - a lo que te dedicabas - agaché la mirada aun con más vergüenza y noté como mis ojos comenzaban a
humedecerse - Tu parecías una buena persona, y yo quería ayudarte, después de verte de aquella forma, sentía que yo debía ayudarte de alguna manera, sabía
que debí haberte pedido más información sobre ti para poderte localizar y pensé que no volvería a toparme contigo, mi oportunidad de ayudarte se había perdido
- hizo una pausa y tragó con dificultad, las lagrimas comenzaron a empapar mis mejillas - Investigué un poco, en los lugares donde podría encontrarte, sabía que
no sería fácil, te busqué dos días enteros y hasta hoy pude encontrarte. Y aquí estas, sano y salvo conmigo.
Me llevé una mano a la boca y levanté la mirada, al verme de aquella maneraNiall me miró tiernamente.
-Gracias - dije entre un sollozo, no podía creer que aun existiera gente buena en el mundo, como él; y me sentía mal por haber dudado de él, cuando su intención
siempre fue ayudarme - Gracias...no sé...
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The A Team ||Gay Niall Horan y tú
Teen FictionSiempre he pensado que cuando yo muera nadie lo sabra , nadie derramaria siquiera una lagrima por mi.