Capítulo 1

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Fic escrito en 2009

Generos: Angustia, Drama, Tragedia

Advertencias: Incesto, Muerte de un personaje


Basado en al canción de TATU "Sacrifice"

I will sacrifice

I will sacrifice

All I have in life

To clear my conscience

I will sacrifice

I will sacrifice

All I have in life

Sacrifice, sacrifice


_*_



Sin atreverse a levantar la mirada del suelo se retorcía las manos con nerviosismo, o más bien miedo. Desde que había llegado, no habían parado los piropos y silbidos. En otras circunstancias se hubiera sentido muy halagado, pero metido en el reducido habitáculo que era esa celda en la que estaba se sentía desprotegido a pesar de los gruesos barrotes que le separaban del resto de los presos.

Escuchó el sonido lejano de una llave y una puerta que se abría chirriando hasta quedar abierta. Aún así no se atrevió a mirar nada que no fueran sus propias manos puestas sobre su regazo.

Se las miraba y frotaba, tratando en vano de borrar la oscura sombra negra que se extendía por sus cinco dedos. Le habían fichado y fotografiado como a un vulgar ladrón, o asesino en su caso.

—¡Kaulitz!

Pegó un bote al oír su nombre. Se puso en pie de inmediato pasándose las manos por la cara, ocultando el rastro de su llanto. Esperó con paciencia hasta que un agente de policía abrió la puerta de su celda y con un gesto de la mano le pidió que se diese la vuelta.

Le obedeció de inmediato, no quería empeorar más las cosas. Puso las manos a su espalda y cerró los ojos cuando sintió unas frías esposas sobre sus muñecas, ajustándolas hasta dejarlas bien cerradas.

—Vamos—le dijo poniendo una mano en su hombro.

Le hizo girar y salieron de la celda. Recorrieron un largo pasillo en el que de repente el silencio era lo único que se oía. Siguió con la mirada fija en el suelo, sin atreverse a mirar a ambos lados donde encerrados muchos ojos se fijaban en él y le recorrían el cuerpo de arriba abajo mientras se pasaban la lengua por los labios.

Llegaron a una puerta de acero y fue abierta en cuanto su nariz rozó con ella. Pasaron por otro pasillo largo y oscuro hasta llegar a una habitación en la que de nuevo fue encerrado.

Se sentó tal y como le ordenaron, aún con las esposas puestas. Solo entonces se atrevió a levantar la cabeza. Miró a su alrededor. En una de las cuatro paredes había un gran espejo que ocupaba una de ellas. Sabía que tras el había gente mirándole, espiando cada uno de sus movimientos. Así pasaba en todas las películas que había visto, solo que eso era tan real como la vida misma.

No sabía muy bien porque le habían llevado allí. Desde que le detuvieran había perdido la noción del tiempo. Sabía que la gente le había hablado y dicho algo, pero no recordaba nada de nada.




Su último recuerdo claro fue cuando se despertó esa misma mañana. Era temprano, pero ya no podía aguantar más en la cama. Se levantó y al darse la vuelta le vio. Tumbado de espaldas y llevándose una mano al pecho estaba esa persona a la que no conocía de nada. Sus ojos estaban abiertos, pero no había vida en ellos. Su pecho no se movía, estaba muerta y él era el único responsable.

I will sacrificeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora